martes, 19 de febrero de 2019

Cuando esté frente a Dios se va a enterar.



Ya he consumido la mayor parte de mi propia historia. Mi vida se ha escrito con muchos renglones, unos más rectos que otros. Los mejores sin duda fueron aquellos de los que casi no me acuerdo. Dicen que siempre se recuerdan mucho mejor los malos ratos que los buenos.

Nunca quise ser alguien importante, salvo quizás cuando era un crío y soñaba con ser muy rico antes de los treinta. Luego nunca deseé despuntar, aunque sin querer siempre acababa mandando y organizando. Cada uno es como es aunque trate de ser como otro.

Ahora que estoy acechado por una enfermedad de las que te mata y remata, por culpa de mis malos hábitos, por el puto tabaco... inciso: si fumas que sepas que vas a morir, y además lo harás después de enrriquecer a las tabaqueras americanas sobre todo; será con mucho dolor, asfixia y mortificación. Ahora estás más que avisado.

Continúo. Mi muerte a la que espero, según mi médico, en una decena o docena de años, más o menos y siempre y que me cuíde exageradamente, no importa, lo cierto es que el día en que me muera me voy a quedar bien tranquilo. Lo que me dolerá es si dejo atrás a algún animalillo a mi cargo, mis mascotas actuales o unas futuras. Por lo demás solo quisiera verme las caras con Él.

Ya se que eso no va a ocurrir, pero si ocurriese. Si estuviese en su presencia, le diría que ¿Y tú de que vas?. Para ser un Dios no parece que te hayas esforzado un poco en hacer bien tu trabajo. Lo cierto es que Dios, como me temo y ya he comentado en otro u otros escritos puede que sea Satanás el cabroncete. Así que con toda seguridad que me dirá que se lo ha pasado de muerte, y que va a estar haciendo lo mismo "In Eternum".

Así que si mi premonición es la cierta, los que os quedéis aquí vais a ir de culo como siempre. Puede que solo sea una estupidez esto del Dios o del Demonio pero lo que no es una estupidez es lo de la Humanidad. Cuanto sufrimiento que se ha derramado como si fuera un bien deseado. El dolor y el tañir de las campanas tocando a muerto siempre han acompañado al hombre en cada nuevo siglo. Cada vez que el hombre avanza deja un reguero de sangre, incontables inocentes son arrojados a la hoguera de las vanidades, en pos de la codicia son masacradas naciones, la ley y la justicia brillan como un tizón al rojo vivo hundiéndose en las carnes de los imberbes, la fetidez de los miembros erectos de millones de violadores derraman su vomito, su vileza en forma de esperma sobre vírgenes cándidas que ya no lo serán.

Cuando me vaya, lo haré sin haber inclinado mi cabeza a la verguenza del que se siente derrotado, no habré conseguido cortar ni una de las cabezas de la Hydra de Lerna, ni la de ninguna de su millardo de hijas. Y sin embargo atravesaré las puertas del Hades y mirando a la cara al estúpido al mando le diré, que te jodan o puede que esa vez me calle. Ya veré y si a eso vuelvo y os lo cuento.

Este escrito no contiene ningún mensaje, no pretende aleccionar sobre nada, es solo un arrebato o eso creo.

¿Y tú de quién eres?



Por mucho que queramos saber del otro jamás sabremos de quién es. Jamás podremos saber casi nada acerca del otro, lo que realmente piensa o a quién admira de verdad. Somos para nuestros adentros bastante opacos. La mentira es una opción de defensa frente a la curiosidad ajena. Nuestro yo real está cubierto de una coraza a menudo impenetrable, pero no la cubrimos porque seamos tan especiales que debamos proteger nuestra identidad a la mirada de los demás que nunca conseguirían entendernos, solo lo hacemos por mera verguenza, ya que si los otros supieran quienes somos realmente habríamos de dar demasiadas explicaciones. La confesión la inventó la Iglesia a modo de palpar por encima la moral de la sociedad, con el rito del perdón y del secretismo suponían quienes pusieron tales órdenes en la boca de Jesús de Nazaret, que los buenos cristianos contarían sus crímenes. En cualquier caso ni con tales prerrogativas somos capaces de decir verdad. La mayor parte de nuestras propias atrocidades nos las llevamos a la tumba.

Así que de tanto metirnos unos a otros hemos creado una sociedad en la que no puedes fiarte de nadie, en muchos casos ni de tu propia sombra. En España hay un refrán que dice más o menos: "Dime de qué presumes y te diré de qué careces". Las certezas del otro son tan falsas que de entrada han de ser descartadas. Y de éste modo podemos entender el porqué aquí como en tantos sitios el pueblo sigue prefiriendo a Barrabás, a Hitler, a Trump o a Rajoy, el personal se deja engañar por que de no fiarse de nadie suele escoger al peor, al que más miente, porque al igual que menos más menos es igual a más en las matemáticas, mintiendo y volviendo a mentir llega a dar verdad, al menos en el espejismo con que nos engaña nuestro propio cerebro, que como buen gestor de eventos considera que no pudiendo rebatir tal avalancha de absurdos embustes, falacias, falsedades, bolas, trolas, cuentos, engaños, enredos, ficciones, patrañas y calumnias, se da por superado y convierte lo falso en cierto. Cumple con su labor en cuyo empeño no alcanza a ver desastre inminente y se recompensa como si hubiera conseguido un acierto cuando en realidad ha sido cazado, vencido y dominado.

Y si la suposición es verdadera y la mentira y el oscurantismo que hace opaco lo cierto y lo verdadero es el que rige nuestras sociedades y nuestro tiempo en el Planeta Tierra, podemos dar por descontado que somos carne de cañón, cuerda de reos, atajo de mamones, recua de esclavos, fila de putas y chaperos, ganado para el matadero, montón de estiercol humano, desechos de la sociedad, banda de tarados, pringada de drogadictos, catársis de soldaduzca, poblado de eunucos, nación de escoria. Todo esto y más es lo que somos, nunca a lo largo de la Historia el hombre ha sido tal y como tal ha actuado, tal vez si acaso en el comienzo de los tiempos cuando aún si apenas balbucía unas palabras para avisar de su presencia y recién acababa de erguirse en pie en altanera postura para exigir su derecho a hembra o a caza, solo si acaso en aquellos tiempos tenebrosos en los que el hombre nunca envejecía a la sazón por la violencia reinante, solo digo, la verdad, el coraje y la justicia era la dama que venía de serie con los que aparecían para gobernar sobre las bestias. Luego llegaría el raciocinio, la palabra y con ellas lo peor, la mentira y la dominación del cretino por el falso.

Señor dame paciencia.



Preámbulo: este escrito es muy personal por eso no lo comparto, aunque dejo abierta la opción de que otros lo hagan.

Técnicamente no soy creyente, no creo que de existir un Dios Omnipotente haya dispuesto una Ley para algunos de los seres de su creación, a eso le llamamos religión y eso es en lo que no creo. Dicho esto continúo.

A veces creo que como seres inteligentes soportamos en exceso la carga de otros seres parecidos a nosotros pero que carecen de inteligencia. Yo mismo he sido uno de ellos buena parte de mi vida, aunque portaba suficiente masa gris no la usaba en la forma conveniente. He hecho cosas que me averguenzan y que ahora critico a quienes las hacen igual. Aún así y a pesar de la gran cantidad de defectos de mis años mozos, siempre he portado un lema a modo de llave que lo  arregla todo, era y es que puedes hacer mal las cosas una o más veces, pero no tienes porque estar haciéndolas mal el resto de tu vida. Este lema convenientemente modificado pero con ese espíritu puede valer para cualquier tipo de abuso, imposición, necedad, malhábito tuyo o de los demás. Por ejemplo: tal o cual partido político en el gobierno de tal o cual país puede engañarte y robarte una y mil veces, pero no tienes porque estar tragando sus tropelías para siempre jamás. Tu novio o novia puede engañarte una vez o más, pero no has de estar tragando sus mentiras el resto de tu vida...

Y por eso le pido paciencia a ese Dios Incógnito que vete tú a saber si existe y de existir vete tú a saber si me escucha. Y se la pido para que en tanto me decido a no tragar más con las piedras de molino de esta sociedad, de este mundo, no me de la vena loca y cometa cualquier barrabasada.

Juego a algunos juegos de lotería con la esperanza de que me toque al menos lo suficiente para comprar un terrenito y hacerme una cueva o un castillo, según la pasta. Conseguir algún tipo de armamento y vallar la propiedad. Aunque tenga que salir de cuando en cuando para hacer mis compras, visitar al médico o cualquier otra cosa, pero al poco regresar y custodiar mi aislamiento. Conectado a la red para no desenchufarme totalmente y poder mantener lineas de relación con quienes me aprecian. Y es que cada día me siento más diferente de esta humanidad que solo piensa con el culo. Para muestra un botón, un vecino recién vuelto de Bélgica donde trabajó hasta jubilarse, ata con alambre un cartel a un hermoso árbol frente a su casa, el cartel es un aviso para los propietarios de perros a los que insta a recoger la caca de éstos. Él sin embargo, cuando llega el invierno y a pesar de lo gordo y rico que aparenta usa leña para calentar su casa, envenenando los aíres de la zona y consumiendo masa forestal que igual podría haber seguido plantada y dando cobijo y salud a animales y habitantes del planeta. Además es un enamorado de las barbacoas, con nuevo consumo de leña y más contaminación, añadiendo en este caso la que causa la producción de carnes, con contaminación a base de las flatulencias que destruyen la capa de ozono, los purines que contaminan las aguas freáticas, y la exigente demanda de alimentos y agua que exigen las ganaderías, exigencias que se traducen en escasez y carestía de los mismos productos para millones de seres humanos del tercer mundo que nosotros mismos hemos creado.

Somos verdaderamente odiosos, y mucho más odiosos aquellos que llaman a frenar la llegada de gentes que huyen de las guerras que nosotros financiamos. Si no los queremos aquí no los bombardeemos allí. No robemos sus bienes y consumamos con cabeza. Somos depredadores descerebrados y aún así hay quien se atreve a juzgar criticamente mis escritos. Ya estamos en tiempo de descuento, a mí apenas si me quedan una docena de años de vida, lo se porque padezco una enfermedad irreversible que cuidándome me llevará a la tumba en ese espacio de tiempo. Pero a mi nieto y a todos los vuestros les debería quedar tiempo suficiente para ser enterrados por sus propios nietos y a esos por los subsiguientes. Sin embargo al igual que Stefen Hawkins estoy poco convencido de que la humanidad logre rebasar otro siglo, y no va a ser por la caída de un asteroíde, aunque podría darse el caso, ni por una invasión alienígena, que sería otra posibilidad, yo creo que será porque debido a la desidia de nuestros gobiernos, la avaricia de nuestros coetáneos y la estupidez congénita que nos lleva de guerra en guerra, de crisis en crisis y de copas cuando no vemos solución a nuestros problemas, la hecatombe que va a mandarnos a la extinción, en realidad, ya está en marcha. Vendrá en forma de virus salido del deshielo del Ártico o de el permafrost la Tundra, y no va a hacer falta que muramos por la asfixia producida por el cambio climático, ni por las hambrunas producidas por la pésima gestión de la biodiversidad y la sobreexplotación de caladeros, contaminación con plásticos y pesticidas de los mares, o la falta de oxígeno debido a la continuada cremación de los bosques para agrandar las ciudades y montar estructuras de muerte y explotación animal o humana. La perfidia, la estulticia, la avaricia, la estupidez, la vomitona de la última bacanal, ese va a ser nuestro final.

Siempre acabo igual, hay que joderse.

Si yo supiera más...



Cuando escribo un texto la mayor parte de las veces no tengo un guión trazado, sólo voy escribiendo lo que mi mente me va dictando. Esta forma de actuar ante la página en blanco debe ser sin duda por mi falta de preparación, y es que no preparo nada, no tengo una hoja de ruta, el escrito se va haciendo solo, poco a poco.

Puse el texto inicial que me sirve de título, bajo la ideación inconcreta de algo que me bullía en torno a la educación. También presentía algo relacionado con casi todo lo que escribo, que al igual que en demasiadas facetas de mi vida se revela la improvisación y la falta de formación. Aún así, con esas carestías de rémoras de viaje, yo sigo para adelante, si algo me falta de saber lo compenso con algo que me sobra de voluntad.

Pero no todo el mundo es valiente y echado para adelante, la mayoría se para ante el primer obstáculo serio, se acojona ante la primera bofetada o el primer encontronazo. Así que en este mundo imperfecto el saber si que ocupa lugar, y ese es justo el lugar que dejan vacío las mentes obtusas y los coraceros de la sin razón, que como aquél general gritan "que muera la inteligencia", sin apenas darse cuenta que es ésta la que hizo a nuestra especie la dominante sobre el planeta. Sólo la avaricia tiene un poder semejante que nunca superior al de la inteligencia, lo que ocurre es que cuando al deseo desquiciado que ocupa al ávaro se le une la tosca perfidia del ruín, la brutalidad del sádico y la intolerancia del degenerado, no queda espacio para el raciocinio sólo para el lamentar y el arrebato. Es el momento en que la lucidez del conocimiento más aplastante puede inclinar la balanza; ante el despropósito el ingenio, ante la barbarie la precaución, ante el crimen la justicia, y ante el desalmado el golpe certero.

Cuando nos dejamos gobernar por idiotas, ajusticiar por criminales y avanzamos guiados por orates retrasados, la decadencia está llamando a nuestras puertas. Nuestros hijos solo aspirarán a ser sirvientes, nuestras moradas serán de otros, nuestro futuro pasado, y nuestra esperanza la nada. Cuando los pueblos se someten al dictado de los mercados, cuando lo importante no es la cultura sino la riqueza, cuando nuestro dios es nuestra divisa y la longevidad un término para medir tu vida laboral. Ya no se forma parte de una nación de hombres libres, se forma parte de un pelotón de inútiles devenidos en cantera de explotación. En amalgama de cuerpos de uso y desuso, en qué más da esta chusma, anda y que se jodan.

Si quienes deberían proteger tus derechos pisotean la carta magna y son esbirros de los usureros y de los mangantes. Si de quienes deberías esperar justicia hallas abuso; y si de quien esperas que reparta acumula en su beneficio, ya no tienes escapatoria. Deberías haber aprendido más, si hubieras sabido lo suficiente esos engaña bobos no te habrían pillado en un falso. De haber estado más preparado habrías puesto remedio a lo que se venía venir.

Yo de haber sabido más ya me habría rebelado. Vale la pena ser libre y honesto con tu saber, que civilizado y condenado a obedecer el dictado de los que se creen superiores, por encima de la ley. Yo de mayor quiero ser director general de lo que sea y disfrutar con ríos de coca y volquetes de putas. Si es que da la risa. ¡Ah! y un millón de euros de sueldo al año, aunque mejor en negro que no paga el impuesto de los tontos.

lunes, 18 de febrero de 2019

Sin novedades en el frente.



El día 17 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas en España desde el levantamiento militar que acabó con la República en España e impuso una dictadura criminal. Los titulares del pais nos informaban de:
* Connors, primer cabeza de serie en Wimbledon.
* Sevilla iniciados el derribo de los refugios de la Corchuela, barrio marginal
* Coctel Molotov contra un jeep de la Policía Armada. Dos miembros de la Policía Armada sufren quemaduras de pronóstico reservado como consecuencia de un cóctel Molotov que explosionó en el jeep en que prestaban servicio. Los autores del atentado son, al parecer, un grupo de manifestantes que intentaba penetrar, en el momento en que se produjeron los hechos, en la sede de Alianza Popular en la Ciudad Condal.
(Fuente El Pais en http://elpais.com/tag/fecha/19770615)
Yo en ese momento me hallaba en Melilla prestando mi compromiso de dos años con La Legión, y ahora que lo pienso no tengo muy claro el recuerdo sobre tal día, dudo muchísimo que los jefes militares del Tercio Gran Capitán nos pusieran urnas para votar.

Aquellos eran otros tiempos, todo iba demasiado rápido. Yo con mis veinte años ya había pasado por las dos instituciones de la España eterna, el Ejército y la Iglesia, pero también conocía de primera mano el mundo laboral y las huelgas obreras. Del ejército quería aprender a luchar, porque rezar ya sabía y ser explotado era poco interesante. Ahora sé que cuando me perdí esas elecciones a las que seguramente no tenía derecho, aún no tenía la mayoría de edad pero si un fusil de asalto cetme asignado, no me perdí gran cosa, si acaso el ser ninguneado por primera vez por los políticos que a partir de entonces empezarían a vivir del cuento y hacerse ricos a costa del erario público y la corrupción galopante, que sepáis que estas mierdas vienen de aquellos lodos.

Y que arrogantes eran todos. Recuerdo mis primeros pasos en la industria textil, los tejedores nunca te enseñaban nada, si acaso que les sirvieras para hacer muchos metros de alfombra y ganar más que nadie. Parecía que les quisieses quitar su sueldo aprendiendo el oficio, te veían como un enemigo. La Legión no fue mejor en ese aspecto, un capitán me llegó a decir sic: Manchón, cada maestrillo tiene su librillo y yo tengo el mío, no te pases ni un poco. Luego me mandó lejos de la compañía a la Sección de Trabajos, conocida popularmente como El Pelotón de Castigo o La Pelota, eso sí como vigilante no como arrestado, por los pelos.

Así que como mi querida España hube de apañarmelas solo para aprender, y la cosa me ha perseguido desde siempre, si os lo cuento no lo vais a creer, el caso es que en la Policía Nacional nada más entrar me acusaron de rojo, y un poco lo era, pero se suponía que ya estabamos en democracia y yo venía de La Legión, en la Academia de Badajoz, a pesar de que comenzó un tanto mal, mi Capitán me puso a dirigir a la unidad que debeía aparecer en el primer desfile del Día de las Fuerzas Armadas del año 1979 en Sevilla. Me pase media Academia Especial de la Policía marcando el paso a los compañeros y me libré de algunas pruebas como el judo. En Sevilla ibamos justo delante de La Legión que aunque parecía intentar darnos alcance, no lo lograron ya que yo marcaba un paso rápido a los nuevos Policías Nacionales que ese día estrenabamos nombre y uniforme, el marrón.

Cuando pasé a segunda actividad en la Policía, después de un tiempo de reposo me apunté en la Facultad de Derecho de la Universidad de Alicante, y allí aunque llegué a delegado de curso varios años, conseguí que algunos profesores me odiaran, de nuevo parecía que yo era un peligro para sus puestos. Con la matrícula de cuarto y después de que Hacienda, que por ese tiempo no dirigía el Montoro, me embargara el sueldo debido a una incomparecencia mía, ya que me mandaron el certificado para que compareciera a mi anterior domicilio, aunque yo ya había cambiado la dirección en la propia delegación de Alicante, y a pesar de llo me jodieron con vileza lo que me llevó a no poder abonar las tasas universitarias, no quise pedir dinero a nadie, y el desgraciado del por entonces Rector de la Universidad me quitó las tasas pagadas a modo de multa y me castigó con dos años de alejamiento universitario. No volví.

Bueno iba a hablar de la España de las elecciones y os he contado un poco de mi vida, lo dejaré en mi perfil de Facebook y en mi colección "Muy Personal" de Google +. De las mujeres de mi vida, casi mejor no os cuento nada porque me fue como todo lo demás, de desastre en desastre. Y yo quiero arreglar el mundo, manda huevos.

El precio de la codicia.



La codicia, nombre femenino, es el deseo vehemente de poseer muchas cosas, especialmente riquezas o bienes; pero también de lograr una cosa inmaterial, en especial algo bueno.
Sinónimos de codicia son: ambición, avaricia, avidez, anhelo, deseo, afán, usura, miseria, avaricia, ruindad.
Antónimos de codicia son: desinterés, desprendimiento, generosidad, esplendidez.

Ayer empecé a ver un documental sobre la aventura del hombre y el porqué de su éxito en el Planeta. Cuestión que yo no comparto (lo del éxito), pero de inmediato me vino a la mente mi trabajo sobre el Gen de Dios y nuestros genes como el del chimpancé o gen criminal al que yo señalaba como el culpable de nuestro desarrollo y nuestro éxito en el exterminio de las demás especies y en fin..., aquí en este documental se achacaba tal progreso a la codicia, a la que también nombro junto a algunos de los sinónimos que se incluyen al inicio de este relato; y todas y cada una de estas desgraciadas formalidades de la maldad congénita del ser humano venían dadas por nuestro ombligo. El caso es que a pesar de mantener diferencias con la línea conceptual del documental, éste me sirvió para pergueñar el germen de este escrito.

Una máquina de detrucción es lo que es la codicia y cualquiera de sus sinónimos, como también lo es el ombligo a través del que conseguimos nuestras primeras provisiones vitales para el desarrollo de nuestro cuerpo y que luego adoraremos por encima de todas las cosas. Y una máquina de creación es lo que son sus antónimos, que junto con el amor de verdad, influye en todo nuestro entorno y puede irradiarse hasta límites insospechados. El hombre ha usado y usa con profusión la codicia como combustible para sus avances, pero como se trata de un deseo íntimo, irreflexivo y egoísta su alcance es limitadísimo, cualquier miniedad puede acabar con ella, a menudo la traición es su compañera de viaje, así se da en casi todas los avances humanos ya sea en modo empresarial con el robo de ideas, de personal, de planes o directamente el robo; ya sea en el ámbito político con las puñaladas traperas que abatieron a nuestro Viriato y a cuyos asesinos Roma se negó a pagar por traidores, o más recientemente las recibidas por el dirigente socialista cuyo nombre no voy a recordar.

Lo que me queda de ésto que no quiero alargar en exceso para no cansar al lector, es que a pesar de que en nuestro interior se haya el veneno que nos destruye y corroe como especie, inmolando a lo largo de los siglos las vidas de tantos, arrasando las ciudades y quemando los libros, esclavizando a los semejantes y violando la belleza; a pesar de que nuestras manos esten manchadas con la sangre inutimente derramada a través de los tiempos; a pesar de que nuestras mentes de primates estén decididas a poner punto y final a esta maravilla estelar que es La Tierra envenenando su suelo, ensuciando sus mares y contaminando sus aires; a pesar de todos los pesares la vacuna contra el mal que nos asola y domina también está dentro de cada uno de nosotros y se trata también de un deseo íntimo, se trata como ya he apuntado del amor que siempre va acompañado de sus escoltas que como generales de un ejército ganador lo llevan en volandas, son la verdad, la honrradez, el compañerismo, la lealtad, el honor, la valentía y la justicia. Pero cuando la llama del amor se desata ya podéis poneros a cubierto porque sobre su caballería alada le seguirán prestos a la batalla el furor, la locura, el arrojo y sobre todos su capitán en jefe el heroísmo.

Y a menudo oígo el sonido de la caballería alada en las noticias, las podemos oír cuando comunican que científicos descubren un plástico que no contamina, un combustible mágico o la última vacuna. Aunque cuasi de inmediato se producen los enfrentamientos y se oyen llegar por doquier a las huestes de la avaricia, encareciendo los remedios o vetando los avances para mantener los privilegios de una casta asesina que domina el mundo hasta que acabe con él o las huestes del amor y del bien golpeen duro y en su yugular para hacerle incar las rodillas y poder decapitar a la bestia.

¿Por qué me odias?



Aunque la maldad, en apariencia congénita del hombre, da demasiadas muestras de su existencia, la bondad se le enfrenta a diario. Y aunque hay pocos o ningún video juego donde se puntúen las buenas acciones, la colaboración altruísta o la ayuda solidaria, pero si muchísimos en los que puntúa la forma de producir daño, el número de muertes o los objetivos destruídos, será el ser solidario el que tenga el futuro en sus manos y quien degustará las fresas del Eden, en tanto que al maligno solo le cabe esperar el peso de la justicia y el olvido a la sombra del más triste penal. Y ésto no lo digo por decir, y aunque parezca ajeno a la realidad solo el ejercicio del bien genera bienestar, solo el acto de amor (no la cópula) nos llena de satisfación y no basta con la promesa de la acción, se precisa su ejecución. No basta pues decir te quiero, yo te ayudaré, has de rodear al afligido con tu abrazo y demostrar con los hechos más que con las palabras que ahora no está solo.

Lo vemos a diario, es el perro abandonado, la mujer o el hombre afligido, el que ya no puede más, al que le roe el hambre y no puede abrigar a sus hijos. Es el olvido del tercer mundo (le pusimos nombre al sufrimiento ajeno), el caer incesante de las bombas, las de los ricos contra los pobres, las de los que dios ama contra los infieles, las de los rojos contra los azules y viceversa, siempre las bombas de los que odian contra los odiados, porque si los amaran les llevarían en volandas panes con miel y colchones de plumas de esos donde reposan sus gordos culos los reyes de los emiratos.

Y así será mientras las cosas se reduzcan a que los niños tienen pene y las niñas tienen vulva; antes de que llegaran los salvajes occidentales a las tierras de América, parece ser que los pueblos indios clasificaban a sus congéneres en más de cinco biotipos sexuales sin darle mayor importancia a la apariencia de su órgano sexual. Nada va a cambiar en tanto sigamos creyendo que un dios omnipotente hubo de mandar a su amado hijo a la Tierra para que los inútiles haraganes que el mismo creó lo crucificaran después de someterlo a terribles castigos. Poco van a cambiar las cosas si seguimos destruyendo nuestra nave sideral, nuestra casa, nuestra tierra.

Pero si hay dos dedos de inteligencia en algunos de nosotros, dos dedos por encima de la media me refiero, puede que lleguen a deducir que se pueden llegar a cambiar las cosas. Yo estoy cuasi seguro de que algunos de vosotros ya estáis creando los algoritmos que van a tomar el control del planeta, aunque también pienso que aún deberán de esperar un poco, al menos hasta que la inteligencia artificial avance un paso más y sea capaz de tomar el control de los ejércitos. Por que el control de los dineros y de los mercados financieros ya se podría hacer, o al menos ponerlos al pairo abocándolos al caos. Pero para que un grupo de seres humanos decida dar un golpe de mano exitoso que acerque al ser humano a una nueva concepción de la vida en la que sea el amor y no el odio el motor de la misma, deberán de pasar unos decenios y aún presintiendo de que genios jóvenes y no tanto, ya están liderando los pasos y creando los algoritmos de la bestia informática para la toma del control de este mundo cada vez más sofisticado y cada vez más en manos de orates borrachos que nos dirigen directamente al abismo, pero, eso sí, pasando primero por el suplicio de las guerras, del hambre y del absurdo.

Podría escribir más sobre el pasado lleno de dolor y estupideces, podría imaginar más la revolución pendiente y divagar sobre un futuro lleno de buenaventuras y empoderamiento de los mejores sobre los inútiles que hasta el día de hoy nos han gobernado y nos gobiernan, tanto en España como en el mundo entero, pero esto es solo un escrito o un solo panfleto de lo que ocurrió y lo que puede ocurrir. Y quiero acabar recordando que hoy en Madrid miles de españoles arropando a Unidos Podemos le están diciendo a los ladrones de la derecha más rancia y corrupta del mundo que se vayan a sus casas, que nos dejen progresar.