sábado, 16 de marzo de 2019

Jueves 16 de marzo de 2017.



Sigue haciendo algo de viento y el aire es un poco frío sobre todo a primera hora de la mañana y al oscurecer. Los días siguen tan monótonos como de costumbre desde hace casi ocho años. Esta noche soñé que me enamoraba de nuevo, y no, no era un sueño de sexo, sentí algo así como el amor verdadero, aunque no puedo recordar su cara, la de ella.

Hoy dice la tele que el gobierno ha sido derrotado, bueno que el Congreso le ha echado atrás un Real Decreto con el que pretendía acabar con los derechos laborales de los estibadores. En seguida se han oído voces de amenaza con elecciones anticipadas que los secuaces del PP estiman les van a beneficiar; realmente no alcanzo a comprender quien le presta los votos a esta mafia de apandadores.

Últimamente se lee y oye mucho sobre la IA (inteligencia artificial) y más concretamente sobre el mal uso que se teme hagan las grandes fortunas de los androídes y de todo tipo de robots cuando sus humbrales de inteligencia y auto suficiencia les hagan merecedores de suplantar a los humanos en todo tipo de actividades laborales, incluso el influyente y poco sensacionalista diario inglés The Guardian ha dedicado un amplio editorial al tema, afirmando que si no se asegura el bienestar de las poblaciones los ricos aprovecharán la coyuntura para excluir de la sociedad a los trabajadores y las clases medias, creando dos mundos y finalmente propiciando el exterminio de los no rentables.

De todo ésto ya he escrito sobradamente en varias ocasiones pero parece no importarle a nadie. Pasa lo mismo con el tema de los estibadores, esta gente se queja con razón ya que la UE, el gobierno y los empresarios pretenden dejarles sin los estupendos sueldos y ventajas sociolaborales que tienen actualmente, pero estos que ahora amenazan con paralizar el pais para defender sus derechos, fueron poco solidarios con otros trabajadores, por ejemplo con los controladores aéreos, claro otros obreros privilegiados; pero cuantos de éstos movieron un dedo para apoyar las reivindicaciones de la industria en los años ochenta cuando el PSOE desmontaba las acerías, las navieras y las grandes industrias por indicación de la UE, justo como ahora. O sin ir muy lejos quienes están apoyando a los taxistas que se han levantado contra el abuso de las plataformas de internet que roban sus empleos y dotan a la ciudadanía de un servicio nefasto y de bajísima calidad, amen de la evasión pura y dura de impuestos que luego no habrán para dedicarlos a las pensiones, escuelas, hospitales, etc. Que no tenemos un gobierno, que tenemos una secta de majaderos, que ya te digo, pero los currantes que votan a la derechona y que ahora van a quedarse sin sus maravillosos chollos laborales que no disparen para arriba que ellos como otros antes que ellos no han sabido, querido o intentado ayudar y apoyar a otros trabajadores que luchaban como ahora ellos por la defensa de sus derechos, sus trabajos y su dignidad. Mirad sino las miles de mujeres que son explotadas en la limpieza de hoteles, los millones de obreros que trabajando son pobres porque sus sueldos apenas dan para el alquiler, la luz y el agua.

Mientras los ricos y las empresas se unen para defender sus métodos de explotación, comprando voluntades y organizando partidos y lobbies con los que doblegar la voluntad de los legisladores y de los ciudadanos, los obreros se hayan dispersas sus fuerzas, enfrentadas sus gerarquías y diezmadas sus huestes. Pronto la gran empresa iniciará una nueva revolución, una revolución que no traerá esperanzas a las masas de famélicos, ni a los obreros pobres, será en realidad una contra revolución que traerá millones de máquinas, unas con aspecto humano a las que llaman androídes y otras con aspecto biodiversificado a las que no reconocerá ni sus padres, estarán en nuestras aguas como sumergibles controlando la pesca ilegal, estarán en nuestros aires como drones o mosquitos para ver todo lo que se mueva, ocuparán las fábricas en tanto hayan consumidores a los que sacar hasta la última libra, dolar o dirham.

domingo, 10 de marzo de 2019

El impúdico banquete de los idiotas.



Puede que hace unos 200.000 mil años apareciera el primer homo sapiens según los científicos, unas 10.000 generaciones según mi cálculo (una por cada veinte años). Y en este corto espacio de tiempo a nivel planetario que no humano, hemos asistido al mayor festín depredador que especie alguna ha protagonizado a lo largo de la existencia del Planeta Azul.
En el banquete de los idiotas, que si bien en los primeros momentos de nuestra evolución tenía la lógica de la supervivencia, cuando alcanzamos el cenit de nuestra evolución intelectual, es decir en el momento actual, hemos puesto nuevas mesas repletas de manjares desconocidos, perpetuando el insconciente ataque a todo lo vivo y a todo lo que da vida.
Pero la estupidez humana no para ahí, llevamos siglos, desde la revolución industrial, liberando los más diversos venenos en el medio ambiente y depositándolos ante las puertas de nuestras casas, unos que la propia naturaleza mantenía a buen recaudo en las profundidaes de la corteza terrestre, y otros producto de la alquimia de los orates.

La vida que existe en esta nuestra casa, nuestro planeta, nuestra tierra, no es el producto de la voluntad de un dios, es el resultado de incalculables circunstancias siderales, que dieron fruto hace millones de años a la biodiversidad más sorprendente y quizás única en el universo.
En estos tiempos que corren, quienes mandan en el mundo creen que los cortos intereses a los que están atados, tienen prevalencia sobre los de esta esfera de vida perdida en la inmensidad de del cosmo. Estos tarados que son mis enemigos declarados y de la propia existencia de vida en la tierra, están dando un golpe sangriento a dos de los ecosistemas más imprescindibles para la pervivencia de todo lo que conocemos, se van a cargar el ártico y la barrera de coral por meros intereses comerciales y de poder, junto con la decidida devastación de las selvas tropicales. Las consecuencias están advertidas pero estos estúpidos desgraciados están decididos a sacar todas las tajadas, poniéndolas encima del mantel del último ágape para que las puedan devorar tal como hacía Cronos (Saturno) con sus hijos.
Y al final como en el mito o la leyenda, los devoradores serán encerrados en las entrañas de la Tierra, alejados de la simple degustación de lo que nos fue dado para conservar y que sin embargo, como los estupidos que decididamente somos, no supimos preservar para las siguientes 10.000 generaciones.

© Antonio Salvador Manchón Alonso. San Fulgencio (Alicante) 2015.
Todos los derechos reservados.
Esto es un fragmento del escrito: ¿Comunicando con Dios?.

Post Data: La foto «Human» es de Carl Sagan (SVG by Gregory Maxwell) - Derived from a public domain NASA image. Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Human.svg#mediaviewer/File:Human.svg

miércoles, 20 de febrero de 2019

La conspiración de la banalidad.



Una cosa es banal cuando se trata de algo trivial, común o insustancial. Yo creo sinceramente que en el mundo se lleva a cabo una soterrada conspiración en la que están inmersos los medios de comunicación, las oligarquías financieras, los gobiernos de distintos signos y muchos libre pensadores. Todos ellos, de una u otra forma y por uno u otro motivo han abrazado las mismas consignas, unas directrices elaboradas a través del tiempo por diversos y, a veces, desconocidos autores, y que se han ido enquistando en el cuerpo social, persiguiendo un objetivo final que es la dominación del hombre por el hombre.

Esto de la dominación viene de lejos, de nuestros inicios como civilización, unos intentan dominar a otros para explotarlos y exprimir en beneficio propio sus aptitudes. Al inicio se hizo con el látigo, pero ese método a menudo acababa en derramamientos de sangre. Con el pasar del tiempo, algunos hombres más dotados empezaron a elaborar técnicas de sometimiento voluntario, y ya en nuestros días está más que demostrado que estas técnicas están en pleno funcionamiento.

Vemos a hinchas iracundos enfrentarse a la policía para defender a sus equipos de fútbol, que están conformados por mercenarios del dinero que viven como reyes gracias a los dineros de los estúpidos que pagan sumas elevadas por verlos jugar al deporte que les encanta. Los fanáticos hinchas creen que defienden sus vidas cuando gritan descompuestos para animar a los millonarios que juegan con la pelota y que se parten el culo de la risa que les da que el mundo esté tan plagado de simples comparsas y paganos satisfechos mientras ellos se enriquecen de por vida.

Vemos como los niños saltan de alegría o llevan una cara de gran satisfación, en los spots publicitarios y en la vida real, cuando se inician las clases interrumpidas por las vacaciones de verano porque van con la última moda de ropa puesta, porque  llevan los complementos más deseados o porque son transportados en el coche con más tegnología del mercado.

Compramos lo que nos dicen y cuando nos lo dicen, llenamos las autopistas de coches para ir al trabajo y para volver del mismo, abarrotamos playas buscando el encuentro íntimo con la naturaleza, los conciertos para adorar a estrellas fulgurantes que cantan canciones sin sentido o sin moral, devoramos a las especies como si la Tierra fuera un supermercado con mercancias ilimitadas, fornicamos no para reproducirnos sino por placer, por deseo o por dominación, abusamos del poder si acaso lo rozamos con los dedos, tapamos las estrellas con nuestras luces cegadoras para sentirnos protegidos aunque estemos todos bajo techo, creemos en políticos dolientes y en dioses inexistentes, acatamos las leyes como si fueran nuestras defensas cuando en realidad están hechas para doblegar nuestras aspiraciones, somos marionetas de profetas y de cautivadores de conciencias, jamás llegaremos a nada porque las primeras filas ya están ocupadas y son hereditarias, y mientras pasan los años, primero los de la infancia donde te moldean, luego los de la juventud donde te dejan gritar a tus padres y a quienes te enseñan, luego los de la madurez donde solo lo banal es tu realidad diaria y tu dios, y luego al final la vejez donde se te relega y olvida en un rincón a la espera de que te mueras.

El mundo no es para todos, el mundo es solo para ellos, para los que conforman la conspiración. La diosa Banal acuna sus sueños de déspotas, les porta las espadas para que corten las cabezas de los ajusticiables mientras la muchedumbre aplaude al verdugo. Bajo sus directrices fabrican los billetes sin valor que dicen es el dinero legal, con esos papelitos te compran parte de tu vida, cuando no toda, para que fabriques sus aviones de guerra, construyas sus palacios de lujuria y mandes a tus hijos a hacer sus guerras. Harás lo que te digan porque ya no eres un ser humano eres solo un ente banal, una escupiña de los labios de la diosa que todo lo banaliza. Ahora tu seso es parte de su sexo con el que fornican los reyes y los que mandan en el planeta. Cuando se cansen de tí te arrojarán a una de sus lúgrubes cuevas, con la excusa que quieran, puede ser una enfermedad que pudieron evitar, la bancarrota que aparece de cuando en cuando, una guerra o un atentado hecho por atontados, un accidente en cadena o la cadena de un hincha del otro equipo.

Y contra la banalidad y sus conspiradores solo hay una vacuna, es muy cara de conseguir y difícil de encontrar ya os lo advierto, no está disponible ni estará jamás a la venta, no se encuentra en ninguna tienda y no se puede pedir a Amazón ni a Wish. Pero a pesar de todo la puedes oler, la puedes ver si sabes cómo mirar, la tocas de contínuo y sabrás donde está si tu seso no estuviera tan ocupado con la banalidad. Pero, y vuelve a haber otro pero, para alcanzar tan magnífica vacuna tendrás que pensar por tí mismo, sé que es difícil después de tantos años dirigido por los orates que destruyen el planeta y quieren esclavizar hasta al último de los humanos. Se trata de la verdad, se trata de la realidad, se trata de lo natural, se trata del amor, se trata del planeta Tierra, se trata de tu descendencia y tu ascendencia, de tu propia libertad, del cielo y del universo, de las estrellas y las profundidades abisales, del llanto de un niño y de la risa de una mujer, de la experiencia del maestro y de la locura de la juventud, se trata de la vida. Puedes seguir dejándote esclavizar o puedes unirte a la Resistencia contra la diosa Banal y sus malditos conspiradores. Se inteligente y vacúnate, aún estamos a tiempo.

martes, 19 de febrero de 2019

Esa mirada tuya...



Hace días que no escribo un texto largo, solo subo escritos del pasado, pasado reciente claro. Y es que este verano de tanto calor me tenía agotado, y aunque está dando sus últimos estertores y muchos vecinos veraneantes ya emprendieron el regreso a sus viviendas del resto del año, aún quedan rezagados y las temperaturas se niegan a bajar.

El caso es que ya llevo varios días tentado a iniciar una nueva entrega de mi pensar, un nuevo exabrupto de la vorágine que habita en mis neuronas. El título lo tenía escrito en un papel de notas sobre la estufa, que apagada me hace de mesita supletoria en mi pequeña morada. Pero un título no es nada si no hace referencia ajustada a lo que le sigue, y ahí comienza el trance al que me dejo arrastrar en aras de que me halle mi Erato particular.

Cuando confié este título a mi escrito lo hice rememorando los paseos en busca de algo o por simple placer, y en cuando en alguno de ellos, de pronto e inesperadamente surge un cruce de miradas con alguien desconocido. La sensación es como la silueta de un sonido, se puede ver el trazo de lo invisible y surge, a veces, una entente cordiale, como si esa mirada siempre hubiera estado allí, esperando a que la vieses, esperando a cruzarse con la tuya.

Pero los paseos están llenos de miradas a menudo bien distintas, unas dan casi miedo o al menos resquemor, otras son un aviso para navegantes, están las miradas esquivas y esa de la que siempre huyes. Hay tantas miradas como personas, son como el más perfecto de los carnets de identidad. Un buen sabueso humano, un policía, siempre guarda en su memoria el negativo y el positivo de la mirada de aquél al que busca, no importa lo demás, los rasgos faciales, la estatura o el color del pelo si lo tiene, quien tiene el don de fijarse en esa mirada tuya le basta con eso y allí donde se cruce con ella sabrá de inmediato que esa, esa mirada es la tuya.

Por eso mismo anoté en mi hoja de las notas este título, luego solo debería esperar a que mi musa desenredase el lío de mi mente, entresacase las líneas del escrito y diese algo de cordura y sentido a la fiebre de mi blanda masa gris. Estaba seguro de que en mi febril pensar había dejado en un rinconcito tu mirada, esa de gata que tanto me gustaba, estaba seguro de que volvería a cruzarme con ella detrás de cualquier esquina, y cuando eso pasara te preguntaría que dónde estabas, si acaso aún me recordabas, si podríamos volver a empezar. Y yo conteniendo los latidos de mi viejo corazón me quedaría quieto, me quedaría esperando a que selláramos un nuevo pacto con un beso de tus anhelados labios, los dulces labios que se esconden detrás de esa mirada tuya.

¿Empalagoso? Puede pero es que eso es lo que tienen las musas y los títulos escritos al albur de una copa y en la hoja de las notas.

Cuando esté frente a Dios se va a enterar.



Ya he consumido la mayor parte de mi propia historia. Mi vida se ha escrito con muchos renglones, unos más rectos que otros. Los mejores sin duda fueron aquellos de los que casi no me acuerdo. Dicen que siempre se recuerdan mucho mejor los malos ratos que los buenos.

Nunca quise ser alguien importante, salvo quizás cuando era un crío y soñaba con ser muy rico antes de los treinta. Luego nunca deseé despuntar, aunque sin querer siempre acababa mandando y organizando. Cada uno es como es aunque trate de ser como otro.

Ahora que estoy acechado por una enfermedad de las que te mata y remata, por culpa de mis malos hábitos, por el puto tabaco... inciso: si fumas que sepas que vas a morir, y además lo harás después de enrriquecer a las tabaqueras americanas sobre todo; será con mucho dolor, asfixia y mortificación. Ahora estás más que avisado.

Continúo. Mi muerte a la que espero, según mi médico, en una decena o docena de años, más o menos y siempre y que me cuíde exageradamente, no importa, lo cierto es que el día en que me muera me voy a quedar bien tranquilo. Lo que me dolerá es si dejo atrás a algún animalillo a mi cargo, mis mascotas actuales o unas futuras. Por lo demás solo quisiera verme las caras con Él.

Ya se que eso no va a ocurrir, pero si ocurriese. Si estuviese en su presencia, le diría que ¿Y tú de que vas?. Para ser un Dios no parece que te hayas esforzado un poco en hacer bien tu trabajo. Lo cierto es que Dios, como me temo y ya he comentado en otro u otros escritos puede que sea Satanás el cabroncete. Así que con toda seguridad que me dirá que se lo ha pasado de muerte, y que va a estar haciendo lo mismo "In Eternum".

Así que si mi premonición es la cierta, los que os quedéis aquí vais a ir de culo como siempre. Puede que solo sea una estupidez esto del Dios o del Demonio pero lo que no es una estupidez es lo de la Humanidad. Cuanto sufrimiento que se ha derramado como si fuera un bien deseado. El dolor y el tañir de las campanas tocando a muerto siempre han acompañado al hombre en cada nuevo siglo. Cada vez que el hombre avanza deja un reguero de sangre, incontables inocentes son arrojados a la hoguera de las vanidades, en pos de la codicia son masacradas naciones, la ley y la justicia brillan como un tizón al rojo vivo hundiéndose en las carnes de los imberbes, la fetidez de los miembros erectos de millones de violadores derraman su vomito, su vileza en forma de esperma sobre vírgenes cándidas que ya no lo serán.

Cuando me vaya, lo haré sin haber inclinado mi cabeza a la verguenza del que se siente derrotado, no habré conseguido cortar ni una de las cabezas de la Hydra de Lerna, ni la de ninguna de su millardo de hijas. Y sin embargo atravesaré las puertas del Hades y mirando a la cara al estúpido al mando le diré, que te jodan o puede que esa vez me calle. Ya veré y si a eso vuelvo y os lo cuento.

Este escrito no contiene ningún mensaje, no pretende aleccionar sobre nada, es solo un arrebato o eso creo.

¿Y tú de quién eres?



Por mucho que queramos saber del otro jamás sabremos de quién es. Jamás podremos saber casi nada acerca del otro, lo que realmente piensa o a quién admira de verdad. Somos para nuestros adentros bastante opacos. La mentira es una opción de defensa frente a la curiosidad ajena. Nuestro yo real está cubierto de una coraza a menudo impenetrable, pero no la cubrimos porque seamos tan especiales que debamos proteger nuestra identidad a la mirada de los demás que nunca conseguirían entendernos, solo lo hacemos por mera verguenza, ya que si los otros supieran quienes somos realmente habríamos de dar demasiadas explicaciones. La confesión la inventó la Iglesia a modo de palpar por encima la moral de la sociedad, con el rito del perdón y del secretismo suponían quienes pusieron tales órdenes en la boca de Jesús de Nazaret, que los buenos cristianos contarían sus crímenes. En cualquier caso ni con tales prerrogativas somos capaces de decir verdad. La mayor parte de nuestras propias atrocidades nos las llevamos a la tumba.

Así que de tanto metirnos unos a otros hemos creado una sociedad en la que no puedes fiarte de nadie, en muchos casos ni de tu propia sombra. En España hay un refrán que dice más o menos: "Dime de qué presumes y te diré de qué careces". Las certezas del otro son tan falsas que de entrada han de ser descartadas. Y de éste modo podemos entender el porqué aquí como en tantos sitios el pueblo sigue prefiriendo a Barrabás, a Hitler, a Trump o a Rajoy, el personal se deja engañar por que de no fiarse de nadie suele escoger al peor, al que más miente, porque al igual que menos más menos es igual a más en las matemáticas, mintiendo y volviendo a mentir llega a dar verdad, al menos en el espejismo con que nos engaña nuestro propio cerebro, que como buen gestor de eventos considera que no pudiendo rebatir tal avalancha de absurdos embustes, falacias, falsedades, bolas, trolas, cuentos, engaños, enredos, ficciones, patrañas y calumnias, se da por superado y convierte lo falso en cierto. Cumple con su labor en cuyo empeño no alcanza a ver desastre inminente y se recompensa como si hubiera conseguido un acierto cuando en realidad ha sido cazado, vencido y dominado.

Y si la suposición es verdadera y la mentira y el oscurantismo que hace opaco lo cierto y lo verdadero es el que rige nuestras sociedades y nuestro tiempo en el Planeta Tierra, podemos dar por descontado que somos carne de cañón, cuerda de reos, atajo de mamones, recua de esclavos, fila de putas y chaperos, ganado para el matadero, montón de estiercol humano, desechos de la sociedad, banda de tarados, pringada de drogadictos, catársis de soldaduzca, poblado de eunucos, nación de escoria. Todo esto y más es lo que somos, nunca a lo largo de la Historia el hombre ha sido tal y como tal ha actuado, tal vez si acaso en el comienzo de los tiempos cuando aún si apenas balbucía unas palabras para avisar de su presencia y recién acababa de erguirse en pie en altanera postura para exigir su derecho a hembra o a caza, solo si acaso en aquellos tiempos tenebrosos en los que el hombre nunca envejecía a la sazón por la violencia reinante, solo digo, la verdad, el coraje y la justicia era la dama que venía de serie con los que aparecían para gobernar sobre las bestias. Luego llegaría el raciocinio, la palabra y con ellas lo peor, la mentira y la dominación del cretino por el falso.

Señor dame paciencia.



Preámbulo: este escrito es muy personal por eso no lo comparto, aunque dejo abierta la opción de que otros lo hagan.

Técnicamente no soy creyente, no creo que de existir un Dios Omnipotente haya dispuesto una Ley para algunos de los seres de su creación, a eso le llamamos religión y eso es en lo que no creo. Dicho esto continúo.

A veces creo que como seres inteligentes soportamos en exceso la carga de otros seres parecidos a nosotros pero que carecen de inteligencia. Yo mismo he sido uno de ellos buena parte de mi vida, aunque portaba suficiente masa gris no la usaba en la forma conveniente. He hecho cosas que me averguenzan y que ahora critico a quienes las hacen igual. Aún así y a pesar de la gran cantidad de defectos de mis años mozos, siempre he portado un lema a modo de llave que lo  arregla todo, era y es que puedes hacer mal las cosas una o más veces, pero no tienes porque estar haciéndolas mal el resto de tu vida. Este lema convenientemente modificado pero con ese espíritu puede valer para cualquier tipo de abuso, imposición, necedad, malhábito tuyo o de los demás. Por ejemplo: tal o cual partido político en el gobierno de tal o cual país puede engañarte y robarte una y mil veces, pero no tienes porque estar tragando sus tropelías para siempre jamás. Tu novio o novia puede engañarte una vez o más, pero no has de estar tragando sus mentiras el resto de tu vida...

Y por eso le pido paciencia a ese Dios Incógnito que vete tú a saber si existe y de existir vete tú a saber si me escucha. Y se la pido para que en tanto me decido a no tragar más con las piedras de molino de esta sociedad, de este mundo, no me de la vena loca y cometa cualquier barrabasada.

Juego a algunos juegos de lotería con la esperanza de que me toque al menos lo suficiente para comprar un terrenito y hacerme una cueva o un castillo, según la pasta. Conseguir algún tipo de armamento y vallar la propiedad. Aunque tenga que salir de cuando en cuando para hacer mis compras, visitar al médico o cualquier otra cosa, pero al poco regresar y custodiar mi aislamiento. Conectado a la red para no desenchufarme totalmente y poder mantener lineas de relación con quienes me aprecian. Y es que cada día me siento más diferente de esta humanidad que solo piensa con el culo. Para muestra un botón, un vecino recién vuelto de Bélgica donde trabajó hasta jubilarse, ata con alambre un cartel a un hermoso árbol frente a su casa, el cartel es un aviso para los propietarios de perros a los que insta a recoger la caca de éstos. Él sin embargo, cuando llega el invierno y a pesar de lo gordo y rico que aparenta usa leña para calentar su casa, envenenando los aíres de la zona y consumiendo masa forestal que igual podría haber seguido plantada y dando cobijo y salud a animales y habitantes del planeta. Además es un enamorado de las barbacoas, con nuevo consumo de leña y más contaminación, añadiendo en este caso la que causa la producción de carnes, con contaminación a base de las flatulencias que destruyen la capa de ozono, los purines que contaminan las aguas freáticas, y la exigente demanda de alimentos y agua que exigen las ganaderías, exigencias que se traducen en escasez y carestía de los mismos productos para millones de seres humanos del tercer mundo que nosotros mismos hemos creado.

Somos verdaderamente odiosos, y mucho más odiosos aquellos que llaman a frenar la llegada de gentes que huyen de las guerras que nosotros financiamos. Si no los queremos aquí no los bombardeemos allí. No robemos sus bienes y consumamos con cabeza. Somos depredadores descerebrados y aún así hay quien se atreve a juzgar criticamente mis escritos. Ya estamos en tiempo de descuento, a mí apenas si me quedan una docena de años de vida, lo se porque padezco una enfermedad irreversible que cuidándome me llevará a la tumba en ese espacio de tiempo. Pero a mi nieto y a todos los vuestros les debería quedar tiempo suficiente para ser enterrados por sus propios nietos y a esos por los subsiguientes. Sin embargo al igual que Stefen Hawkins estoy poco convencido de que la humanidad logre rebasar otro siglo, y no va a ser por la caída de un asteroíde, aunque podría darse el caso, ni por una invasión alienígena, que sería otra posibilidad, yo creo que será porque debido a la desidia de nuestros gobiernos, la avaricia de nuestros coetáneos y la estupidez congénita que nos lleva de guerra en guerra, de crisis en crisis y de copas cuando no vemos solución a nuestros problemas, la hecatombe que va a mandarnos a la extinción, en realidad, ya está en marcha. Vendrá en forma de virus salido del deshielo del Ártico o de el permafrost la Tundra, y no va a hacer falta que muramos por la asfixia producida por el cambio climático, ni por las hambrunas producidas por la pésima gestión de la biodiversidad y la sobreexplotación de caladeros, contaminación con plásticos y pesticidas de los mares, o la falta de oxígeno debido a la continuada cremación de los bosques para agrandar las ciudades y montar estructuras de muerte y explotación animal o humana. La perfidia, la estulticia, la avaricia, la estupidez, la vomitona de la última bacanal, ese va a ser nuestro final.

Siempre acabo igual, hay que joderse.