martes, 29 de enero de 2019

La mentira de entre nosotros.



Un dicho español dice que se atrapa antes a un mentiroso que a un cojo, y esa es una gran mentira. En realidad hay tanto mentiroso y son tan abundantes las mentiras que en la práctica se confunden en una masa informe, algo parecido a lo que le pasa al león cuando ataca a una manada de cebras, que con tantas rayas la presa se le escapa.

Lo peor del caso es que a menudo la metira puede traer consecuencias nefastas, caso de las mentiras electorales del PP que ahora nos obliga a apechugar con tan nefasto presidente y gobierno. Pero tocando más la tierra hay mentiras del tipo del que se pasa por odontólogo o dentista y monta su consulta después de leerse algunos manuales de la profesión y de ver algunos videos en YouTube, estafando a todo quisqui, cuando no produciendo desastres bucales, infecciones y en más de un caso poniendo en peligro vidas ajenas.

Hay quien se hace pasar por experimentado albañil y maestro de obras, y se dedica a practicar la chapuza destrozando hogares y esperanzas, a la vez que devora los ahorros de los incautos con presupuestos imposibles. Otros son menos costosos pero más dañinos porque atacan con sus falsas promesas a los desesperados que buscan un trabajo, los medios estan llenos de ofertas de fábula que solo son eso una fábula, eso si te vas a enterar después de que desembolses alguna cantidad de dinero no vana para los que llevan mucho tiempo en el olvido laboral.

Pero subiendo una escala en las publicidades engañosas hay de todos los colores, en los últimos días estan anunciando la Samsung  el teléfono Galaxy S8, del que dicen dispone de pantalla infinita, lo cual aunque no es una catástrofe para quien lo compra si que es una falsedad ya que su pantalla es tan finita como los límites del aparato. Esta mentira, como digo, a pesar de serlo que lo es solo demuestra que el idioma se está devaluando, destacando con él conceptos que son falsos, oiga lo infinito infinito es y lo no finito es limitado y punto.

Otros más atrevidos osan con mentiras más proclives a ser delitos descarados sino fuera porque no hay autoridad que les ponga freno, los denuncie y los ponga a disposición de un juzgado, que es que no tenemos fiscales; a menudo se les tilda de publicidad engañosa o mentirosa y otras van direccionadas directamente a la estafa o a conseguir adictos, es el caso de las casas de apuestas, he visto una de póker que afirma que puedes ganar en minutos o en cinco minutos hasta ciento cincuenta mil euros, y estoy seguro que eso es más mentira que verdad. Otra aparte de mostrar a famosos futbolistas como asiduos apostadores, mentira segura, dice que puedes ganar hasta un millón en, tambien, pocos minutos.

En cualquier caso puede que la cosa ya no tenga remedio y nos estemos convirtiendo en una masa informe de tañidores de mentiras, de creadores de bulos y muy posiblemente seamos ya nada más que un monumental fake.

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