martes, 19 de febrero de 2019

Señor dame paciencia.



Preámbulo: este escrito es muy personal por eso no lo comparto, aunque dejo abierta la opción de que otros lo hagan.

Técnicamente no soy creyente, no creo que de existir un Dios Omnipotente haya dispuesto una Ley para algunos de los seres de su creación, a eso le llamamos religión y eso es en lo que no creo. Dicho esto continúo.

A veces creo que como seres inteligentes soportamos en exceso la carga de otros seres parecidos a nosotros pero que carecen de inteligencia. Yo mismo he sido uno de ellos buena parte de mi vida, aunque portaba suficiente masa gris no la usaba en la forma conveniente. He hecho cosas que me averguenzan y que ahora critico a quienes las hacen igual. Aún así y a pesar de la gran cantidad de defectos de mis años mozos, siempre he portado un lema a modo de llave que lo  arregla todo, era y es que puedes hacer mal las cosas una o más veces, pero no tienes porque estar haciéndolas mal el resto de tu vida. Este lema convenientemente modificado pero con ese espíritu puede valer para cualquier tipo de abuso, imposición, necedad, malhábito tuyo o de los demás. Por ejemplo: tal o cual partido político en el gobierno de tal o cual país puede engañarte y robarte una y mil veces, pero no tienes porque estar tragando sus tropelías para siempre jamás. Tu novio o novia puede engañarte una vez o más, pero no has de estar tragando sus mentiras el resto de tu vida...

Y por eso le pido paciencia a ese Dios Incógnito que vete tú a saber si existe y de existir vete tú a saber si me escucha. Y se la pido para que en tanto me decido a no tragar más con las piedras de molino de esta sociedad, de este mundo, no me de la vena loca y cometa cualquier barrabasada.

Juego a algunos juegos de lotería con la esperanza de que me toque al menos lo suficiente para comprar un terrenito y hacerme una cueva o un castillo, según la pasta. Conseguir algún tipo de armamento y vallar la propiedad. Aunque tenga que salir de cuando en cuando para hacer mis compras, visitar al médico o cualquier otra cosa, pero al poco regresar y custodiar mi aislamiento. Conectado a la red para no desenchufarme totalmente y poder mantener lineas de relación con quienes me aprecian. Y es que cada día me siento más diferente de esta humanidad que solo piensa con el culo. Para muestra un botón, un vecino recién vuelto de Bélgica donde trabajó hasta jubilarse, ata con alambre un cartel a un hermoso árbol frente a su casa, el cartel es un aviso para los propietarios de perros a los que insta a recoger la caca de éstos. Él sin embargo, cuando llega el invierno y a pesar de lo gordo y rico que aparenta usa leña para calentar su casa, envenenando los aíres de la zona y consumiendo masa forestal que igual podría haber seguido plantada y dando cobijo y salud a animales y habitantes del planeta. Además es un enamorado de las barbacoas, con nuevo consumo de leña y más contaminación, añadiendo en este caso la que causa la producción de carnes, con contaminación a base de las flatulencias que destruyen la capa de ozono, los purines que contaminan las aguas freáticas, y la exigente demanda de alimentos y agua que exigen las ganaderías, exigencias que se traducen en escasez y carestía de los mismos productos para millones de seres humanos del tercer mundo que nosotros mismos hemos creado.

Somos verdaderamente odiosos, y mucho más odiosos aquellos que llaman a frenar la llegada de gentes que huyen de las guerras que nosotros financiamos. Si no los queremos aquí no los bombardeemos allí. No robemos sus bienes y consumamos con cabeza. Somos depredadores descerebrados y aún así hay quien se atreve a juzgar criticamente mis escritos. Ya estamos en tiempo de descuento, a mí apenas si me quedan una docena de años de vida, lo se porque padezco una enfermedad irreversible que cuidándome me llevará a la tumba en ese espacio de tiempo. Pero a mi nieto y a todos los vuestros les debería quedar tiempo suficiente para ser enterrados por sus propios nietos y a esos por los subsiguientes. Sin embargo al igual que Stefen Hawkins estoy poco convencido de que la humanidad logre rebasar otro siglo, y no va a ser por la caída de un asteroíde, aunque podría darse el caso, ni por una invasión alienígena, que sería otra posibilidad, yo creo que será porque debido a la desidia de nuestros gobiernos, la avaricia de nuestros coetáneos y la estupidez congénita que nos lleva de guerra en guerra, de crisis en crisis y de copas cuando no vemos solución a nuestros problemas, la hecatombe que va a mandarnos a la extinción, en realidad, ya está en marcha. Vendrá en forma de virus salido del deshielo del Ártico o de el permafrost la Tundra, y no va a hacer falta que muramos por la asfixia producida por el cambio climático, ni por las hambrunas producidas por la pésima gestión de la biodiversidad y la sobreexplotación de caladeros, contaminación con plásticos y pesticidas de los mares, o la falta de oxígeno debido a la continuada cremación de los bosques para agrandar las ciudades y montar estructuras de muerte y explotación animal o humana. La perfidia, la estulticia, la avaricia, la estupidez, la vomitona de la última bacanal, ese va a ser nuestro final.

Siempre acabo igual, hay que joderse.

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