viernes, 15 de febrero de 2019

Manejando la economía.



Claro y conciso y no se trata de vino.
Vuelvo a insistir, a ver si a base de hacerlo alguien quiere escucharme y empezar a hacer de una vez por todas lo que expongo.

La economía de un país es más sencilla de lo que parece, y así para el Diccionario de la lengua española (DRAE), economía es, en su primera acepción, la administración eficaz y razonable de los bienes. Y también es, en su seunda acepción, el conjunto de bienes y actividades que integran la riqueza de una colectividad o un individuo. Esta información la pongo para delimitar el tema al que me refiero.
Básicamente se trata de administrar bien los recursos; pero en las economías más boyantes además se busca crear riqueza, que el flujo de entradas (ingresos) no se ralentice y que en las salidas (pagos) se prime el ahorro de costes. También es importante que todos los sujetos con obligaciones fiscales no evadan sus obligaciones.

a) Buena administración.
Aquí, en España, se les ha dado a miles de políticos las llaves de los caudales públicos. Si es cierto que hay unas normas de obligado cumplimiento, que de no hacerlo y te descubren puedes acabar con líos judiciales, etc. El problema viene de que de momento el perjuicio al erario ya existe, luego las demandas ayudan a gravar el problema de la administración de justicia, y lo más seguro que todo acabe en nada con un capital evaporado, miles de euros gastados en procedimientos judiciales inútiles, posibles daños colaterales en la estimación de honrradez de los acusados, etc.
Solución recoger todas las llaves de los dineros, quedando solo una llave con un único responsable de los Caudales Generales del Estado.

b) Creación de riqueza.
El Estado debe ejercer presión y buscar fórmulas para que la riqueza fluya por nuestras tierras, y para ello:
.- Cuando una empresa abandona el país para producir en otro, debe perder todos sus derechos y autorizaciones, se debe examinar concienzudamente si ha cometido delitos económicos, si tiene deúdas con la administración u otros, si hay delitos medioambientales, si hay abandono de instalaciones con el deterioro urbanístico o paisajista que ello conlleva, etc. Penalizando sus faltas o delitos y confiscando sus bienes a fin de ponerlos a disposición de nuevos operadores.
.- Cuando una empresa se instala en el país hay que darle todas las facilidades, eliminando trámites, etc. Aunque habrá de atender a la normativa española.
.- El Estado debe actuar como agente inversor y promotor de ideas de negocio, disponiendo los cauces para integrar la investigación universitaria y científica con las empresas, poniéndolas a su disposición, eso sí, patentando para el Estado los avances.
.- Si el Estado detecta un nicho de riqueza que no está convenientemente explotado por la actividad privada, éste debe de tomar riendas en el asunto y crear la correspondiente empresa pública que opere en tal actividad. Cuando sea compatible con los intereses públicos la empresa podrá ser subastada.

c) Búsqueda activa de ingresos.
Además de las fórmulas punteadas en el apartado anterior, el Estado debe obtener ingresos mediante impuestos, tasas, multas y concesiones. La mayoría de las actividades sujetas a estos pagos hace un siglo que no existían, y al igual que ahora dentro de un siglo serán otras actividades, inexistentes hoy en día, quienes ocupen los ranking de mayores paganinis.
.- El Estado debe certificar, contralar, tasar e imponer impuestos a todas las nuevas actividades que surjan, sin esperar un minuto y paralizarlas en tanto no estén debidamente legisladas. Aunque a fin de no impedir o retrasar los avances podría tasarlos de forma provisional con unos impuestos generales.
.- El Estado debe promover actividades ya en uso en otros países que les generan ingresos, compitiendo con ellos. Y si el nicho no se ocupa, pues empresa pública a explotarlo.

d) Control exahustivo del gasto.
Solo con parar el saqueo producido con el desmesurado e incontrolado gasto de las administraciones públicas, que vienen actuando como si fueran estúpidos nuevos ricos a los que les sobra el dinero y no piensan en el futuro, se podría devolver la deúda en menos de una década.
Aquí volvemos al punto primero de la buena administración, con control y más control.
.- Para empezar nadie, ninguna administración, debe de poder endeudarse, esto es algo que va contra la propia economía, ya que no existe ni existirá política económica alguna que pueda sobrevivir a largo plazo con el uso y abuso del endeudamiento, que no es más que comprometerse a pagar los préstamos con unos ingresos supuestos que puede que nunca se obtengan.
.- El gasto debe de producirse siempre después de que se obtenga el ingreso, nunca antes como sucede ahora, y así nos va.
.- El gasto autorizado debe de ser el mismo por cabeza en cada administración del mismo tipo. Es decir las autonomías y ayuntamientos deben recibir el mismo importe por ciudadano o vecino que sus homólogas.
.- Se deben crear organismos para el uso racional de los presupuestos, con centrales de compra y contratación centralizadas para todo el Estado, a fin de obtener el mayor ahorro y por tanto economía en el gasto.

e) Política fiscal inteligente.
La mejor política fiscal es aquella que consigue que cada cual pague sus impuestos en el momento en que se producen. Pero también es aquella que no precisa de la intervención del sometido a impuestos, siendo la administración la que le haga las cuentas y le detraiga los impuestos correspondientes. Cuando haya disconformidad el sujeto podrá oponerse y recurrir el descuento.
Sin duda alguna una herramienta eficaz para este objetivo es la implantación del Monedero Electrónico del que ya he escrito en otras ocasiones.
Y al igual que en el gasto, los impuestos deben de ser iguales en cualquier parte del Estado. Si no se puede conseguir en casa cómo se puede reclamar para el resto de Europa o del mundo.

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