martes, 12 de febrero de 2019

Time for revollucion.



A las revoluciones no hay que tenerles miedo, ya que están en el ADN de la humanidad.

A lo largo de la Historia han habido más de las que podemos llegar a imaginar; sin ellas no existiría el mundo moderno, todavía careceríamos de un modo de medir el tiempo, y las Iglesias seguirían siendo el centro cultural y político de los poblados.
Y si vamos más atrás en el tiempo y hubieramos matado al primer homo que quiso ser revolucionario, seguro que aún andaríamos apoyando las manos de simios en el suelo, y dormiríamos en los árboles ante el temor de ser atacados por los depredadores.

Pero si, la revolución tiene enemigos y uno de ellos es muy poderoso y se llama la reacción; que como podéis imaginar es lo contrario a revolución.

Si la revolución la lideran los progresistas, por regla general la reacción la lideran los conservadores. Tú quieres progresar y usar solo dos pies para andar, yo no lo voy a permitir y exijo bajar lo imprescindible de los árboles.

La primera vez que se usan ambos términos (creo) es durante la Revolución Francesa; y según la Wiki:
Reacción de Termidor o Convención Termidoriana son los nombres que recibe el periodo de la Revolución francesa que se inicia el 28 de julio de 1794, tras la caída de Robespierre, y termina el 26 de octubre de 1795, fecha en la que la Constitución del Año III establece el Directorio. El nombre de "termidor" procede de uno de los meses de verano en el calendario republicano y hace referencia al 9 de termidor del año II (27 de julio de 1794), fecha en la que con la caída de Robespierre se puso fin al período de la República Francesa de dominio de los jacobinos, dando paso al dominio de los republicanos conservadores, llamados precisamente termidorianos.
(Fuente Wikipedia en http://es.wikipedia.org/wiki/Reacci%C3%B3n_de_Termidor).

Como véis son los conservadores como no podría ser de otra forma, los que tienen, los que no quieren que nada cambie para poder seguir siendo ellos los que abusen de sus semejantes y los exploten a y para su placer.

Y como consecuencia a esta acción reacción que provoca la acción revolución, todo buen revolucionario sabe que para progresar hay que enfrentarse a quien prefiere mantenerse ajeno a la evolución propia del ser humano.

Es lo que tienen las revoluciones, primero toca luchar, después hay que luchar y finalmente se tiene que seguir luchando.

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