miércoles, 23 de enero de 2019

La historia es muy larga y la vida tan corta.



La verdad es que hoy estoy algo duro para escribir, sin embargo por la mañana oía la radio en la tele (sí, aunque ya véis que cosas, es pura verdad) y una canción, no sé de quién, que hablaba de la hermandad de Cuba con la otra orilla, pedía construir un puente, pero la frase que más se me quedó hablaba de que "la historia es muy larga y la vida tan corta"; y es verdad.
Yo, como todos, cuando nací como que no me dí mucha cuenta, aunque seguro que hice algún comentario del tipo berreo. Ahora, a mi edad (sea la que sea), solo me cabe seguir berreando, aunque ahora de otra forma a como lo hice al nacer, pero ya veis todo sigue igual, a pesar de que mis berreos son más doctos siguen sin hacerme ni puto caso. Y aunque la historia es muy larga no creo que a pesar de ello, mi corta vida dé para llenar un solo segundo de ella. Cuando me vaya, como tantos otros que me han precedido en tan obligado trance, se notará un pequeño revuelo entre los que, a lo mejor, me llegaron a amar o a querer (que no es lo mismo lo primero que lo segundo, o al menos eso me parece a mí mismo); después y entre algún que otro vago recuerdo, me iré difuminando en el universo tan nuevo cada vez que lo miro y tan brillante en las noches despejadas (más en las de mi infancia que no había tanta polución lumínica como ahora con tanto derroche y poderío que así nos va) que a todos nos acoge y nos muestra aquello que dijo ese sabio tan sabio: la vida siempre sigue igual...

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