miércoles, 23 de enero de 2019

El dinero de Judas. Concepto octavo: la timba mundial.



Mercado secundario 1.
Todos los Valores del Tesoro se negocian en un mercado secundario muy activo en el que se intercambian Letras, Bonos y Obligaciones ya emitidos, y en el que participan la inmensa mayoría de los intermediarios financieros. Ello tiene una ventaja importante para el inversor: le permite invertir a plazos distintos de los 6, 12 y 18 meses de las Letras o de los 3, 5, 10, 15 y 30 años de los Bonos y Obligaciones. Por ejemplo, si el inversor desea invertir a 4 meses (un plazo al que el Tesoro no emite en la actualidad), podría adquirir una Letra a 6 meses que hubiese sido emitida 2 meses antes.
La compra de los valores en el mercado secundario puede realizarse:
Directamente a través de un intermediario financiero (banco, caja, cooperativa de crédito, sociedad o agencia de valores...). Las condiciones de la compra, precio y comisiones, se fijan libremente entre el cliente y la entidad, por lo que pueden diferir de una entidad a otra. Por otra parte, si el plazo al que se desea invertir es muy corto, cabe la posibilidad de adquirir los valores temporalmente, a través de lo que se denomina "repos" sobre Valores del Tesoro: operaciones en las que la entidad financiera se compromete a recomprar los Valores al inversor en una fecha determinada y a un precio prefijado, garantizándole, por tanto, un interés determinado al plazo deseado.
A través de la Bolsa. Todos los Valores del Tesoro se pueden comprar o vender en la Bolsa en el Mercado Electrónico Bursátil de Deuda Pública. En este caso, la orden de compra se debe presentar a través de un miembro de Bolsa, de la misma manera que si se tratara de cualquier otro valor cotizado en Bolsa. También es posible efectuar la operación a través de cualquier otro intermediario financiero, quien la tramitará en colaboración con una de las Entidades Gestoras miembros de la Bolsa.
(Fuente Tesoro Público en http://www.tesoro.es/sp/deuda/comoope/mercado2.asp)

Mercado secundario 2.
Los títulos valores, tanto de renta fija o variable (acciones, obligaciones, etc.) son emitidos por las empresas en el mercado primario, a través de diferentes vías. El mercado secundario comienza su función a partir de ese momento, encargándose de las compraventas posteriores de esos títulos entre los inversores, se comporta como mercado de reventa, encargándose de proporcionar liquidez a los títulos. En el mercado secundario, los títulos de valores se compran y se venden entre los distintos inversores. Por lo tanto, es una característica importante que el mercado secundario tenga una liquidez muy alta. En su origen, la única manera de conseguir esta liquidez era que los posibles compradores y vendedores se reunieran en un lugar fijo con regularidad. Así es como se originaron las bolsas de valores.
Del buen funcionamiento de los mercados secundarios depende en gran medida la eficacia del mercado de capitales, en general, y del mercado primario de valores o de emisión, en particular. Si el mercado secundario no existiera, los inversores se resistirían a comprar valores mobiliarios en el mercado de emisión porque luego no podrían deshacerse de ellos cuando necesitaran dinero o liquidez.
De no existir unos mercados secundarios de valores bien organizados, el mercado primario sólo podría funcionar de forma precaria y las empresas no podrían obtener del mercado financiero los capitales necesarios para la financiación de sus inversiones a largo plazo, lo que redundaría sin remedio en un estrangulamiento de la actividad económica general.
(Fuente Wikipedia en http://es.wikipedia.org/wiki/Mercado_secundario)

El principal problema de los Mercados de valores, financieros, de capital o como coño se les quiera llamar es que cuando no son desregularizados, sin control alguno, o altamente liberales, con controles vagos, imprecisos o donde parecen campar solo bonhombres en general. Sin embargo hay que recordar que el susodicho mercado, ya sea el primario, el secundario o el negrero, que yo se que también existe, es un imperio de la avaricia y la codicia donde la honestidad brilla por su ausencia, donde los malos van de buenos y te la cuelan a la vuelta de la esquina. La opacidad es su sello de identidad y en regla general es un instrumento para doblegar a quienes crean de verdad la riqueza. Os dejo unos apuntes sobre la última estafa derivada de los usos de estos maquiavélicos mercados a los que muchos defienden mientras ocultan sus oscuros intereses o su estupidez supina.

La gran estafa española o el caso de las preferentes. Producción de Bankia, un relato del exdirector de Banco Madrid Blesa, bajo la dirección del exdirector del FMI y de Bankia Rato, con la inestimable colaboración del gobernador del Banco de España Linde de Castro, de la CNMV o comisión nacional del mercado de valores, y el Ministerio de Economía dirigido por de Guindos.

La banca en general ha estafado 29.713 millones de euros en preferentes y 16.138 millones en deuda subordinada (un total de 45.851 millones) a los “apreciados clientes” que mantenían sus ahorros en cuentas a plazo fijo con el fin de hurtar el dinero de las cuentas y llevarlo al capital del banco. Un apunte contable que evita la declaración de quiebra, el dinero situado en las cuentas de depósito es el banco quien se lo debe a los clientes, instrumentado como preferente la entidad financiera ya nada le debe al ex depositante al reconvertirlo en “accionista atrapado” que sostiene el capital del banco y evita su declaración de insolvencia. Solo es cuestión de tiempo y todos los engaños y estafas a la ciudadanía acabaran saliendo a flote, ahora un informe de la CNMV plagado de tachaduras confirma los tejemanejes de la banca y pone los pelos de punta al confirmar que las emisiones de preferentes se basaron en el engaño de su valor. Este informe, que lleva por título: Informe sobre la revisión de la operativa de case de operaciones entre clientes de instrumentos híbridos (dejo un enlace a final del post) sitúa, de pleno, la actuación de las entidades financieras como vulgares estafadores donde ya queda lejos la escusa, machaconamente repetida por los bancos, que al cliente se le informó de las desventajas del producto e incluso se hizo un test para averiguar si era el producto adecuado para el cliente/inversor y así discriminar a los “inversores” de estar por casa. Aún en el supuesto que el ahorrador aceptara de buen grado, aleccionado por el director de la oficina, trasladar sus ahorros de toda la vida a la adquisición de un producto donde nunca más iba a volver a ver su dinero y tan solo recibiría intereses (de su propio dinero) que ya es mucho decir, seguiría siendo una estafa. Ese muro de contención exhibido por la banca de que todo se hizo con la voluntad del cliente no es del todo demostrable. Afirman, con toda rotundidad, que no es posible que el cliente “no se enterara” de lo que se le ponía por delante a la firma. Una estrategia jurídica basada en hechos indemostrables que les da resultado. Ahora bien, según el informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) si es demostrable la manipulación de valor de las preferentes adjudicadas, dicho claramente, no solo se transmitía a los “inversores” de este nefasto producto la falsa información que la liquidez (disponer del dinero) era de “cinco días” sino que el precio que pagaban por las preferentes que les colocaban estaba lejos de su valor real. Los bancos, cada uno por su cuenta, manipulaban el mercado con el fin de mantener un valor del 100% y para figurar que existía una oscilación por las ficticias transacciones en el mercado secundario de las preferentes iban del 97% al 101%. En realidad, una vez que los clientes se enteraron de que “cosa” habían adquirido se quisieron desprender en el mercado secundario que estaba previsto para esa clase de productos financieros. Nadie quería comprar las preferentes que otro intentaba vender y el valor empezó a descender hasta perder la mitad del valor inicial. Ni así se casaban operaciones por lo que el mercado se derrumbó.

El país funciona con una corrupción fuera de serie que traspasa lo impensable. Desde hace años la ciudadanía dejó de prestar atención a la multiplicación de asuntos que aparecían en los medios de comunicación respecto a temas económicos. Algunos entendían, para simplificar, que se trataba de un mastodonte que se comía a otro y en plena digestión llegaba otro y se lo comía a él. La gente se desentendió de estos temas ya que lo asimilaba a continuos latrocinios en un deporte que se robaban entre ellos. La voracidad de los depredadores era insaciable y cuando acabó con la fauna comestible dirigió su apetito a las cuentas de ahorro bancarias como bocado fácil y apetitoso. Para que esto no pueda ocurrir están las autoridades competentes: el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) pero nos tendríamos que preguntar de que sirven los funcionarios del Banco de España que después de observar, a través de la inspección, graves irregularidades que cometen los bancos y emitir el correspondiente informe al Gobernador este se lo pasa por la entrepierna y cuando los inspectores ven que nada se hace se lo remiten al ministro de Economía con dependencia jerárquica sobre el gobernador y también se lo pasa por la entrepierna y el asunto que se denuncia no es otro que advertir que el tinglado de la banca se derrumba a causa de las malas artes de los banqueros.
(Fuente Ataque al poder en https://ataquealpoder.wordpress.com/2013/10/02/se-confirma-en-secreto-la-estafa-de-30-000-millones-de-euros-en-las-preferentes/)

Y todavía quedan políticos rastreros que acusan a Unidos Podemos, en general, y a Pablo Iglesias, en particular, de instrumentar un show con su intento de echar al gobierno corrupto del PP.

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