jueves, 24 de enero de 2019

La mentira como delito.



En el mundo, en la época en que escribo este ensayo de política ficción a principios del siglo XXI, la mentira domina las vidas de las personas que habitan la Tierra, está entre nosotros como uno más, si acaso se afea su uso abusivo, pero a veces incluso se premia, y en España recién escribo estas líneas se ha otorgado la confianza de la Cámara de Los Diputados para ser investido Presidente de la Nación Española a un personaje que ha hecho de la mentira un arte, don Mariano Rajoy y Brey el cual además es el presidente del Partido Popular que está siendo investigado por jueces y acusado por policías como un nido de delincuentes y mentirosos corruptos.

Y en el mundo futuro ¿qué pasará con las mentiras?. Sin duda alguna en el futuro las mentiras serán consideradas delitos y algunas de ellas conllevarán la pena más grande: la cadena perpetua con trabajos forzados. A finales del siglo XX ocurrió un
accidente catastrófico en el que la mentira estuvo más que presente y que le costó la vida a siete astronautas y millones de dólares al erario público, a parte de carreras científicas que se vieron marcadas por el devastador incidente y el orgullo de toda una nación pisoteado por unos estúpidos engreídos con más poderes que cerebro (a continuación los hechos como aparecen en la Wikipedia).

El accidente del transbordador espacial Challenger se produjo el martes 28 de enero de 1986, cuando el transbordador espacial Challenger (misión STS-51-L) se desintegró 73 segundos después del lanzamiento, provocando la muerte de los siete miembros de la tripulación —Francis "Dick" Scobee, Michael J. Smith, Ronald McNair, Ellison Onizuka, Gregory Jarvis, Judith Resnik y Christa McAuliffe. La nave se desintegró sobre el océano Atlántico, frente a la costa del centro de Florida (Estados Unidos) a las 11:38 EST (16:38 UTC). Ha sido calificado como el accidente más grave en la conquista del espacio.

La desintegración del vehículo entero comenzó después de que una junta tórica de su cohete acelerador sólido (SRB) derecho fallara durante el despegue.

La comisión designada para investigar el accidente determinó que la cultura organizacional de la NASA y el sistema de toma de decisiones habían contribuido sustancialmente al accidente. Desde 1977, los directores de la NASA tenían conocimiento de que el diseño de los cohetes aceleradores sólidos del contratista Morton Thiokol tenía un defecto potencialmente catastrófico en las juntas tóricas, pero no lo habían resuelto adecuadamente. También ignoraron las advertencias de los ingenieros sobre los
peligros en el lanzamiento provocados por las frías temperaturas de aquella mañana y no habían informado adecuadamente a sus superiores de estas preocupaciones.

Pero el mayor problema de la mentira es que viene de lejos, de los inicios de nuestra civilización con embustes del tipo de la existencia de dioses e infiernos, de premios sexuales en paraísos para los que entreguen sus miserables vidas, a más de castigos eternos a quienes desobedezcan los mandatos de un dios que nadie ha visto jamás, y no solo es problema la antigüedad de la mentira y su actualidad que lleva al suicidio a muchos, sino lo que nos rondará morena hasta que se ponga veto a tal malvado acto que siempre se usa para conseguir algo que con la verdad jamás se lograría.

En el mundo futuro seremos controlados por mecanismos de detección de falsedades y mentiras, para pasar a ser juzgados según la gravedad del crimen. No se puede llegar a un planeta lejano y hallarnos entre viles mentirosos que acabarían de un golpe con la misión y la vida de inocentes. En ese mundo por venir incluso los vendedores de libros que usen tretas para endosar te algo que no es lo que dicen recibirán un justo castigo.

Poneros las pilas y decid conmigo que nunca jamás mentiré, si no es para evitar un mal mayor al engañado.

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