lunes, 11 de febrero de 2019

Teníamos un trato.



De continuo a los políticos se les olvida que su trabajo consiste en:
* Hacer realidad las esperanzas de la gente de buena fe y apartar de la sociedad a los malvados y depravados.
* Construir una sociedad con más derechos y sus consiguientes obligaciones.
* Conseguir la felicidad de sus conciudadanos mediante la colaboración, la hermandad y la solidaridad.
* Dar seguridad en el presente y tener previsión para el futuro.
* Evitar los abusos de cualquiera y promover las buenas iniciativas de todos.
Muchas de estas cuestiones, escritas así, pueden parecer raritas y sin embargo son la base de una sociedad sana y que avanza sin inmolar en su camino a ciudadanos válidos y que vela por el bienestar de todos, siendo vigilante y exigente con la colaboración social, apeando de la misma a quienes optan por comportamientos vampíricos y asociales.

Con la observancia de esas normas básicas un gobernante estaría situado en una posición de corrección política al que nadie podría achacar nada. Pero nuestros mandamases están acostumbrados a realizar su trabajo con estas otras premisas:
* Infestar la sociedad con hábitos insalubres e inmorales, promocionando el juego, la insatisfación, el culto al egoísmo, la muerte de animales indefensos, acorralados o mediante armas de fuego, invitando al endeudamiento, el sobrepeso, el ocio sin límites porque te lo mereces, la belleza irreal, la inmediatez y la violencia en el deporte, los videojuegos y un largo etc de actividades poco recomendables.
* Abolir derechos conseguidos en favor del abuso empresarial en el tema laboral, la dejación en servicios sociales básicos como la salud, la educación y otros, la persecución de quienes se dotan de avances como la energía solar, protegiendo los intereses de los oligopolios.
* Endeudar a la sociedad in eternum a fin de dotar de ingentes cantidades de efectivos a sociedades opacas que se enrriquecen ilimitadamente con los recursos económicos obtenidos bajo la garantía de toda una nación y que nunca son fiscalizados y si lo son es mediante normas tan laxas y eludibles que podrían conformar las reglas de un juego de niños.
* Hacer la vista gorda ante atropellos y estafas de todo tipo, que debiendo haber sido fiscalizadas y prohibidas fueron autorizadas, no controladas e incluso aplaudidas por los poderes, llegándose a conceder medallas y méritos que nunca merecieron. Destruyendo toda posibilidad, a millones de ciudadanos, de disponer de unos ahorros con los que se habrían asegurado unas jubilizaciones apropiadas, viéndose como consecuencia de las estafas abocados a una etapa vital y final llena de penalidades y padecimientos.
* Convertir el pais en una guarida de hienas, de saqueadores, de criminales, violadores, corruptos, pederastas, asesinos y gentuza de calaña similar, donde mandos de la policía y altos funcionarios de la administración de justicia a menudo se suman a la vorágine delictiva, dejando a los ciudadanos al amparo de unos voceros a menudo compinchados con los malvados y que llenan de inmundicias y falsedades los noticieros y la prensa escrita, infestando la moral y emponzoñando el conocimiento de la verdad tramutada en falsedad y pura mentira.

Rompan filas.



La ministra de Defensa, ha firmado la resolución del expediente sobre el accidente del Yakolev 42 asumiendo la responsabilidad de la administración aunque rechazando las indemnizaciones a los familiares de los 62 militares fallecidos, ha informado el Ministerio de Defensa.

Cogiéndosela con papelillos de fumar, la ministra da la razón a los familiares, acepta la reprimenda del Consejo de Estado y se lava las manos por su partido, por el exministro Trillo y por los carniceros con estrellas que fueron a repatriar los cuerpos mutilados de nuestros soldados.

En este caso, como apuntaba en los medios el portavoz de la asociación de familiares de las víctimas del Yakolev 42, los efectos de la corrupción tuvo trágicas consecuencias. Nuestros soldados, además de enfrentarse a las balas y las bombas de las fuerzas enemigas, hubieron de enfrentarse a la codicia y la avaricia más repugnante de quienes debían asegurarles un retorno seguro a sus bases lejos del frente de batalla. Ellos, nuestros héroes impávidos, calleron abatidos por las garras de las aves carroñeras que entonces al igual que hoy saqueaban los erarios públicos para su propio beneficio. No les importaban las bajas ni el dolor que pudieran causar, solo buscaban saciar sus ansias de poseer. Y cuando la tragedia se había consumado, el ejecutivo comandado por el sátrapa que se creía amado de los dioses, según sus propias confesiones redactadas en su autobiografía, ordenaba ejecutar la vuelta de los cuerpos a la mayor brevedad y al coste que fuera, sin tener en cuenta los últimos deseos de los caídos por alta traición.

Por cierto, algún día habrá que acusar al gobierno de Aznar del delito de traición, cuestión que ya se planteó y parece ser que no fue aceptada. Yo aún así pienso que sería acertado acusar de ese delito a ese gobierno en base al asesinato de los soldados españoles del Yak 42, puesto que las condiciones de la aeronave eran de sobra conocidas por todos los estamentos implicados en las operaciones de repatriación de efectivos, tanto por las denuncias efectuadas por los propios militares como por la dejación de obligaciones de control por parte de los obligados a ello. Y aún así se les ordenó subir al féretro con alas que les llevaría al otro mundo.

En otro aparte de las consecuencias derivadas por la corrupción, hay que hacer incapié en la mexicanización que, a mi entender, se está produciendo en la sociedad española. Y es que lo normal es que cuando la ciudadanía ve un día si y otro también cómo los supuestamente honorables dirigentes y mandamases saquean el erario de todos y salen impunes en demasiados casos, o son levemente castigados cuando no premiados por su demostrada incompetencia, ocurre que se empieza a imitar sus actos y el robo y la corrupción se generalizan a todos los niveles.

Datos:

España cerró 2016 con 292 asesinatos u homicidios y al menos 44 de ellos fueron crímenes machistas, casi uno de cada seis, de acuerdo con el balance de criminalidad presentado hoy por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.
(Fuente Uffpost en http://m.huffingtonpost.es/2017/02/14/balance-violencia-espana_n_14749486.html)

México.- Con 22.939 víctimas, 2016 se convirtió en el año con el mayor número de asesinatos en lo que va de la administración, con 20 mil 789 carpetas de investigación, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
(Fuente El Debate en https://www.debate.com.mx/mexico/En-2016-aumento-el-numero-de-homicidios-20170124-0012.html)

Con ETA fueron asesinados unos 800 españoles en cuarenta años, ahora lo son cada cuatro años o menos. Y recuerdo que cuando los etarras mataron al concejal del PP, España entera pintó sus manos de blanco y dijo "Vasta Ya". Pero en fin, esos fueron otros tiempos, cuando eramos menos ricos y menos cobardes.

Los Trabajos de la Revolución.



¡Vamos a luchar por nuestro derecho a existir! (escrito en 2014).

Preámbulo. El futuro, recordadlo como marcado a fuego, se escribe en el presente.

La Revolución Pendiente, precisa de una serie de TRABAJOS DE LA REVOLUCIóN. Trabajos que requieren de tacto y brutalidad en una mezcla de alquimista para el que pocos están preparados y menos aún los que están dispuestos a asumir los riesgos que estos conllevan.
Ahora estoy leyendo Cartas de España de José Blanco White (Sevilla, 1775) cuyos apellidos verdaderos eran los de Blanco Crespo, se exilió en Inglaterra cuando el jodido Napoleón decidió invadirnos con sus ejércitos criminales. El caso es que este canónigo que ejerció magisterio en Sevilla, describe la España de su tiempo, y en algunos casos parece que sea un reportero de la actualidad, aunque ahora el Rey Felón se llame Rajoy las similitudes en algunos aspectos son desgraciadamente muy parecidas.
En su Carta Segunda, casi al final dice en referencia al pueblo español: A pesar de gozar de algunas de las mejores cualidades que un pueblo puede poseer "excúseme usted de este involuntario arranque de parcialidad nacional", estamos más que degradados, nos encontramos corrompidos por aquello mismo que debería servirnos para alimentar y promover las virtudes sociales. Nuestros corruptores, nuestros mortales enemigos son la religión y el gobierno. Presentar de modo brillante las pruebas en que baso esta atrevida afirmación está más allá de mis posibilidades, pero es tal la fuerza de la evidencia que poseo sobre tan triste realidad que casi llegan a aturdir mi espíritu con su presencia.
En la misma misiva, en la tercera o cuarta página de la misma, hablando de las esperanzas renovadoras que se avecinaban en España y en particular en la Cádiz de 1812, dice advirtiendo que él no es un tory ni un fanático: Detesto las ideas niveladoras y desde el fondo de mi corazón aborrezco cualquier clase de expoliación (lo que hoy en día llamamos expropiación o nacionalización). En cualquier caso muchos años tienen que pasar y muy extrañas cosas tienen que suceder antes de que males como éstos lleguen a amenazar a este país. El despotismo español no tiene aquel carácter irritante y cruel que arrastra a un pueblo a la desesperación. No es la tiranía del negrero cuyo látigo siembra deseos de venganza en el corazón de los esclavos. Es más bien la preocupación del ganadero que castra el ganado cuya fuerza teme. El animal injuriado crece sin darse cuenta del daño y después de una breve doma puede pensarse que incluso ha llegado a amar el yugo. Entre nosotros los impuestos no son agobiantes: más bien hay que decir que el sistema está mal organizado y millones de personas de las clases humildes no conocen en que medida contribuyen a la hacienda pública. Todos ellos aman a su rey aunque odien al recaudador de impuestos. Apenas se ejercen hoy día los antiguos derechos señoriales, y tanto los hidalgos (que aunque eran nobles, eran generalmente pobres) como los campesinos encuentran poco que les recuerde el exorbitante poder que permanece dormido en las manos de los grandes a causa de su perezosa vida de cortesanos. La mayor parte de la nación se siente más inclinada a despreciarlos que a odiarlos, y aunque serían contados los que levantarían siquiera un dedo en defensa de sus derechos, menos aún serían los que imitarían a los revolucionarios franceses llevando la espada y el fuego a sus mansiones.
Más o menos como ahora, aunque en estos tiempos el dedo al que hace mención el autor sería el voto, que ni siquiera lo usamos. Y por supuesto desde aquellos tiempos sigue al frente de los recaudadores otro inepto Montoro.
También quiero hacer mención aquí a don Jose Luis Sanpedro, cuyo pensamiento político y científico bastaría para conformar un completo programa de gobierno progresista y revolucionario. Pero las ideas, propuestas y estudios de don Jose Luis, así como la de tantos otros pensadores, grandes o pequeños, conocidos o desconocidos como yo mismo, solo se merecen en este país un patético pasar la mano por el hombro, y sanseacabó.
Aún así, sabiendo de antemano el infructuoso esfuerzo en completar este escrito y otros anteriores del mismo índole, seguiré caminando por este secarral de imaginación, intelecto e ideación (génesis y proceso en la formación de las ideas), procurando plasmar en mis escritos mi pensamiento filosófico y político como diría Will Patton en el papel de General Bethlehem de la película The postman (1997), cuando insistía en mantener su diario como única arma con la que en un futuro más aciago poder defenderse de injurias y mentiras de sus enemigos; en la película dirigida y protagonizada por Kevin Costner, y basada en la novela homónima de David Brin, la película se tituló Mensajero del futuro en España y El cartero en Latinoamérica (algunos datos de la Wikipedia).
En cualquier caso, a mí, como a tantos escritores y pensadores, lo que más me importa no es tanto divulgar mis pensamientos, sino que algunos de ellos sirvan para construir un futuro mejor, futuro que a buen seguro yo no conoceré tal y como van las cosas de lentas.
En otro orden de cosas hay que constatar que los avances en derechos y oportunidades de las últimas décadas en España se han debido exclusivamente al PSOE, y aunque este partido se haya ENCASTADO un tanto por tanto ejercicio del poder, no podemos confundirnos y proponerlo como enemigo de Revolución, y más bien al contrario habrá que contar con sus cuadros, militantes y simpatizantes para lograr nuevas conquistas. Para esta y cualquier otra Revolución, el único enemigo está detrás de las siglas del PP (neoliberalismo) y cobijado bajo las sotanas y los palios (religión).
A quien lea esto le quiero recordar que gracias a la devoción y a la propaganda de ambos actores (PP e Iglesia), este país avanza a trompicones y a la deriva sin rumbo. Parece mentira que en este recien estrenado siglo la derecha más rancia este gobernando país alguno, y que hayan todavía millones de fieles que esperan un Mesías. Tanto la derecha a la que lo único que le importa son sus privilegios económicos, un pueblo sumiso e ignorante y trabajadores explotados, como a la religión que solo cuenta patrañas fabricadas durante siglos de oscurantismo, donde los Papas tenían concubinas (putas hablando en plata) y efebos con los que practicar todo tipo de perversiones, por no abundar en que disponían de ejércitos y organizaban guerras, complots y asesinatos.
La Revolución también deberá de confrontarse con la monarquía, heredera de la más aborrecible CASTA más conocida como nobleza y que sumió a España hasta el siglo xx (20) en un atraso secular que solamente forzó su cambio con la contestación y oposición de las clases obreras.
Este siglo que transcurre no deberá de acabar sin haber conseguido confinar a la religión en sus templos (la mayoría de todos como la Mezquita de Córdoba), a la derecha a sus mansiones procedentes de la expoliación del estado y la explotación del pueblo, y a la nobleza al exilio innegociable del que volvió gracias a la mantanza de más de un millón de españoles a manos del ejército fascista de Franco, Mola, Jose Antonio y otros criminales de su misma calaña.

El primer trabajo de la Revolución.

Y puede que el más importante para preservar la pureza revolucionaria, es tratar de impedir el acceso a infiltrados y personajes indeseables, cuyo afán es o bien dinamitar la Revolución o bien parasitarla. Este trabajo debe ser iniciado desde los primeros momentos ya que de no hacerlo, el nuevo partido adalid de la Revolución quedaría infectado en su centro neurálgico, provocando disensiones y enfrentamientos que avocarían irremediablemente a la escisión y la disgregación de fuerzas.
¿Quienes son estos infiltrados y personajes indeseables?, básicamente se trataría de:
a) Enemigos de la Revolución y de sus objetivos, gentes a sueldo o con intereses en la oligarquía y en los partidos de la CASTA, personajes que tratan de infiltrarse a fin de provocar todo tipo de discusiones y disensiones.
b) Trepas cuyo único afán es ascender en la gerarquía del partido a fin de consolidar una posición de poder, y con el objetivo de vampirizar a la nueva organización revolucionaria.
c) Arribistas o pelotas que suelen aparecer como setas cuando surge un movimiento ascendente, estos van a arrimarse a la sombra del gran árbol para vivir de los frutos que de él se desprendan, sin aportar valores añadidos, bueno estos si aportan algo pero se trata de desvalores, ya que crean en quienes se dejan adular un halo de magnificiencia que además de falso es enfermizo.
La DEMOCRACIA INTERNA en los primeros momentos de la Revolución no puede ser considerada una prioridad, ya que como he tratado de explicar dejar la puerta abierta de par en par puede significar certificar la defunción prematura de LA REVOLUCIÓN PERMANENTE.

El segundo trabajo de la Revolución.

El CAPITAL, los dineros o el neoconservadurismo que para el caso es lo mismo, y lleva entre nosotros toda la existencia humana. Desde los primeros cavernícolas el hombre ha tratado siempre de acumular riquezas y posesiones; hemos pasado de matar por una piel de oso o por una hembra más, a matar por una mina de diamantes o por una mujer más joven y más bella.
Lo de matar por una mujer siempre ha sido y será mientras muchos hombres las consideren un objeto del deseo, al fin y al cabo para los cavernícolas de hoy en día es solo otra pertenencia más. En cuanto al dinero y el poder que conlleva, siempre ha sido objeto de adoración, hemos matado y seguiremos matando por su posesión.
Todas las Revoluciones se iniciaron por su causa, por su mala distribución y la consiguiente acumulación del mismo por unos pocos. También por el mal uso que se le daba, normalmente para satisfacer los delirios de grandeza de los más pudientes y poderosos, para la financiación de guerras, la construcción de palacios e iglesias, y por supuesto para mantener unas estructuras represivas y conservadoras que protegieran a los de la CASTA, tal y como ahora mismo.
Pero también todas las Revoluciones acabaron fracasando por su misma causa, los nuevos mandamases, después de liquidar a sus enemigos, contrarios, opositores y antiguos compañeros de viaje que amenazaban sus ambiciones, volvieron a dejarse deslumbrar por la riqueza, los palacios y el poder en sí mismo.

En cuanto a lo que propugnan muchos revolucionarios sobre la deuda pública y privada para delimitar qué partes de éstas pueden ser consideradas ilegítimas para tomar medidas contra los responsables y declarar su impago. Estoy con el canónigo mayormente, no soy mucho de quitar lo prometido siempre que esto no se haya conseguido ilegalmente claro.
Este punto plantea un problema que puede ser crítico. Pienso que pretender no devolver la deúda, por la causa que fuere, dejaría a España en una situación de financiación muy delicada porque:
1º.- Nadie va a querer prestarnos dinero para atender a los pagos de nuestras importaciones.
2º.- El Club Bilderberg sería beligerante con nuestro pais y solicitaría a sus miembros industriales y financieros el abandono de España.
3º.- Cualquier otro descalabro que imaginarse uno pueda.
Y aún así se podría hacer la guerra al neoconservadurismo que manda hoy en día en el mundo, solo que tendríamos que hilar muy fino y pasar por un calvario de diez o veinte años para remontar la crisis financiera que se nos echaría encima. Deberíamos volver a las cartillas de racionamiento, a la colectivización del campo y las fábricas, al control de las fronteras y a la represión de los enemigos de la Revolución.
O también podemos usar la inteligencia y no malgastar balas en una guerra que nunca podríamos ganar, consiguiendo:
1º.- Alcanzar el 0'0 % de fraude fiscal implantando el MODE del que ya he escrito infinidad de veces, y que se trata del Monedero Electrónico para todas las transacciones de dinero, prohibiendo el uso de dinero en metálico, aunque no su tenencia declarada (toma nota Montoro).
2º.- Tener un control absoluto del gasto público, haciendo uso del mismo bajo unas directrices de eficacia y ahorro; controlando la legalidad y utilidad de todo el procedimiento regulado del gasto, sin que nadie pueda saltarse dichos controles; siendo la Hacienda Pública la que de la orden final de cada uno de los pagos del gasto público (a la hoguera simbólica con los desgraciados de los tribunales de cuentas del país).
3º.- Imponer la prohibición por ley del endeudamiento de las administraciones públicas, que en cualquier caso sería denegado por quien tenga la última palabra.
4º.- Rebajar la deúda mediante negociaciones con los deudores. Aquí habría que usar ideas innovadoras entre las que no se excluirían las del tipo de ingeniería financiera, interviniendo en los mercados con las mismas armas que intervienen los operadores bursátiles (que es que parecemos gilipollas o es que nos gobiernan una manada de robaperas, también desde la Europa de los Mangantes).
5º.- Invertir en ciencia y conocimiento; y ya que disponemos todavía de una enorme cantidad de universidades públicas y centros de conocimiento, montar una auténtica empresa estatal del conocimiento y de la investigación, que provea de I+D a nuestras empresas e industrias, exportando estos recursos como producto con valor añadido (decididamente o somos gilipollas o tontos de andar a cuatro patas).
6º.- Alcanzar y nunca más abandonar el pleno empleo, aunque haya que dedicar los primeros esfuerzos económicos a dar contratos de trabajo público a millones de españoles, que limpiarían nuestros bosques de malezas para que no ardan cada verano, a conservar y adecentar nuestras playas para atraer más turismo de sol, lo mismo en el medio rural, ayudando a nuestros productores agícolas y ganaderos, y un largo etc. (que todos pregonan y ninguno pone en marcha).
Y desde luego que se podrían hacer más cosas, pero yo, por hoy dejo hasta aquí el Segundo Trabajo de la Revolución.

El tercer Trabajo de la Revolución.

El trabajo, la industria y otros procesos productivos, son el motor de las economías, tanto privadas como públicas y como tales motores no podemos permitir que sean utilizadas para doblegar a los pueblos y a las naciones, y mucho menos a la Revolución.
En 1928, Iósif Vissariónovich Stalin reemplazó la Nueva Política Económica de la década de 1920 por una economía planificada muy centralizada y por planes quinquenales que iniciaron un período de rápida industrialización y de colectivización económica en el campo. Como resultado, la URSS pasó de ser una sociedad mayoritariamente agraria a una gran potencia industrial, siendo esta la base de su aparición como la segunda mayor economía del mundo después de la Segunda Guerra Mundial (datos de la Wikipedia).
Es cierto que Stalin y sus planes resultaron a la larga un fiasco, pero esto se debió a que los dirigentes y el aparato político que dominó la Unión Soviética, fueron seducidos por el poder y olvidaron que ellos eran meros empleados de la Revolución, pasando a ser sus amos y benefiaciarios de los logros revolucionarios, auto obsequiándose con todo tipo de privilegios y prevendas.
Y sobre los franceses nada bueno que decir, estos se apresuraron a crear una industria idónea únicamente para las labores del matar; primero con la guillotina para separar con rapidez las testas de los criminales de la innoble nobleza; y después los mosquetes, pistolas y los cañones para doblegar al resto de Europa, y si se ponía a tiro el mundo entero, o al menos eso es lo que pretendió Napoleón al apoderarse de la propia Revolución.
Una vez repasada la breve historia revolucionaria, hay que decir que el trabajo y sus herramientas, en un sentido amplio del término, debe de ser considerado como uno de los TRABAJOS DE LA REVOLUCIÓN más importante, y al que prestar una especial atención.
Para la Revolución este es un tema, como ya he apuntado o he creído apuntar, de vital importancia, ya que sin puestos de trabajo, sin industria y con un medio agrario esquilmado y aplastado por los caballos de Atila (léase los mercados y los intereses bastardos de la oligarquía económica), cualquier Revolución no sobrevivirá a las embestida del capital y de sus empleados.
También es cierto que si la Revolución empieza a confiscar o a nacionalizar industrias y terrenos, se le echarán encima todos los perros del neoconservadurismo, y estos no pararán hasta hacer presa y sentir como se derrama la sangre caliente de su víctima en sus atroces fauces.
Pero si que hay formas de concluir este TRABAJO DE LA REVOLUCIÓN, y estos son los puntos sobre los que incidir para llevarlo a cabo, pero aviso, de momento esto son solo unos primeros apuntes que más tarde se desarrollarán:
1º.- Ordenar las prioridades: la alimentación, la salud, la vivienda y la educación. Estos cuatro campos de produción deben de ser nacionalizados ipso facto, en una parte importante como para garantizar las necesidades básicas de la población, y aunque con toda seguridad deberán tratarse por etapas, estas nunca deben de paralizarse, como se suele decir: paso a paso pero sin pausa.
2º.- Paralizar y denunciar las concesiones administrativas en las que se hayan producido irregularidades conforme a las leyes vigentes en el momento de las concesiones. Conformar una nueva legislación en la que primen los principios del interés general y del bien social.
3º.- Crear una banca nacional, pero sin nacionalizar las existentes que costaría una pasta gansa, basada en las cuentas obligatorias y de libre disposición en la nueva banca de todos los empleados de la administración, de todos los perceptores de pensiones y de cualquier tipo de ayudas. Cuestión que resuelve de forma automática el MODE (monedero electrónico), cuyo efectivo daría una posición dominante de forma inmediata a la nueva banca nacional.
4º.- En vista que la ciencia avanza que es una barbaridad, olvidarse de nacionalizar industrías a menos que las oferten a un precio más que razonable. Y por el contrario implementar duras leyes que obliguen a las industrias a reciclarse, así como a fiscalizarlas de forma más expeditiva, ilegalizando cuantas actividades vayan en contra del bien común y la sostenibilidad. Y basándonos en los avances científicos, que se potenciarían vía la utilización de la masa gris de la red de universidades públicas, se debería invertir en la creación de nuevas industrias que compitan con las actuales o abran nuevos cauces de negocio. Estas industrias se podrían privatizar en un futuro pero con estrictas normas de utilidad pública y de sostenibilidad medioambiental.
5º.- Otra serie de medidas que ya se irán explicando, pero que deberán seguir la vía de la no confrontación directa con los intereses del capital, y buscar mejor la conciliación de intereses de cada parte para bien del interés general.

El cuarto Trabajo de la Revolución.

La protección a ultranza de los más débiles, ya que una Revolución que no cumpla este requisito se puede dar por espuria (bastarda, que degenera de su origen o naturaleza, falsa, engañosa).
En cualquier caso y teniendo en cuenta que un programa no se puede ni debe dejarse de cumplir como hacen otros que tú y yo sabemos, siempre se podrán ampliar hasta que alcance a todas y cada una de las personas que precisen de la protección de la sociedad para tener y disfrutar de una vida digna a la que todos somos merecedores.
Pero proteger y ayudar a los más débiles no es en sí mismo el objetivo primordial de este trabajo de la Revolución, sino el de dotarles de los mecanismos y de las armas para que se autoprotejan y hagan valer sus derechos; para este fin hay que movilizarlos para la causa revolucionaria, que vayan a votar y ejerzan su derecho democrático apoyando a quienes le apoyan y le defienden, a la Revolución.

El quinto Trabajo de la Revolución.

La protección a ultranza de los militantes de la Revolución, puesto que son la base de la misma, y ya que en los primeros momentos de la Revolución, son acosados y acusados por las administraciones y por los empleados de la CASTA, hay que advertir a los acosadores y atacantes, y asegurar a los compañeros y compañeras que la Revolución toma cartas en el asunto desde el primer momento y perseguirá, acosará y denunciará a los que atenten contra sus derechos, ya sean estos de reunión, organización, manifestación y cualquier otro acto que no atente contra los derechos humanos de la CASTA y sus acólitos y/o de sus empleados.
Y esto conviene apuntarlo en los primeros momentos ya que nuestros compañeros de causa están siendo encarcelados en estos días por ejercer sus derechos a la huelga y a la contestación, derechos constitucionales en esta España de 2014, que son ninguneados por algunos y algunas jueces, que actúan más como empleados de la CASTA que como representantes últimos de la Justicia Verdadera y Universal. Aunque para mí la justicia siempre será más artificio que verdad.

El sexto Trabajo de la Revolución.

Trabajar el presente peparando el futuro de la Revolución, ya que si no cuídamos y formamos a nuestros jóvenes en el ideario revolucionario, el futuro no será propicio para la Revolución.
Hay quien puede pensar que este trabajo está de más, que es como lanzar al viento gritos de guerra, que no tenemos el derecho de inculcar los ideales revolucionarios en nuestros hijos; bueno, seguramente estos críticos pertenecen a la CASTA, a la Iglesia, a la Falange o a todos ellos.
Y al hilo de lo dicho, la Organización Juvenil Española más conocida como OJE y a la que yo mismo pertenecí en ni infancia se aprecia, aparte de la evolución lógica de la organización que ya permite el acceso de las mujeres, se aprecia, digo, la indumentaria claramente militar, además de, claro está, que se les instruye en CAMPAMENTOS, eso sí de verano, preciosa fórmula cuartelaria y por ende militar, con claras consignas de clase.
También es preciso recordar que la OJE depende, o al menos dependía en los tiempos de Antonio de Falange Española de las JONS, que aunque ahora se ha civilizado un poco, mantiene intactas sus señas de identidad de clase y anti revolucionaria.
Para rematar solo apuntar que nuestra Santa Iglesía Católica no pierde un segundo en catequizar y adoctrinar a cuanto menor se acerca a ella; su derecho tienen de hacerlo, aunque hoy por hoy lo hagan a costa de los Presupuestos Generales del Estado, osea los juldós (dineros) de todos.

Así puestos y una vez informados de que los de la CASTA llevan toda su vida preparando y adoctrinando a los jóvenes en sus ideales, hay que ponerse manos a la obra, y mejor ayer que mañana empezar a montar nuestros propios campamentos juveniles. Eso sí, campamentos monitorizados por personas idealistas de carácter revolucionario y de formación humanista y progresista.
En estos campamentos, a parte de enseñar a nuestros hijos Filosofía e ideales democráticos, cosa que el gobierno pepero está decidido a eliminar para siempre de los libros de texto, podemos aprovechar para alimentar a todos esos menores que hoy conforman un ejército de hambrientos de alimentos sólidos y reales.
El futuro, recordadlo como marcado a fuego, se escribe en el presente.

El séptimo Trabajo de la Revolución.

La Revolución tiene que llegar con toda su fuerza al capítulo de las inversiones públicas. Hasta ahora una ingente cantidad de recursos económicos públicos se regalan a las grandes empresas y a otras no tan grandes, vía deducciones fiscales, contratos y concesiones públicas onerosas (gravosas) para las arcas públicas, dádivas sin retorno y un largo etcétera. Esto que solo beneficia al empresario debe de acabarse para siempre, la empresa que quiera obtener rendimientos deberá hacerlo por su cuenta y riesgo, ya que cuando obtienen píngues beneficios no lo reparten con la administración, y si pueden lo evaden.
En el nuevo tiempo revolucionario, las inversiones públicas deben de estar dirigidas mayormente a crear empresas públicas con una alta contratación de mano de obra; sin duda hay muchos campos donde emplear el dinero de todos, como podría ser la limpieza y conservación de nuestro medio ambiente, tanto terrestre como marino, pero no es este el lugar de especificarlos, al menos no en esta primera fase de exposición de este TRABAJO DE LA REVOLUCIÓN.
Aún así hay que decir que con teinta mil millones de euros anuales se puede mantener una plantilla equipada de un millón de trabajadores, a los que además no habría que subvencionar con ayudas al desempleo, siendo una potente máquina de producir riqueza y nuevos puestos de trabajo.
Pero lo más importante es diseñar una estrategia de futuro con esas inversiones, por lo que hay que invertir en actuaciones que perduren y que a su vez generen estabilidad y nuevas oportunidades de negocio. En ese orden de cosas invertir en mantener limpios nuentros montes de maleza evita incendios y daños en las propiedades que luego nadie quiere asumir y ocasionan pérdidas millonarias, y por supuesto, impiden o dificultan el retorno y la fijación de turistas y población estable e inversora.

El octavo Trabajo de la Revolución.

Es convertir en reales las reales palabras (valga la redundancia) del hasta el miércoles 18 de junio de 2014 Rey don Juan Carlos I, cuando en Navidad dijo que todos somos iguales ante la ley.
Pero no solo esto hay que tener en cuenta y hacer realidad, sino que la Revolución debe de ir un poco más allá, debe promover la igualdad en el acceso y recursos a la Justicia, esta sí y ahora con mayúscula.
Sin igualdad no hay justicia que valga, cuando un ciudadano con un sueldo mínimo se tiene que enfrentar a una multinacional, a un poderoso o a una administración, éstos suelen estar apoyados por un gran plantel de abogados y recursos económicos, y aprovechan todos los mecanismos habidos y por haber para dilatar los tiempos procesales, que son vitales para el más débil, y recurrir todo lo recurrible.
La Revolución deberá de poner en marcha una nueva Justicia Igualitaria y Universal, y expulsar de la carrera judicial a quienes han ejercido y ejerzan hábitos de justicia alejados de estos ideales.

El noveno Trabajo de la Revolución.

Es conseguir la colaboración de la sociedad mediante mecanismos de participación ciudadana en todos los ámbitos.
El modelo actual basado en la contratación de supuestos expertos, en realidad enchufados a dedo para pagar favores y enrriquecer amiguetes del alma; así como las auditorías externas filón para detraer millonarias cantidades a las arcas públicas, o las poco claras colaboraciones de la empresa privada con la administración a la hora de diseñar estrategias de gasto público; son todas un vasto campo abonado para la corrupción y el desfalco organizado de los dineros públicos.
La Revolución debe buscar e impulsar un nuevo modelo en que la primera opción de gasto público pase por las recomendaciones hechas por y desde las ágoras ciudadanas y sectoriales, mediante procedimientos basados en la democracia y la participación de los afectados y beneficiarios de estas inversiones y gastos.

El décimo Trabajo de la Revolución.

Es hacer del Deporte una Cuestión de Estado. En cualquier caso he de decir que aunque el deporte parezca que está consolidado en nuestras sociedades modernas, la cosa anda bastante lejos de ser una realidad.
El deporte dió un gran salto cuando los griegos, según indican los registros y la Wikipedia, comenzaron con sus olimpiadas en el 776 a. C., claro en Olimpia (Grecia), y se celebraron hasta el 393 d. C. Los Juegos se disputaban normalmente cada cuatro años o una Olimpiada, que era una unidad de tiempo. Durante la celebración de los Juegos se promulgaba una tregua o paz olímpica, para permitir a los atletas viajar en condiciones de seguridad desde sus países hasta Olimpia.
Visto ésto habría que decir que gracias al deporte miles de griegos alargaron un tiempo sus vidas al no tener que combatir y matarse entre ellos para complacer las ambiciones de sus reyezuelos, vamos la historia de siempre. A mi me gustaría que de una vez por todas el deporte erradicase para siempre las guerras, que las selecciones nacionales reemplacen a los ejércitos, y que las únicas confrontaciones sean entre deportistas y bajo las normas que el francés Pierre Fredy de Coubertin (Barón de Coubertin), trató de inculcar a los mandamases de su época para unir en una extraordinaria competición a los deportistas de todo el mundo, bajo el signo de la unión y la hermandad, sin ánimo de lucro y sólo por el deseo de conseguir la gloria, competir por competir, como dice la frase de Ethelbert Talbot "Lo importante no es vencer, sino participar", frase mal atribuida a Pierre de Coubertin (algunos datos también de la Wikipedia).
Con el mismo propósito de la idea genial de los griegos de parar las guerras y las del Barón de Coubertin de unir a los pueblos, la Revolución debería de afrontar este trabajo inconcluso de la humanidad, que la Declaración Universal de Derechos Humanos no reconoce implícitamente y que sin duda debería estar claramente expuesto y como alternativa a las masacres guerreras que han asolado este mundo desde el inicio de las civilizaciones y a día de hoy sigue masacrando, mayormente, a los pobres de la Tierra.
Además de un derecho y una buena idea con miles de años de existencia y palpables resultados, el deporte es una escuela en los primeros años de vida de los infantes para el desarrollo de un cuerpo bien formado, una sana personalidad, un aprendizaje de la solidaridad, la hermandad y la colaboración, amén de un sin fin de beneficios físicos y morales, aparte de los apuntados, que incluso nuestros hermanos primates practican en su fase infantil.
Hoy en día la sociedad ha favorecido el mercantilismo, el espectáculo y la adoración de las estrellas del mismo, convirtiendo esta sana actividad en un mero saca cuartos, promoviendo las apuestas y la mercadotecnia de las grandes empresas a través de su patrocinio interesado, nada más lejos de las ideas del Barón de Coubertin de unión, hermandad y sin ánimo de lucro, y de los griegos como receso de las guerras.
Así que aquí hay faena, y no solamente mía, sino de la humanidad entera.

El undécimo Trabajo de la Revolución.

Es conseguir para nuestra nación y para los pueblos de la Tierra una democracia verdadera.
Hago aquí punto y aparte porque este trabajo de la Revolución no es manco, que diría uno de nuestros paisanos de los campos de la Castilla Ancha y la Extremadura Olvidada; hablo de nuestra nación y de los pueblos de la Tierra porque la Revolución o es global o no es, y o se gana su calificativo de verdadera o es incierta.
La internacionalización de la Revolución es un objetivo irrenunciable como seguro que dijo Trosky y lo que le costó la vida a manos de un sicario catalán en nuestro lindo y amado México, y esto es así porque el Neoconservadurismo, enemigo natural de la Revolución, es también global. La Revolución desde el primer día debe ser guiada por pilotos internacionalistas, debe coaligarse con otros movimientos revolucionarios de todo el orbe, eso si sin renunciar a que sus aliados busquen, fomenten y defiendan la democracia verdadera.
La democracia debe ser verdadera, y para conseguir este noble objetivo inconcluso en la nuestra que más mal que bien es vigilada, debe evitar a toda costa prohibir, pasando a regular nuestros actos y actividades; y siempre, claro está, que no se trate de actos y actividades que atenten contra los derechos humanos y las aspiraciones positivas de las mayorías e incluso o sobre todo de las minorías.
Las prohibiciones por lo general solo consiguen aumentar el número de delitos y de delincuentes, por lo que han de ser las mínimas posibles. Por ejemplo un Gobierno Revolucionario jamás debe prohibir posiciones neoconservadoras, aunque estará legitimado para regular sus actividades en la búsqueda y la aseguranza del bien común.

El duodécimo Trabajo de la Revolución.

Es pasar a la acción, sea revolucionaria o simplemente humanitaria que lo mismo da que da lo mismo, denunciando públicamente toda agresión a la ley, a los derechos humanos, a los derechos conseguidos y por tanto adquiridos, los derechos de los animales y de la naturaleza, etc, etc.
No estoy hablando de denuncias formales ya que los transgresores suelen estar bien parapetados con amplísimos recursos jurídicos y patrimoniales, con lo que hacen inútiles en muchos casos cualquier acción ante los tribunales. Me refiero a la denuncia pública y notoria, al activismo revolucionario y a la contestación democrática y legal.
Ayer, día 24 de julio de 2014, oía en las noticias de la dos y compruebo en la web de Unicef, que sobre pobreza y desigualdad: un 27,5% de los niños españoles vive en riesgo de pobreza; y sobre fracaso y abandono escolar: en ambos casos, afecta por encima del 23% de nuestra infancia. Bien esto es un casus belli flagrante, ya que si una cuarta parte de nuestros niños están siendo descartados por esta sociedad enferma, no tendremos más futuro que el estamos provocando.
Es el momento de la movilización de las masas, de la superación de las divergencias entre quienes piensan que otro mundo mejor y más justo es posible. Ahora que al gobierno del PP se le llena la boca con las rebajas de impuestos, sobre todo a los más ricos no os lo perdáis, y el aumento de los contratos laborales, mayormente en precario y con sueldos de miseria, mientras miles, cientos de miles, o más bien millones de españoles ven como pasa el tren de la prosperidad sin detenerse para que puedan subirse a él, ahora es el momento de decirles a la cara que nuestro voto jamás recalará en las siglas que tanto daño han hecho a tantos.

El decimotercer Trabajo de la Revolución.

Es salvar el mundo natural y defender a ultranza el derecho a existir. Somos parte indisociable del Cuerpo Natural que conforma la vida tal y como la conocemos; pero hace unos ocho mil años (8.000) los humanos empezamos a manipular los recursos naturales en la que conocemos como la Edad del Cobre, y con nuevos recursos nuevos proyectos para doblegar el mundo natural, para iniciar los procesos de extinción de especies animales, así como la roturación conforme a los deseos humanos del medio rupestre.
La codicia y la irresponsabilidad de nuestra especie nos ha llevado en las últimas centurias a poner en serio peligro la vida en la Tierra. No hay duda de que se trata de un problema que a través de los siglos hemos convertido en patente y probablemente ya sin solución. Al albur de estas reflexiones estos días he visto en la tv (no recuerdo el canal) un reportaje sobre el vertido de material bélico en nuestros mares y oceános, sobre todo por norteamericanos y soviéticos; material que después de setenta años (fin de la 2ª guerra mundial) de haber sido arrojados a las aguas por descerebrados gobernantes, empiezan a fluir entre las corrientes marinas, y que en pocas décadas podrían acabar con toda vida sobre el Planeta Azul.
Y si de alguna forma aún estamos a tiempo de cambiar nuestro predecible destino, solo puede venir de la mano de un activismo radical y beligerante contra las políticas agresivas y destructivas de quienes son los amos del capital, y al parecer de nuestros destinos.
Vistas así las cosas, a la Revolución solo le queda posicionarse clara y determinadamente por la conservación, que no es conservadurismo sino realidad.
La conservación debe ser un giro planetario, pero mientras que las naciones discuten quien debe de dar el primer paso, la Revolución debe hacerlo por ellas sin esperar a que otros la imiten, aunque si buscando alianzas para que la vida siga adelante.
En España, a parte de buscar imitadores, la Revolución debería decretar Santuario Natural la mayor parte de nuestro territorio nacional y de las aguas que nos rodean, aunque para esto habrá que usar algo más que buenos deseos y leyes protectoras, ya que se precisará de toda la inteligencia y de todas las masas grises de nuestros científicos para parar la devastación medioambiental que está en marcha, revirtiendo sus consecuencias.
Según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar todo los países tienen derecho a un zona económica exclusiva, que no puede extenderse más allá de 200 millas marinas (unos 370 km.). Sobre esta base se crearía la mayor reserva marina del Mundo.
Este proyecto revolucionario no está en contra de una explotación sostenible e inteligente de los recursos marinos, pero teniendo en cuenta nuestra proyección turística, los avances en piscifactorías y la imperiosa necesidad de la conservación, estaríamos hablando de un tren que no nos podemos permitir el lujo de dejarlo pasar.
En cuanto al Santuario Marino la propuesta revolucionaria pasa por dar un cambio radical a la forma de relacionarnos con nuestros mares y los de los vecinos. Yo me crié siendo educado en la falsa crencia de que los mares y océanos eran una inagotable despensa; pero la realidad es bien distinta como sabemos desde hace muchos años. El ser humano ha arrasado con la vida marina en una forma y en una escalada sin precedentes desde la extinción de los dinosaurios, para la flora y fauna marina somos como un armagedón, somos su apocalipsis. Y para nada estoy exagerando y me atengo a los datos y hechos probados.
Últimamente se está avisando por numerosos científicos y grupos ecologistas que los millones de toneladas de desechos nucleares y militares que han sido arrojados por las grandes potencias (léase USA y URRS, ahora Rusia) al fondo marino, están en avanzado estado de corrosión y llevan años desprendiendo sus letales contenidos al medio terrícola de más rápida propagación. Los mares y océanos, además de ser parte indisociable de nuestro mundo, es la primogenia cuna de la vida, así como la mayor productora de oxígeno y alimentos del globo terrestre. Sin ellos no puede existir la vida en este planeta, pero parece ser que al capital y a los gobernantes no les importa un huevo, y esto me cabrea mucho.
Así que cuando España sea gobernada por un gobierno revolucionario deberá poner muchos esfuerzos y muchos científicos en la tarea de preservar el santuario de la podredumbre que nos acecha y que ya es un hecho constatable en muchos puntos de las extensas aguas marinas. La ciencia deberá planificar y poner en marcha todos los recursos, procedimientos e invenciones actuales y venideras para frenar el ataque mortal que vamos a sufrir en las próximas décadas.
Es sabido que en el mar los desechos contaminantes se propagan con gran facilidad, de hecho la radiación escapada en el desatre Fukusima ya está presente en la costa este de Estados Unidos. Así que los científicos deberan descubrir bacterias que destruyan estos enemigos visibles o no, y procedimientos que impidan su avance por nuestras costas y mares. Yo no sé bien cómo, pero si sé que la única forma de parar esta hecatombe que se nos viene encima es juntar todas las masas grises disponibles para enfrentar sus predecibles y cercanos efectos.
Deberemos crear gigantescas barreras coralinas, que a la vez que sirvan como habitat de las especies marinas, ejerzan de barrera natural contra la diseminación de las letales sustancias que se están expandiendo como criminal gangrena por todos los océanos. Luego se podrá infectar estos arrecifes con asesinos biológicos de tales venenos, en una magnitud que contribuya no solo a mantener impolutas las aguas del santuario, sino que puedan colonizar otros mares limpiándolos de la maligna obra del hombre.
Sobre estas barreras de corales artificiales, se me ha ocurrido cómo hacerlos en la mar abierta gracias a un documental de la tele que trataba de la energía eólica en el mar, para ello clavaban unas enormes pilastras de acero en el fondo marino sobre las que emergían las típicas torres con aspas de gigantescos molinos. Bien a partir de estos pilones se puede construir una estructura sumergida a diferentes profundidades, que en forma de aspas conformen unas gigantescas redes paneladas, las cuales girarían al vaivén de las corrientes marinas. El movimiento produciría energía eléctrica y los paneles albergarían corales protegiendo y dando un nuevo habitat a las especies marinas.
Hemos llegado a un momento de nuestra civilización en el que no podemos esperar la protección divina, que por cierto nunca va a llegar, y apremiar a los científicos a investigar y descubrir las armas que serán precisas para combatir en este armagedón que ya empezó ayer.
En cuanto a qué hacer con nuestra flota pesquera, solo existe una solución, y ésta es la de la reconversión, dedicándola a poblar nuestros mares de miles de factorías de vida, actuando de obreros, vigilantes y protectores de nuestros mares, potenciando los trabajos de preservación del habitat marino del nuevo santuario, con actividades de construcción de los diques biológicos o arrecifes de agua fría o caliente, y de profundidad o de superficie según las zonas. Gran parte de esta flota y su seguramente necesaria ampliación de la misma, podría dedicarse a la creación de piscifactorias marinas sostenibles con el resto de la fauna y flora, así como a la explotación de los recursos turísticos, sostenibles de nuevo con el medio ambiente.
En fin esto son solo ideas puntuales sobre las que empezar a trabajar una vez la Revolución tenga el poder en esta Piel de Toro.

En este proyecto revolucionario también entraría la conservación a ultranza de la naturaleza en el marco terrestre, propiciando un buen entendimiento entre las explotaciones agrícolas y ganaderas con el medioambiente y la protección de nuestra fauna y de nuestra flora, y territorio para ello tenemos de sobra, así que pongámonos mano a la obra.
Como ya he apuntado en el séptimo trabajo hay que mantener limpios de maleza y basuras nuestros campos y montes. Pero no hay que quedarse ahí, la Revolución debe propiciar un nuevo modelo agrario y natural que deberá atender los siguientes puntos y algunos más que sean útiles y beneficiosos para este nuevo modelo:
1º.- Concentrar las explotaciones ganaderas cerradas en zonas con los servicios adecuados para tales explotaciones, como sistemas de depuración de aguas y de aprovechamiento de desechos y purines.
2º.- Dispersar las explotaciones ganaderas abiertas para que los ganados contribuyan con el pastoreo a reducir las áreas incendiables por exceso de maleza.
3º.- Dispersar las explotaciones agrarias de proximidad y minifundistas, favoreciéndolas con intervenciones tanto a nivel económico con precios justos para sus producciones, como a nivel de mano de obra con cuadrillas públicas de mejoramiento de las explotaciones.
4º.- Concentrar las explotaciones agrarias industrializadas en zonas con los servicios adecuados para tales explotaciones, como sistemas de depuración de aguas y de aprovechamiento de desechos. En todos estos cuatro casos las actuaciones se acompañarían de estructuras de almacenamiento, distribución e investigación, estas últimas concentradas por regiones.
5º.- Habilitar conexiones naturales para la dispersación de las especies naturales por toda la península. Sobre las islas habría que ver caso por caso.
6º.- Creación de grandes parques naturales, potenciando las especies naturales propias, y protegiendo la faúna salvaje.

Y parafraseando al actor que protagonizaba el papel de Presidente de los Estados Unidos en la película Independece Day, en su arenga en el ataque final a la flota extraterrestre, debemos declarar al unísono que: ¡No desapareceremos en silencio en la oscuridad!. ¡No nos desvaneceremos sin luchar!. ¡Vamos a vivir!. ¡Vamos a sobrevivir!. Y remato yo: ¡Vamos a luchar por nuestro derecho a existir!.

domingo, 10 de febrero de 2019

La democracia 1ª parte.



La igualdad entre hombres y mujeres, entre personas

En la Declaración unánime de los trece Estados Unidos de América del 4 de julio de 1776 por el que declaran la Independencia de la nueva nación de la Corona inglesa, dejan claro en su preámbulo que: "Sostenemos como evidentes estas verdades: que los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad".

Pero lejos de quedarse ahí, prosiguen aseverando: "Que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que no se cambie por motivos leves y transitorios gobiernos de antiguo establecidos; y, en efecto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a padecer, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia aboliendo las formas a que está acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, evidencia en designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y proveer de nuevas salvaguardas para su futura seguridad".

En la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano (Déclaration des droits de l'homme et du citoyen), que aprueba la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789, más de trece años después que la declaración norteamericana, en su primer artículo deja bien claro que: "Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común".

Y continúa en su artículo segundo con una clara definición de los objetivos políticos y de ciertos derechos básicos afirmando que: "La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Esos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión".

Con el tercer artículo deja claro de donde proviene la autoridad y quien puede ejercerla: "La fuente de toda soberanía reside esencialmente en la Nación; ningún individuo, ni ninguna corporación pueden ser revestidos de autoridad alguna que no emane directamente de ella".

En estos días en los que los Tribunales de España se están levantando contra el pueblo, dictando absurdas sentencias contra quienes hacen bromas sobre las desgracias de los asesinos que en el año 1936 se levantaron contra la República de España y gracias al apoyo de los fascistas de Europa, Hitler y Mussolini, destruyeron la incipiente democracia española, asesinaron a cerca de un millón de españoles y condenaron al exilio a toda una generación, dejando un pais devastado, arruinado y lleno de fosas comunes que aún siguen ahí avergonzando al mundo. Una dictadura en la que durante décadas fueron ajusticiados y represaliados cualquiera que fuera denunciado o se sospechase de su pasado republicano, cuando en las cárceles de la muerte se entraba arrastras y se salía con los pies por delante. Asesinos compinchados con una parte importante de la población española que como si estuvieran en una bacanal cainista, arreciaron a pedradas contra el rival, contra el vecino, contra el hermano y arriaron los cadalsos donde colgar hasta expirar a quienes mamaron su propia leche y compartieron las calles y los campos de sus pueblos. Estos asesinos sublevados que determinaron un plan de exterminio contra todo lo que significara igualdad, libertad o derechos al estilo francés o al estilo norteamericano, que lo mismo da, pero ellos solo querían robar y robaron la libertad, los derechos, la democracia, los bienes y las vidas; hicieron esclavos de los derrotados, torturaron en nombre de un dios menor, impío y sangriento, instituyeron tribunales del odio y la venganza. Y estos enemigos de la democracia aún siguen entre nosotros y habremos de soportar sus ataques, sus injusticias y sus atropellos, porque en España aún no ha llegado la democracia, rigen nuestros destinos los nietos de los sublevados, pero el pueblo apenas si despierta de su modorra, que entre drogas de diseño, cajas tontas y las mentiras de siempre llega a darle el voto el trabajador al hijo de los almirantes que se alzaron contra sus propios abuelos.

Y digo que en estos días la democracia se aleja de la pie de toro a golpe de sentencias, mientras se obvian los avisos de la ONU, que como dicen algunos es nicho de comunistas, que piden a España saque de las cunetas a los fusilados por los asesinos franquistas, cuando Europa avisa a España de que se abusa sistemáticamente del poder para doblegar a los trabajadores con salarios de hambre, que se permite la usura de los bancos y abusos de posición, que se impide la autogeneración eléctrica. Incluso cuando se les insta a rectificar una ley hipotecaria que desahucia a miles de familias y que los tribunales siguen aplicando contra la jurisprudencia europea. Pues bien esos mismos tribunales condenan los chistes contra los asesinos sublevados. ¿Dónde coño está la democracia?. ¿Quién coño la ha secuestrado o escondido

La democracia 2ª parte.



Una parte esencial de las democracias occidentales, a las que tan a menudo les gusta recurrir al PP, al PSOE y ahora también a C's, es el compromiso que se deriva de la formulación constitucional en que se refleja el contrato entre la sociedad y sus dirigentes o clase política, la que conforma vía elecciones democráticas, valga la redundancia, el poder público. Sin este contrato la sociedad estaría abocada a la ley del más fuerte o ley de la jungla. Viviríamos en un continuo conflicto, donde las dispustas más mínias se resolverían mediante ajustes de cuentas, habrían emboscadas sangrientas y el precio de la vida sería el valor de un bledo.

Pero hoy en día en España y cada vez en más países de nuestro entorno, las élites gobernantes parecen haber olvidado la letra del contrato, y se están vendiendo descaradamente a los poderes económicos a los que parecen adorar y sirven, la mayoría por meros pero importantes devengos en forma de corrupción pura y dura, otros más zorrunos por sillones en los consejos de administración que tratan de legalizar a la par que mantienen sus enormes privilegios de ex gobernantes.

Y cuando se les requiere por la dejación de sus obligaciones, tratan de enmascarar sus actos, más que próximos al delito, con una falta de presupuesto, con la culpa es de la crisis, de la longevidad de las personas, de lo elevado de las pensiones, de la situación internacional, de los conflicto en donde Jesús perdió las chanclas, o simplemente de los problemas de candidiasis del coño de la Bernarda. El caso es que jamás los problemas se deben a su negligencia, a su falta de coraje, su inutilidad innata, su inexperiencia, su corrupción, su mala gestión o simplemente su estúpida inopia o ignorancia absoluta que viene a ser lo mismo.

A nuestros dirigentes que no líderes hay que recordarles que en el contrato constitucional que ya he mencionado se especifica claramente, sobre todo en el capítulo 3º de los principios rectores de la política social y económica, que los poderes públicos:
- artículo 39: aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia, la protección integral de los hijos.
- artículo 40: promoverán las condiciones favorables para el progreso social y económico, una política orientada al pleno empleo y garantizarán el descanso necesario, mediante la limitación de la jornada laboral, las vacaciones periódicas retribuidas y la promoción de centros adecuados.
- artículo 41: mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo.
- artículo 42: velará especialmente por la salvaguardia de los derechos económicos y sociales de los trabajadores españoles en el extranjero y orientará su política hacia su retorno.
- artículo 43: organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios.
- artículo 44: promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho, promoverán la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio del interés general.
- artículo 45: velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente.
- artículo 46: garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad.
- artículo 47: los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.
- artículo 48: promoverán las condiciones para la participación libre y eficaz de la juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural.
- artículo 49: realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la atención especializada que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este Título otorga a todos los ciudadanos.
- artículo 50: garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio.
- artículo 51: garantizarán la defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo, mediante procedimientos eficaces, la seguridad, la salud y los legítimos intereses económicos de los mismos.

Estos artículos, junto al 51 que no he incluído, conforman el capítulo 3º del título 1º de los derechos y deberes de nuestra amada Constitución de 1978, la viejita, y solo rematar que ni uno de estos doce artículos aquí recortados en lo básico se cumple en la actualidad, por lo que hay que decir sin reparos que nuestra amantísima Constitución del año del Señor de 1978 es incumplida sistemáticamente por nuestra clase gobernante. Y no basta con que nos vengan estos cuenta cuentos y correveidiles de tres al cuarto que los artículos constitucionales se hicieron para ser desarrollados en leyes, y como si nos tomasen por idiotas e ignorantes del culo de una reína, no le quitan polvo a los años pasados y dan a entender que con casi cuarenta cumplidos aún no han tenido el tiempo sus malditas señorías para llegar a poner en una puta ley estos derechos del copón bendito. Y dígoselo a sus señorías con o sin recato, con o sin un poquito de respeto a la Cámara de inútiles que viven del cuento a cuenta de los ciudadanos, sufridos ciudadanos españoles.

La democracia 3ª parte.



Imaginaros que vivís en una democracia donde supuestamente todos los ciudadanos son iguales y libres con derechos y obligaciones, excepto una parte importante de ellos o ellas que pueden ser explotadas como si fueran objetos y carecieran de cualquier derecho. Estas ciudadanas, que lo son de segunda, no son elegidos al azar, sino que los son por ciertas condiciones que reunen, a pesar de que tales cuestiones estén prohibidas expresamente en las leyes que esa democracia se ha dado a sí misma.

Supongo que en esa democracia los ciudadanos son todos delincuentes, pero los gobernantes, jueces y policías aún lo son más, de hecho estos tres últimos grupos de ciudadanos son los que harían el papel en una banda criminal organizada de: jefes mafiosos (los gobernantes), acusadores, delatores y falsarios (los jueces) y sicarios (los policías). Esta supuesta  democracia sería cualquier cosa menos un lugar digno donde vivir, aquí el imperio de la ley sería una utopía delirante, cualquiera estaría legitimado para dar un golpe de mano y usar la violencia extrema para derrocar, primero, y ajusticiar, después a los componentes de la miserable banda criminal, para después en concepto de castigo, esclavizar a la miserable población que a sabiendas permitía la explotación de las personas señaladas como explotables por la banda de  criminales.

En España y en nuestra Constitución de 1978, en su Título Primero: De los Derechos y Deberes Fundamentales.
Su artículo 10 indica que:
1. La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social.
2. Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España.

La propia Declaración Universal de los Derechos Humanos declara en sus primeros artículos que:
artículo 1.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2.
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 3.
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Artículo 4.
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.
Artículo 5.
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Cuando en esta democracia española cientos de miles de mujeres se prostituyen en las calles, las carreteras, los prostíbulos, casas y chalets particulares e incluso debajo de un puente, sin que se pueda demostrar de que no lo hacen bajo coacción. Habiendo plena costancia de que tal actividad es degradante y conlleva riesgos tanto para la salud, física y mental, como para la seguridad y es un claro sintoma de la degradación de una sociedad en la que los valores de las personas apestan como las meaderos públicos de antaño. Son las líneas rojas con las que se demuestra que muchos no están haciendo su trabajo y que el resto está mirando para el otro lado.

Nuestros políticos tan diligentes para alzar sus voces indignadas cuando un terrorista, de los nuestros, de ETA o de la extrema derecha, o de los que nos quieren invadir, del DAES o del ISSIS mata a alguien o protagoniza una matanza en las calles de cualquier rica población, parecen ciegos ante el continuo goteo de víctimas del machismo que degolla a esposas, novias o prostitutas, que todas son mujeres y todas son asesinadas por las mismas razones: la sinrazón del machismo rancio y criminal, que es o ha sido aplaudido y reído por la miserable sociedad que nos cobija y de la que somos tan complices del asesino como el que le provee la puta o el arma.

Lo cierto es que tanto los políticos que se pasan por el arco del triunfo las leyes y tratados a los que están sujetos, como los jueces que envían a la cárcel a los que hacen chistes malos de dictadores sanguinarios y de monumentos del horror y la afrenta histórica, y también como la policía que dedica esfuerzos y recursos para premiar Vírgenes y custodiar propiedades privadas y viejos políticos decrépitos y corruptos en vez de limpiar las calles y carreteras de la infame lacra de los chulos internacionales y nacionales que prostituye a nuestras mujeres y, de paso, coaccionar y acorralar a los clientes puteros que usan el comercio carnal en vez de trabajar y hacer mejor el pais que deberían honrrar y nunca mancillar.

Y es que estamos ante un concurso de ciegos crónicos que no entienden ni su letra, que no respetan sus firmas y que no acatan las leyes que les obligan. Así que ¿quién coño me va a decir a mi qué puta ley de estos malditos estados del oprobio, la explotación y la corrupción más insana he de acatar?. Que no se atreva nadie, que lo único que podrán hacer será llevarme a la fuerza ante un tribunal de asquerosas cucarachas que permiten la esclavitud sexual, el crimen organizado y la corrupción por toda la podrida piel de toro.

Para los desmemoriados algunos apuntes sobre leyes y tratados a los que nos debemos.

Décimo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente que se celebró en Viena entre el 10 y el 17 de abril del año 2000, y en el que se llegó a la propuesta de que la ONU elabore un nuevo tratado mundial para combatir la "Esclavitud Sexual» de mujeres y niñas, lo que es sintomático de las carencias de una Humanidad que mantiene en los dominios de la esclavitud más perversa a millones de sus congéneres. Aquí se habla del nuevo tratado, lo que no entiendo bien es entre quiénes lo van a tratar, y si ello incluye a las mujeres y a las niñas esclavizadas, así mismo me gustaría ver el tratado viejo, ya que si se va a elaborar uno nuevo es que existe uno viejo.
Este es el enlace >>> http://www.un.org/es/conf/xcongreso/prensa/2098.shtml

Pues sí, y no sólo hay uno viejo hay más:
Tratados y convenios de las Naciones Unidas (ONU).
1.- Acuerdo Internacional para Asegurar una Protección Eficaz contra el Tráfico Criminal Denominado Trata de Blancas, 1904, Sociedad de Naciones.
2.- Convenio Internacional para la Represión de la Trata de Blancas, 1910, Sociedad de Naciones.
3.- Convenio Internacional para la Represión de la Trata de Mujeres y Niños, de 1921, Sociedad de Naciones.
4.- Convención sobre la Esclavitud, 1926, ONU.
5.- Convenio Relativo al Trabajo Forzoso u Obligatorio, 1930 (Convenio Nº 29) de la Organización Internacional del Trabajo
6.- Convenio Internacional para la Represión de la Trata de Mujeres Mayores de Edad, 1933, Sociedad de Naciones.
7.- Protocolo de 1947 para enmendar el Convenio Internacional para la Represión de la Trata de Mujeres y Niños, de 1921, y el Convenio para la Represión de la Trata de Mujeres Mayores de Edad, de 1933, ONU.
8.- Declaración Universal de Derechos Humanos, 1948, proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III)
9.- Protocolo de 1949 que modifica el Acuerdo Internacional para Asegurar una Protección Eficaz contra el Tráfico Criminal Denominado Trata de Blancas, de 1904, y el Convenio Internacional para la Represión de la Trata de Blancas, de 1910, ONU.
10.- Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena, 1950, ONU.
11.- Protocolo para modificar la Convención sobre la Esclavitud, 1953, ONU.
12.- Convención Suplementaria sobre la Abolición de la Esclavitud, la Trata de Esclavos y las Instituciones y Prácticas Análogas a la Esclavitud, 1956, ONU.
13.- Convenio Relativo a la Abolición del Trabajo Forzoso (Convenio Nº 105) de la Organización Internacional del Trabajo, de 1957, que obliga a los Estados Partes a prohibir el uso de toda forma de trabajo forzoso u obligatorio.
14.- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 1966, ONU.
15.- Convenio sobre la Edad Mínima de Admisión al Empleo (Convenio Nº 138) de la Organización Internacional del Trabajo, de 1973, que obliga a los Estados Partes a fijar una edad mínima para el empleo que no sea menor que la de la finalización de la escolarización obligatoria y, en cualquier caso, no inferior a los 15 años. Los países en desarrollo pueden fijar la edad mínima en los 14 años.
16.- Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, 1979, Naciones Unidas.
17.- Convención sobre los Derechos del Niño, 1989, ONU.
18.- Convenio sobre la Prohibición de las Peores Formas de Trabajo Infantil y la Acción Inmediata para su Eliminación (Convenio Nº 182) de la Organización Internacional del Trabajo, de 1998, que obliga a los Estados Partes a prohibir y eliminar “las peores formas de trabajo infantil”. Entre éstas figuran la utilización, la captación o el ofrecimiento de niños para la prostitución, para la producción de pornografía o para actuaciones pornográficas.
19.- Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, 2000, resolución 25/55 de la Asamblea General, anexo I, archivos oficiales de la Asamblea General de la ONU, 55º periodo de sesiones, supl. Nº 49, en 44, doc. ONU. A/45/49 (Vol. I), incluido el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente Mujeres y Niños (en adelante, Protocolo de la ONU contra la Trata de Personas), 2000, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional.
20.- Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño Relativo a la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de Niños en la Pornografía, 2000, resolución 54/263 de la Asamblea General, anexo II.
Se puede encontrar más información sobre la respuesta de las Naciones Unidas a la trata de mujeres y niñas en el informe de la reunión del Grupo de Expertos sobre “Trata de mujeres y niñas” http://www.un.org/womenwatch/daw/egm/trafficking2002/index.html (en inglés), celebrada del 18 al 22 de noviembre de 2002.

Lo que quiero recalcar aquí con esta información es que jamás habrá democracia mientras persistan estos niveles de aceptación de algo que cuando menos es un "crimen de lesa humanidad", al que le sobran convenios y le faltan penas, confiscaciones y prisiones para quienes usan tales aberraciones para su uso, para su consumo o para su beneficio. En un mundo donde no existe la libertad para millones de mujeres y niñas no puede existir la paz, la guerra a gobiernos, a
mafias y a particulares que permiten o favorecen esta aberración es de obligado cumplimiento para cualquiera que se considere ser humano, ya sea particular o sea gobernante.

La democracia 4ª parte.



El trabajo como derecho y como productor de riqueza ha tenido sus más y sus menos a lo largo de la Historia. Hoy en día figura como un derecho en la mayoría de las constituciones de las democracias, pero no siempre fue así, en tiempos no tan remotos los trabajos estaban reservados a los gremios que eran quienes decidían quienes podían ejercer tal o cual profesión. Otras artes estaban reservadas exclusivamente a los nobles, sobre todo las relacionadas con las armas y las altas cuestiones de Estado.

La remuneración en el trabajo también merece un apartado y aunque parezca obvio que se reciba un estipendio por tu tiempo de labor a favor de otro, esto no siempre ha sido así, la norma era que las clases bajas trabajasen gratis para sus patronos o amos y su jornal o estipendio se lo buscasen aparte de sus obligaciones con las clases altas; eso si es que no eran esclavos y carecían de cualquier derecho, ni tan siquiera el de la vida.

Hoy en día estamos asistiendo a un claro retroceso en los derechos laborales, entre otros, a pesar de que la economía jamás ha parado de crecer, y todo se debe a que los ricos y las empresas disponen de unas organizaciones que velan por sus intereses, que no derechos, mucho más eficientes, insistentes y agresivas que las organizaciones de los asalariados.

No existe en el mundo habitado un palmo de suelo en el que no se haya derramado sangre de trabajadores en lucha por la defensa de sus derechos. Y sin embargo apenas se consigue un avance laboral se inicia un inacabable y tortuoso camino para conservarlo. Y mientras los oligarcas alzan sus voces al cielo y claman por sus derechos, iniciando guerras, motines y sangrías patrias, si acaso alguien osa hacer un poco de justicia y requisar alguna de sus posesiones conseguidas mediante artimañas, explotación, estafa o simple saqueo. Los trabajadores han de salir a las calles para no ver morir a sus hijos de hambre, atender a sus ancianos o tomarse un justo descanso. Reclamar de continuo sobre el exceso de la jornada laboral, el impago de las horas extras, las bajadas de salarios o la falta de seguridad e higiene en el trabajo.

Hay quienes piensan no sin razón de que el mundo, a pesar del fútbol y la orweliana sociedad en la que nos han ido metiendo y a la que nos han ido sometiendo casi sin darnos cuenta, va camino de una fractura definitiva, en la que una parte pequeña de la sociedad, que ya dispone del noventa por ciento de los recursos económicos, se va a aislar del resto mediante el uso masivo de IA (Inteligencia Artificial), por un lado controlarán los recursos mineros e industriales que serán operados mediante complejos blindados y robotizados por completo, las vías de comunicación, puertos y aeropuertos serán transformados poco a poco en en estructuras cerradas y amuralladas, controladas y defendidas por máquinas y androídes. Y dispondrán de la última tecnología para la construcción y el mantenimiento de sus ciudades exclusivas, donde solo la élite económica y social podrá vivir y gozar del paraíso Tierra.

Bueno esa posibilidad más o menos desarrollada es posible, aunque yo espero sinceramente que debido a la inmensa población terrícola eso solo pueda ocurrir en los sueños húmedos de algún fascistas millonario. El mundo en cuanto al trabajo y las relaciones laborables va a sufrir un impacto cuasi inmediato debido a la IA y a la expansión robótica y de androídes, pero ésto que puede que traíga graves conflictos provocados por los ávaros de siempre y por los inútiles gobernantes que hemos de sufrir de tanto en tanto, puede ser la oportunidad para que gobernantes inteligentes tomen el mando de las naciones y pongan el rumbo directo hacia un mundo mejor.

Las premisas son: el control de la masa monetaria circulante por los gobiernos y la ONU, elevándola gradualmente para llenar las arcas de los Estados a fin de que éstos atiendan a sus presupuestos. El incremento de funciones públicas a fin de que el paro sea igual a cero en todo el Planeta, dedicando enormes masas de trabajadores, a partir de ese momento funcionarios, para la limpieza de la contaminación existente, y creando gigantescas universidades y centros del saber donde dar solución a los problemas de la Humanidad mediante el uso del conocimiento humano.

Puede que la Humanidad solo sobreviva como especie otras decenas de miles de años o en el mejor de los casos otro millón de años, pero si todos pusieran su granito de arena no debería de ser un calvario para las poblaciones y de seguro que todos lloraríamos sinceramente el día que nos toque partir del planeta azul porque nuestra vela se apague al fin.