jueves, 7 de febrero de 2019

Algunos de los míos.



Y aunque había jurado y perjurado no volver a escribir sobre los hechos de Cataluña he de romper mi palabra y dedicar unas líneas en la defensa de los míos.

Y los míos son los policías nacionales y guardías civiles que cumpliendo con su obligación están siendo insultados por irresponsables. Este escrito lo ha provocado, no solo las lamentables falsedades que pululan por la RED y cuya propiedad es de la gente común, de ciudadanos más o menos del montón, de personas como tú que me lees y como yo que escribo; pero el mayor provocador ha sido el rufián venido a diputado y de nombre, también Rufián, cuando ha señalado con fotos de dos personas con caras ensangrentadas a los agentes de la ley llamándolos salvajes, pero supongo que en la acepción más fuerte que es la de crueles o inhumanos. Este demérito y vomitivo político de tres al cuarto, hijo y nieto de andaluces que reniega de su patria, un cobarde de tantos osa acusar de policía política a la Policía Nacional y a la Guardia Civil cuyos agentes tienen callos de detener a cargos políticos del partido en el gobierno de España, justo lo que suele venir haciendo habitualmente una policía política.

El bastardo diputado olvida o pretende olvidar las cargas brutales que desde su creación han protagonizado de forma habitual la policía autonómica bajo el mando de los políticos con los que ahora se alía. Sobre las policías locales, conocidas como guardias urbanas, se suceden las querellas y denuncias vecinales por su brutalidad y aparente impunidad a la hora de actuar con violencia y gatillo fácil ante cualquier acto más o menos delictivo o cualquier protesta civil o vecinal. Pero es que esos perros armados y mosos de las cuadras son sus perros de presa, son de los suyos. Pues yo quiero decirle al rufián mal hablado que retire sus sucias y apestosas palabras de mi cuerpo y del cuerpo hermano o voy a desearle que su madre, la andaluza, le lave la boca con jabón, tal y como seguramente le habrá hecho en más de una ocasión, aunque sin resultados aparentes.

En cuanto a los twits, postes y escritos que día a día pueblan la Red he de decir que dan asco, que son totalmente injustos y que carecen, sus autores, de legitimidad y de hombría o mujería para hacerlos, vamos que son poco hombres y mujeres sus autores. A menudo he puesto un ejemplo para explicar el ser policial diciendo que el policía es como la palmera, cuando estás perdido en el desierto y ves una palmera te sientes a salvo, allí habrá un oasis con sombra para protegerte del implacable sol, habrá agua que beber y dátiles que comer; pero si te encuentras circulando en moto por la avenida de Alfonso el Sabio de Alicante y te cae una palmera a causa del fuerte viento matándote en el acto, cosa que ocurrió hace años así y allí, la sensación en este caso es brutalmente diferente. Con la policía pasa lo mismo según la situación en que te encuentres, si te los ves venir durante un atraco que protagonizas como atracador pues la cosa es bien diferente a si tu colaboración en el susodicho acto delictivo es la de mero atracado, en un caso deploras la aparición de los guardias y en el otro cantas el aleluya.

Aquí, en todo este tema, en el que como no podría ser de otra forma se cuelan algunos agentes que tienen la mano ligera y pueden llegar a protagonizar actos delictivos amparándose en el uniforme, que de todo hay en la viña del señor, así como hay médicos pendejos, arquitectos espabilados, albañiles malísimos, vendedores estafadores, y un largo etcétera igual a la nomenclatura de oficios y profesiones. Pero la mayoría de la gente que opina está generalizando de forma asquerosa, poniendo a todos los policías y guardias en el mismo cesto, el de las manzanas podridas, siendo además de injusto falso. Espero que no tengamos algún día un Estado sin policías, veríais la de criminales sin escrúpulos que saldría hasta debajo de las piedras. Y ahora mismo los hay, muchos de los que criticáis la acción plicial de seguro que cometéis, cometeréis o habéis cometido algún delito, más o menos fuerte pero miraos bien y a solas deciros la verdad.

Conviene recordar algunos puntos sobre qué ha ocurrido allí arriba y porqué han debido ir la policía a poner orden. Primero algunos políticos que estaban al mando de los gobiernos y los cuerpos legislativos por derecho legítimo y en base a las leyes vigentes, deciden de pronto incumplir sus juramentos y sin abandonar sus cargos legales se valen de éstos para imponer sus intenciones secesionistas ilegales. La justicia catalana y española les advierte de la ilegalidad, aún así siguen erre que erre arrogándose unos derechos internacionales que solo anidan en sus calenturientas y delictivas mentes. Dan un nuevo paso y arengan a la población a tomar la calle y a hacer caso omiso a la ley establecida. El pueblo enardecido es avisado por el gobierno leítimo de España y se les advierte que acudir a las urnas y prestar apoyo a tales actos son delitos en sí, aún así el pueblo sale y se enfrenta a la ley. Toman calles y colegios, hacen listas negras de insumisos y de unionistas, acosan a menores en colegios, fuerzan el cierre de empresas, colapsan las calles, cortan las carreteras y realizan acosamientos a sedes policiales y a agentes en el uso de sus obligaciones judiciales.

Y cuando llegan los agentes, después de que la policía autonómica por orden de sus mandos políticos ningunee las órdenes judiciales y permita actos delictivos a sabiendas, la policía nacional y la guardia civil se encuentra ante una oposición pacífica en unos casos y no tanto en otros, pero que trata de impedir por diferentes medios a los agentes cumplir sus órdenes. Cuando se producen enfrentamientos, lógicos y esperables pero en ningún caso de la gravedad como los pintan los delincuentes políticos que llamaron a la rebelión y los delincuentes civiles que se rebelaron, resulta que los malos son los agentes de la ley. Pues nada seguid así y enseñad a los menores que las leyes están para cumplirlas cuando uno quiera, que uno puede hoy decir blanco y mañana negro, que la palabra tiene el valor que cada cual quiera darle, que esa solo sirve para engañar y que aquí nadie es de fiar.

Lo peor de todo es cuando se acusa a los españoles de fascistas por defender la democracia y la Constitución y se les tilda de casi seres inferiores, cuando de todos es sabido que por esta piel de toro han corrido desde suevos a árabes, de fenicios a romanos, llegaron a Sevilla hasta japoneses y por supuestos negros, los franceses violaron muchas catalanas y a lo mejor por eso se acercan tanto a ellos los catalanes como dice el tarado del vicepresident, por cierto oriundo de mi Extremadura. Por aquí llevan siglos viniendo anglosajones, sajones y yankis al calor de la fiesta española jodiendo y dejando descendencia. También estuvieron vikingos y a sus descendientes se les puede ver por Palma o Alicante. Razas y más razas que a los Mengueles de la butifarra y la cosa nostra le suenan a divagaciones y mentiras. Pero que alguien me explique de donde proceden los de la CUP porque son de la misma miserable raza de ratas que los de Batasuna, con sus pintas de descamisados que no saben controlar sus excesos y pretenden crear, construir y conformar un Estado nuevo, unos niñatos creídos junto a unos perdedorers sanguinarios más próximos a los terroristas de Terra Lliure que a la democracia más demodé.

Cataluña era la tierra española más avanzada en la mayoría de los aspectos, la gente disfrutaba de grandes oportunidades, a menudo ninguneadas por la corrupta clase política liderada por la familia mafiosa de los Puyol y sus adláteres como el delincuente Artur Más que ya pagará y penará por sus crímenes. Los catalanes con tanto seny y una mierda para ellos, con el coco comido con la falsedad del España nos roba, no supieron ver que apostaban una cantidad desorbitada en la ruleta de los tramposos de la Esquerra sin República que valga y de los Juntos por el Sí pero todo para mí. Aquí se les acabó la esperanza a un pueblo abducido por los cantos de sirena de una clase política catalana que al igual que en el resto del reíno bien que se podrían ir a tomar por el culo. Pero entre tanto que nos ponemos de acuerdo y votamos todos a la vez a políticos decentes que esa es la forma democrática que tienen los pueblos avanzados de poner en el paro a sus depredadores, deberíamos convenir que una guerra civil y de independencia es solo una soberana estupidez en un mundo cada día más interdependiente. A los catalanes los cabrones que los gobiernan les vendieron la idea de que la independencia, inexistente e irreal, les abriría las puertas de la Arcadia feliz, pero la realidad es que España su principal cliente dejaría de serlo, Europa ante el temor francés, aleman, belga, italiano y de otros de que la experiencia española con Cataluña pudiera ser imitada en sus países les bloquearían, la financiación internacional condicionada por esos mismos gobiernos bloqueadores haría imposible la financiación, Cataluña quedaría despojada en poco tiempo de todas y cada una de sus empresas exportadoras, sin posibilidad de acceder a los mercados internacionales ante la falta de crédito no dispondría de petróleo, gas, alimentos salvo los propios, pero carecería de licencias para la industria farmaceútica, los abonos agrícolas y un larguísimo etcétera que poblaría los cementerios de nuevos inquilinos vaciando las ciudades.

Cataluña, pobre Cataluña.

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