viernes, 15 de febrero de 2019

Un Estado moderno y eficaz.



Ya había avisado de que podía escribir un texto sobre la Nación y aquí está. Hay una salvedad y es que no va a ser extenso ni puntilloso, solo aputes como dardos, ya que estoy muy cansado de proponer y no ser ni tan siquiera leído y mucho menos tenido en la más mínima cuenta, así que seré breve.

Lo primero son los dineros, los entrantes y los salientes. Pero por encima de todo está el compromiso que entre todos nos dimos a la hora de conformar, pertenecer y acatar la estructura estatal; cuestión que a menudo olvidan los mandatarios, así como que mandatario viene de mandato que significa, según el Diccionario de la Lengua Española y en su séptima acepción que es la que más se aproxima al concepto que le quiero dar al término, 7. m. Der. Contrato consensual por el que una de las partes confía su representación personal, o la gestión o desempeño de uno o más negocios, a la otra, que lo toma a su cargo. Siendo una parte la ciudadanía y la otra el gobierno de la Nación.

Y dicho ésto veamos lo del dinero. Se habla de más de 50.000 millones de euros escaqueados por la defraudación a la Hacienda Pública, pero seguro que hay mucho más fraude. Esta cuestión se soluciona con el monedero electrónico y prohición de pagos en efectivo. Con esa herramienta y un incremento de efectivos de inspectores del fisco y de la policía, las dificultades económicas del Estado pasarían a mejor vida. Pero si entra mucho y sale tanto o más y de forma descontrolada pues volvemos a las andadas. El Estado a través de una agencia de control debe supervisar todas y cada una de las operaciones económicas de todos los agentes públicos, empresas, entes, etc. El gasto debería, además, hacerse bajo las premisas de necesidad, consenso y disponibilidad. Necesidad del gasto para cubrir una demanda, consenso de todos los que van a ser usuarios o paganos del resultado del gasto den su aprobación y disponibilidad de los dineros a gastar, con prohibición de gastos bajo préstamo en deúda.

Capitalismo o comunismo. Si hemos de elegir que orientación política y económica ha de tener el E-MyE (Estado moderno y eficaz) le haríamos un flaco favor a la Historia pues a través de ella ya vimos que en este tipo de discusiones siempre surgen disensiones que acaban en derramamientos de sangre y en pérdidas de derechos y bienes. Yo después de varias idas y venidas sobre el asunto he tenido a bien formular una fórmula (valga la redundancia) que no excluye a ninguna de las dos opciones. Estaríamos hablando de un E-MyE en el que el sector público sería de enorme importancia a la hora de asegurar los bienes y derechos básicos de los ciudadanos, así como la propia supervivencia del E-MyE y la superficie terrícola que ocupa en el que se incluye su medioambiente y las especies que lo pueblan. Así que el E-MyE se ocuparía de defender la Nación con un ejército suficiente que protegiera las fronteras y repeliese a los posibles invasores; mantendría el orden con una policía eficiente y democrática; administraría la Justicia con Tribunales que zanjasen pleítos, protegieran los derechos mediante abogacía de oficio de calidad, etc; aseguraría la salud con hospitales, farmacia industrial y centros de investigación; dirigiría la educación con escuelas, colegios y universidades para todos en igualdad de condiciones;
mantendría límpio y sano el medioambiente, solucionando los desastres provocados por el abandono del medio rural como incendios y desbordamientos, pero también limpiaría las ciudades, recompondría el medio natural rehabilitando industrias abandonadas, minas, y otras instalaciones peligrosas y contaminantes como los vertederos. El mar idem de idem. Lo público vigilaría que la convivencia no se vea atacada por extranjeros que quieren imponer sus modos de vida, que traigan drogas, violencia o ataques a los derechos de la mujer, la infancia y las libertades y costumbres. Además el E-MyE se aplicaría en todas aquellas áreas en las que la iniciativa privada no llegase por desinterés o cualquier otra causa y que la ciudadanía reclamase.

La parte privada ocuparía cualquiera de las actividades estatales excepto aquellas que supongan actos de imposición coactiva, exclusiva del E-MyE. Sin duda habría que dejar las puertas abiertas al capital y a la iniciativa privada ya que el sector público es más propicio a coger vicios endogámicos como la auto protección de los iguales, las camarillas, los delitos afines, etc. Siendo el sector privado mucho más beligerante con la competencia, más individualista y más proclive a la aventura y el progreso. Pero estas actividades han de estar seriamente controladas por órganos estatales como la policía y la hacienda a fin de evitar abusos y evasiones fiscales. Las áreas de actuación privada serán las autorizadas y legisladas, cuando sean de nueva aparición deberá de ser solicitada su autorización y legalización.

Los derechos de los ciudadanos deberán ser de obligado cumplimiento, respeto y atención por el E-MyE no preciso enumerarlos porque hace mucho que figuran en nuestra Constitución y en la Declaración de los Derechos del Hombre de la ONU. Bastaría con ponerlos en práctica.

Con estos breves apuntes sobraría para darle la vuelta a la tortilla y salir de la fórmula insolidaria y destructiva en la que está empecinado el PP, el PSOE y C's, y advirtiendo a Podemos de que debe aceptar sin reservas la actividad capitalista para un progreso adecuado y una garantía de convivencia.

P.D.: El E-MyE no puede construirse a base de crear barreras como la que pretenden ahora los catalanes, ya que la unión hace la fuerza, aunque a los que proponen su República lo que parece gustarles es la consecución de cargos de alto nivel. Yo estoy más a favor de unirnos con Portugal en una República Íbera que a separanos de Catalunya. Y como podéis notar República en la piel de toro ya.

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