domingo, 10 de febrero de 2019

Y el año pasado escribía en el Facebook: Martes 18 de abril de 2017.



A declarar como testigo va a tener que ir el presidente del gobierno Mariano Rajoy alias el registrador registrado. Esta noticia que para muchos es fabulosa y para otros un nuevo ataque al PP, para mí es solo un nuevo síntoma de la degradación del pais por la acción gubernamental. Para vivir en las condiciones actuales no se precisa de una democracia. Ya se que para muchos España está en una situación socio económica envidiable, puede ser, pero no para todos. Hay muchas personas que no pueden ni quieren enfrentarse a su atroz situación. Recuerdo por ejemplo una declaración del ministro de economía Luis de Guindos que decía que era mejor trabajar por cincuenta euros a la semana que no hacer nada. Pero es que con este tipo de declaraciones a parte de incentivar y animar el trabajo esclavo se desinforma la realidad, porque con esos cincuenta euros nadie en España se puede desplazar el mínimo de diez veces de casa al trabajo, tomar cinco almuerzos para no desmayarse, beberse veinte litros de agua para no deshidratarse, y vivir los otros dos días, más realizar las comidas y cenas mínimas para no morir. Eso sin contar los otros cientos de gastos que te impone el vivir en sociedad como el de vestirse y calzarse, cortarse el pelo y afeitarse, lavarse y llevar la ropa límpia. En fin es abrumador que un elemento que vive con un sueldazo que supera los 2.000 euros semanales y dispone de dietas, transporte de lujo con chofer y una ristra de emolumentos para completar su sueldo, pueda ni tan siquiera pensar dicha frase sin que se le caíga la cara de verguenza.

Aunque como ya he dicho y escrito en otras ocasiones la culpa de ésto no es totalmente del gobierno, la mayor culpa viene de la misma sociedad que consiente las veleidades del gobernante de turno. Y las consiente porque se ve reflejado en la aptitud gubernamental, porque la mayoría de los ciudadanos son unos sinverguenzas, carecen de moral y no tienen una pizca de cultura. Y aunque haya datos de que España es un país solidario yo no lo veo por ninguna parte, la mayoría vamos a lo nuestro y no damos más por el culo porque nos podrían descubrir. Ya se que la verdad jode, pero es inapelable y si a alguien le molesta mi crudeza y cree que miento, le sugiero que aprenda a leer prensa no deportiva, que lea libros actuales y antiguos, que mire más allá de las clalles del lujo y de los grandes centros comerciales, que salga a los arrabales y se desplace a los pueblos donde ya no existen jóvenes. Que vaya a las cárceles y a los centros de detención de extranjeros, que acuda a los comedores sociales y pregunte a las ONGs, que se desplace a los albergues para indigentes, y a los de animales abandonados, que se plante y pregunte en las colas del paro, y que se acerque a los locales de Proyecto Hombre donde se rehabilitan a toxicómanos y ludópatas que arruinan sus vidas y las de sus familias.

Yo creo que las fuerzas políticas progresistas del mundo en general y de España en particular hace tiempo que perdieron la batalla por el gobierno mundial o nacional, según el caso, la sociedad está completamente conformada con el progreso que apercibe, sobre todo los votantes activos, que viven en una virtualidad democrática y de avances socio económicos que son solo un espejismo. Cuando el objetivo de los gobiernos y la esperanza de los ciudadanos es la disposición de riqueza por encima de cualquier otra cuestión, es que la sociedad ha dejado de ser un ente de solidaridad y hermandad para convertirse en una estructura societaria que fomenta el egoismo y la acumulación. El hombre pasa de ser un igual a ser un mero objetivo de explotación, la vida de ser un bien superior a ser un tiempo de aprovechamiento, la cultura de ser un recipiente de la humanidad a ser una herramienta al servicio de las corporaciones, la libertad de un derecho inalienable a una moneda de cambio, la salud de un objetivo a un pasivo, la guerra de una línea roja a un ejercicio del poder. Y así podría seguir enumerando las pérdidas producidas cada día en esta sociedad tan falsa como la falsa moneda.

Negros nubarrones.



En la memoria cuesta encontrar las referencias del franquismo que allí he guardado con o sin consentimiento, cuando murió el general yo estaba en la plenitud de mi adolescencia, ese día recuerdo haber ido a comprar el diario Información para ver la cara del muerto.

Y pasaron los años, unos pocos de pura y dura transición regada con la sangre de los asesinatos a políticos, militares y policías, mientras el país se partía la caja con la movida madrileña, se presentía el final de los setenta. Con la nueva década llegarían muchos cambios, la banda terrorista de la ETA hizo caja con tantísimos féretros y suya la década a la que se le llamó del plomo por las balas tiradas a traición y por la espalda. Los socialistas tomaron el poder y se perpetuaron mientras los españoles dejaban hundirse a la derecha. El mundo vino a España con el mundial, también llegaron los holligans que sembraron de batallas campales Bilbao, donde los vascos aplaudían por primera vez a los antidisturbios de la Policía Nacional, los marrones, cuando cargaban sin contemplaciones contra los bárbaros de la pérfida Albión. En esos años el cinturón rojo de Barcelona pilotado por un partido socialista obrero y muy poderoso pronosticaba una Cataluña unida a España sin fisuras.

Váyase señor González, exigía un provinciano inspector de hacienda venido a más, y González se marchó, con él salieron los Guerra y algunas de sus verguenzas, la corrupción de los representantes de la clase trabajadora dejó a ésta sin adalides, y perdido el mando del barco, comenzaron a pilotar la nave las aves carroñeras de la derecha que acompañaban a la gaviota o al charrán como se empeñarán años después en explicar los dirigentes del partido podrido en vez de explicar su corrupción, sus mentiras o la ruína a la que desde su ascenso al poder abocaron a nuestras tierras.

Y tras nuevas décadas, ya sin terroristas de pistola aunque sí con otros vestidos de Prada, llegaron las hipotecas sin futuro, el incumplimiento de las leyes protectoras de Europa, las llamadas a la Constitución del 78 que nunca se cumplió, llegaron los casinos virtuales después de las drogas de diseño, apareció el móvil y desapareció la esperanza de que el pueblo volviera por sus fueros. Se cargaron los derechos laborales, las leyes sociales y dejaron plantar sus reales a los prestamistas más zafios. La cultura quedó relegada a la Wikipedia y la juventud perdió el don de la palabra. El país se llenó de traficantes de drogas, mujeres e influencias. Las calles dejaron de ser seguras para no ser de un país para viejos. Proliferaron los pisos patera y las fábricas sin derechos pero con muchas horas y sueldos que nunca llegaban a ser de  mileurista.

Y al son de las castañuelas de una clase política vendida a sus propios intereses y los de sus amos del capital, entre tanta mentira y abandono de lo cultivado, el pueblo se hizo zafio, se formaron las manadas y la música llegó como himno a la impudicia, las niñas se hicieron putas antes que mayores y los niños en vez de venir al mundo con nuna barra de pan lo hacían con una navaja de pandillero.

Con el país al borde de la guerra civil por un quitame allá esta cata la uña, los bordes huyeron al país donde los Tercios de antaño se batían el cuero, y el notario de Santa Pola enarboló la Constitución, se sacó un as y dos cincos (155) de la manga y mandó la flota para acallar las protestas. Y en la resaca de las cargas policiales el nuevo, penúltima esperanza de la izquierda de toda la vida, recién llegado al albero con su traje de luces morado verá como por una mala faena de los subalternos los aplausos del público van para el matador del traje de luces naranja al que su cuadrilla sí supo rematar la faena.

Y en el aire de las calles del Madrid más cañí aún resuena el grito desgarrador de la comedia que empieza a ser esta mala historia de nuestra querida Piel de Toro: Carmena, no te lo perdonaré en la vida.

jueves, 7 de febrero de 2019

Codicia y ansia.



La avaricia (Latin, avaritia), a diferencia de la codicia, es el afán o deseo desordenado de poseer riquezas, bienes, posesiones u objetos de valor abstracto con la intención de atesorarlos para uno mismo, mucho más allá de las cantidades requeridas para la supervivencia básica y la comodidad personal. Se le aplica el término a un deseo excesivo por la búsqueda de riquezas, estatus y poder. Sin embargo la codicia, por su parte, es el afán excesivo de riquezas, sin necesidad de querer atesorarlas. La codicia (o a veces la avaricia) se considera un pecado capital (casi todo de la Wikipedia).

Y para el Real Diccionario de la Lengua de don Miguel de Cervantes el ansia o la ansia, a parte de que procede del Latín tardío anxia, y en concreto de la raíz de angĕre "estrechar", "ahogar". su significado es la congoja o fatiga que causa en el cuerpo inquietud o agitación violenta. Pero también es la angustia o aflicción del ánimo.

Otras explicaciones halladas en Google se refieren al estado de intranquilidad o inquietud muy intensas causado especialmente por algo desagradable o por la amenaza de una desgracia o un peligro. A menudo es producto de la penalidad o de las circunstancias cuando éstas son adversas.
Un sinónimo es la aflicción o congoja. Y físicamente se presenta como el agobio o sensación de opresión en la región torácica o abdominal que produce respiración fatigosa; generalmente no tiene una causa precisa; también como la sensación de malestar en el estómago que se experimenta cuando se tienen ganas de vomitar y que suele culminar en vómitos.

Y expuestos los términos del título de este escrito he de hacer incapié que es la codicia, sin duda alguna, la que mueve con poderosa fuerza los pasos del ínclito Puigdemont y su banda de preclaros inmorales. El ansia que sienten por el devenir de los acontecimientos vendría a ser la causa del exceso de codicia y en alguno de los casos de avaricia.

La peste secesionista, que nunca independentista porque independiente no lo son ni los astros ni los planetas del espacio sideral, tiene un mantra que a fuer de repetirlo trata como si de una verdad religiosa se tratase. El mantra dice y platica sobre la legalidad de sus aspiraciones que nadie duda, asumiendo como si fuera inherente a la susodicha legalidad la supuesta cualidad de democrática la aspiración separatista y democrática la fórmula o el process ejecutor de tales aspiraciones. Obviando a las claras que la verificación de la calificación de democráta y legal de tales actos y deseos ha de verse y confrontarse a través de la observancia de las leyes que entre todos redactamos y ellos aceptaron para acceder a los cargos, prebendas y poderes que ostentan.

Tanto el ávaro como el codicioso pretende hacer creer de sus derechos sobre las cosas por el propio hecho de su deseo ya sea éste legítimo o no. La posesión in eternum de unos bienes arrebatados a la propiedad legítima produce un constante estado de ansiedad que se trata de ocultar con ataques a los saqueados, con aleluyas de superioridad moral y cantos a la libertad que ellos mismos socaban con su impertinente asalto a los derechos consensuados.

La mentira es otra de sus armas preferidas y asi los adalides de los insurrectos, tanto los apresados por la justicia, como los huídos del peso de la ley, o los que pasean en libertad su perpétua falsedad, hacen gala contínuamente del asedio a que se dicen sometidos por un Estado Español opresor y sucesor del tirano dictador Francisco Franco, cuando en realidad solo tienen los síntomas de la aflicción y de la congoja que les revuelve las tripas porque no aguanta ya tanto abuso de la ignominia y del oprobio que ellos destilan.

La terquedad con que los dirigentes de la derecha secesionista promueven la rebelión se hace difícil de digerir, salvo que se interprete en el paradigma del todo vale para alcanzar los objetivos deseados. Pero a estos aprendices de brujo se les escapa algunas de las cuestiones previas a las que debe ser sometido un plan que pretenda alcanzar la meta buscada. Una de las más importantes cuestiones, sobre todo para los jerifaltes de la derecha catalana, es que si ellos para lograr su independencia muestran el camino de la desobediencia a la legalidad temporal como arma para hacerla doblar las rodillas y poder decapitar a la bestia, serán esas premisas y esas fórmulas las que empleen los asalariados de la oligarquía secesionista contra los ahora rebeldes sean mañana gobernadores de su particular Arcadia para doblegarlos a la primera de cambio, hacerles doblar sus patibularias piernecillas y cortar sus enjutos cuellos llenos de vileza y avaricia palpable.

Y los descamisados de la izquierda falsaria que pretende llevar a la ruína a una tierra de promisión y que hasta hace pocos meses se dirigía a una velocidad de crucero hacia la prosperidad más envidiada de entre multitud de naciones. Esta izquierda rancia heredera del comunismo estalinista que declinó invertir en la internacionalización del socialismo para que fuera invencible, y que pagó con falsas promesas al comunista catalán Jaime Ramón Mercader del Río para que asesinara un 21 de agosto de 1940 al ucraniano padre de la Revolución Permanente y de la Internacionalización del Socialismo y de la Cuarta Internacional, todas las proclamas que los dirigentes estalinistas de la CUP odian a muerte porque supone enfrentar sus mínimas inteligencias con mentes evolucionadas como la de León Trotski masacrada por su antecesor Mercader. Estos brujos de la revuelta prefieren las miserias de décadas, antes que el acercamiento a las posiciones defendidas y proclamadas, aunque no resueltas, en la Constitución española del 78. Y prefieren que su "pueblo" carezca de avances médicos, tecnológicos y de prosperidad porque eso supondría alejarse aún más de lo que ya están de alejados de una realidad palmaria que nada tiene que ver con el ideario tercermundista de estos parias de la Tierra.

Y mientras el Condado de la Barcelona industrial, sin sus alrededores llenos de campos de labranza donde vagan segadores borrachos al compás de las sardanas más vetustas a la espera de las ayudas al campo de la Bruselas que tanto denigran ahora y en donde se oculta de los medios españoles el botifler en la sombra del Carlas; y digo que en el Condado de Barcelona se preparan para exigir un referendum que les permita separarse de la inculta y campesina Cata la Uña en caso de que esta se separe primero de España, quieren crear una nueva identidad política que se llamaría Tabarnia y que con toda probabilidad permanecería dentro de España y la UE.

En fin, esto tiene mucha tela que cortar y puede que brevemente o no, aporte un nuevo escrito a este desquiciante problema que han preparado los catalocos separatistas. Hasta ese momento os deseo a todos unas felices fiestas, los que están en la cárcel por saltarse la ley que la sufran, los que emigraron porque la banda de los Puyol expolió los dineros de Cata la Uña al igual que expolió y expolia los del resto del Reíno de España el Rajoy y su cuadrilla o los antecesores de la Susanita de Andalucía, pues a esos españoles que vagan allende los mares y los Pirineos, que ojalá puedan volver pronto pero que no se hagan muchas ilusiones. A los que viven fuera de la casa que no pudieron permitirse por la usura de los bancos rescatados con el dinero de todos que ya no devolverán porque el dueño de la llaves de las arcas del Estado no le importa que sean los suyos los que roban, pues a esos españoles echados a rastras de sus casas por mis compañeros uniformados bajo las ódenes de jueces y juezas sin sentido de la equidad y la proporcionalida que ningunean y obvian los preceptos constitucionales como si fueran papel mojado, pero no ven rastros del delito en los tejemanejes de las corporaciones de la estafa y el saqueo con las titulaciones de las hipotecas y las ventas a fondos buitres de montones de viviendas protegidas o indebidamente colocadas en mercados opacos, a esos que viven bajo otro techo o bajo las estrellas que ya no se ven por la estupidez humana, a esos que tengan paciencia y se rebelen que ya no tienen nada que perder, que exijan sus derechos que sí que los tienen, pero por favor no fuméis, no os droguéis, no os emborrachéis, no seáis como esos independentistas del carajo, sed más bien como los recios españoles de antaño, los de Fuenteovejuna y todos a una echad a patadas a tanto zángano y mangante.

Y, por supuesto feliz y próspero año nuevo.

Post Data: y que todo el que pueda que se haga vegano. No más sacrificio animal y nunca más brutalidad y sadismo para con nuestros compañeros animales de esta nave sideral que es el planeta Tierra.

El mejor de los hombres.



Y ni el sol del mediodía podía hacerle sombra, yo creo que el Astro Rey no se atrevía a plasmar su efigie en el suelo y en negativo y no porque siempre hubiese sido republicano que otros motivos tendría; cuando en un día de viento cuasi ventolera salía a dar uno de sus cortos paseos de pensar, apenas si Eólo osaba moverle un par de pelillos de la cortinilla que a modo de flequillo demodé tapaba su frente senatorial como fiel guarda de corps.

Y mentado el guarda de corps, se podía ver cuando pasaba revista a los Mossos o cruzaba en sus desplazamientos ante los armados que prestaban servicio en el Palacio que acogía su majestad, el embelesamiento que levantaba entre las aguerridas tropas iba más allá de vulgares muestras de admiración, se palpaba el endiosamiento en que lo tenían, y él, el Carlas lo sabía y con pilla sonrisa miraba como quien no quiere la cosa y notaba como la satisfación le subía para arriba.

A pesar de no ser tan alto como alguno de sus odiados adversarios, ni ser tan guapo como alguna de las que siempre estaban allí aspirando a derrocarle para usurpar el puesto que su pueblo le había otorgado, para ocuparlo y hacer otras y revulsivas políticas tan alejadas de su ideología y tan contrarias a cualquier democrática razón que él solo poseía. A pesar de los pesares, el Carlas se sentía arropado por la totalidad del pueblo y protegido por la divinidad, y hasta los otrora adversarios de la izquierda nacional, bajo el manto de los Santos Sacramentos le habían puesto como merced a uno de los suyos para que le hiciera de coracero y espeditara el camino en el nombre del Dios de los cristianos, dando si fuera necesario su vida o su libertad para proteger al líder indiscutible, para protegerle a él, al Carlas.

Solamente una narración del absurdo como ésta que acabo de hacer concedería certeza a la estulticia e insensatez que porta el president, y daría claridad al porqué un pueblo que presume de conocimiento y de variopintas virtudes se ha dado a la aventura de una inexistente e imposible independencia. Este pueblo abducido por los cantos de sirena de tres formaciones políticas, cada una de ellas con sus rémoras, sus mentiras, sus advenedizos, sus miserias y sus deúdas, este pueblo digo ha tomado al pie de la letra la proclamada superioridad de lo catalán sobre lo español; lo ha interiorizado tanto que ya está dentro de su seña de identidad, ahora el catalán es un hombre y una mujer mejor, más poderosa y más hermosa que una española, son más señores que nadie, saben más que cualquier docto andaluz, extremeño o gallego. Sus panes saben mejor y hasta sus catedrales son las preferidas por Dios. El mundo entero está asus pies y ya nadie les va a decir qué es lo que deben de hacer.

Cuando una sociedad llega a los límites de la realidad como ha llegado la sociedad catalana, o al menos la mitad de ella, es que existe un problema. Una de las razones de todos los odios, de todas las afrentas, de todos los robos, de todas las injusticias y, porqué no, de todas las guerras es, ha sido y será la absurda creencia de la superioridad de unos sobre otros. En realidad no es que todos seamos iguales, que no lo somos, lo cierto es que nuestras diferencias solo provienen de la causalidad cuando no de la casualidad. Somos distintos en el color porque el sol actúa sobre nuestras pieles de forma diferente en base a determinados factores que no tienen nada que ver con nuestra inteligencia u otras cuestiones. Somos más altos o más bajos no porque así lo quiso Dios, sino porque nuestra infancia estuvo mejor alimentada y dispusimos de más ventajas, ventajas que a menudo provinieron de políticas rayanas en el expolio de otras tierras donde sus infantes quedaron abocados a la desnutrición por la voraz codicia de nuestros dirigenbtes y líderes del saqueo. Somos más inteligentes no porque nuestros cerebros sean más grandes y dispongan de más neuronas y mejores que las de los que apenas si saben leer cuatro palabras y sumar dos dígitos, lo somos porque a pesar de disponer de la misma masa encefálica y de tener un número de neuronas que en algunos casos pueden ser incluso inferior a las de muchos analfabetos, lo somos porque, otra vez la infancia, cuando niños tuvimos la suerte de ser enseñados por profesores y maestros, maestros de verdad no como ese Carlas al que tilda alguna selecionadora catalana de Gran Maestro tal cual Gran Gurú del devenir que está por venir, y sí, sabemos más por los maestros de escuela y los niños de ahora podrían llegar a saber más si no estuvieran siendo aleccionados en la supremacía racial que está fuera de la realidad, porque señores catalanistas, aquí nadie es más que nadie, todos somos iguales, aunque unos sean más tontos que otros, aunque unos se dejen embaucar por un Rajoy y otros por un Puigdemont, aunque unos se dejen robar por la CIU ahora CdeCat, mientras que otros se dejan robar por el PP o el PSOE.

Yo no creo ni en los antisistema de la CUP con los arremangados con cara de cabreados y mata guardias, ni en la izquierda rancia y nacionalista del ERC con sus rufianes malhablados y que en vez de unir quieren separar, tampoco creo en la derecha nacional fascistoíde que roba a manos llenas con el tres y pico por ciento y acusa a la derecha española de saqueo cuando el robo es interno de sus propios secuaces, igualmente descreído soy de los españolistas que se escudan en la Constitución que entre todos nos dimos cuando yo tenía 22 años y que después de tanto tiempo aún no han llevado a cabo casi ninguna de las premisas que los trabajadores y las clases más pobres pusimos sobre la mesa para evitar una nueva guerra, Constitución que enarbolan e incluso osan adjetivizarse con su apellido de constitucionalistas cuando en realidad son tan falsarios como los secesionistas de tres al cuarto. Unos quieren seguir estafando al conjunto de España y los otros se conforman con estafar a los habitantes de las tierras catalanas aspirando a hacerlo en aquellas tierras que recibieron el yugo militar de ancestrales tiranos catalanes. Cuanto seny imaginario habita las tierras de Cataluña, cuanta mala uva se derramna por Castilla y León, cuanta mentira se destila al albur de la manzanilla por la Andalucía, cuanto desagravio se exige en la Extrema y Dura, cuánto habremos de esperar para ser un día un pueblo digno de nuestros abuelos que aún yacen en las cunetas de España, que fueron fusilados por el odio entre españoles.

Que paséis unas felices fiestas, el que pueda permitírselo y el que no pueda, suerte amigo.

El líder carismático del pueblo elegido de una tierra única.



Amanece cada mañana de diciembre del 2017, y mientras el sol despliega su luz por la ciudad de Barcelona, allende los Pirineos, en la ciudad otrora infame de Bruselas donde los Tercios de Flandes se batían contra una secesión ya lejana en los tiempos, se halla un hombre, una promesa, el líder de una nación que surge irredenta ante las hordas franquistas del empecinado Rajoy.

Hace casi quinientos años desde Barcelona partían los barcos que llevaban a las tropas españolas hasta las costas italianas desde donde se dirigirían después con contingentes italianos hacia las tierras que circundan la ciudad donde se esconde y agazapa el líder más buscado, el más odiado y también, pues claro que sí, el más amado.

La realidad es que los catalanes que quieren marcharse de la unión con los demás pueblos de la península excepto Portugal, adoran o idalatran a este político de tres al cuarto o insigne, según quien lo califique. El líder secesionista se ha propuesto seguir el camino de la tierra quemada, con un más que patente Catalunya o mía o de nadie. Ayer oía en la TV a una insigne deportista que dirige una rama deportiva a nivel de seleccionadora catalana, decía del señor Puigdemont que era un Gran Maestro al que seguiría a donde fuera que fuese. Y esta clase de gente son las que preparan las condiciones de la barbarie.

Hace uno o dos días se reunían académicos e investigadores catalanes para consensuar una declaración en la que se acusaba a España de país agrícola y, por ende, atrasado, en donde era imposible prosperar a nivel de investigación. Los sabios catalanes concluían con un o nos vamos o retrocederemos a la edad media, o algo así.

Pero de estas salidas de tono hay cien cada día, a los niños se les alecciona contra España, pero nuestro amado líder avisa de que a la escola catalana no se la vencerá jamás; se persigue a los que exhiben banderas o sentimientos unionistas y se mofan e insultan a cualquiera que no siga el pensamiento único, a la vez que se ataca a la prensa y tv foráneas de ser mentirosas. Cada día se ve más claro el uso de las técnicas de adoctrinamiento y propaganda que emanaron del Mein Kampf de Adolf Hitler, aunque desde las atalayas separatistas se acusa de nazis y franquistas a los unionistas y al gobierno de la nación. Y al igual que Hitler que sufrió su Gólgota en la cárcel, nuestro amado líder lo está sufriendo en Bruselas, en donde después de su encuentro con el Padre, las urnas del 21 de diciembre, espera resucitar y presentarse de cuerpo presente ante sus seguidores, quienes cual apóstoles se postrarán ante su carimática figura y la eminente llegada del reíno de los ríos de miel, donde los jubilados ya no recibirán el cheque de la humillación de parte de la hacienda española sino de los erarios públicos y bien dotados catalanes, ese reíno de la utopía donde los bancos se darán de tortas por estar en las Ramblas y cerca de todas y cada una de las masías de Catalonia donde els segaors dormitarán sus sueños al sol, esa república de los pobles de Costa de la Usura donde las fábricas no dejarán de vomitar bienes de consumo que los atrasados españolitos comprarán sin dudar e inundarán todas las tiendas y grandes superfícies desde el peñasco de Algeciras hasta la península de Kamchatka.

Lo peor de todo ésto es que al igual que en Alemania cuando la catástrofe hitleriana, los alemanes fueron abducidos por los cantos de sirena de un tarado que creía que el sabía más que nadie, los alemanes cretinizados de una forma brutal por las técnicas de embobamiento colectivo se buscaron su padecimiento y provocaron un dolor inconmesurable en el mundo entero. Y aunque la cretinez de este Carlas del carajo no va a dar para tanto, no va a llegar al extremo de la barrabasada nacional socialista de los alemanes, pero aún así y como buenos nacionalistas harán que los campos catalanes, las masías, ciudades, fábricas, hoteles, calles y sus comercios, sus universidades, catedrales, campos de fútbol y escenarios deportivos, sus alhóndigas o como se diga en catalán, sus puertos y aeropuertos, sus bibliotecas y cibercafés, se queden en el paíro, se miren entre ellos diciéndose qué nos pasó, cuándo nos creímos tan superiores a nuestros vecinos de Aragón, a nuestros empleados y trabajadores de Extremadura y de Andalucía, cuando pensamos que los vascos no supieron y que nosotros sí que sabemos, cuando decidimos que Barcelona era más grande y más importante que Madrid, cuando creímos que nuestro puerto era más importante y nuestras playas erán más hermosas que las de Valencia. Cuando nos enamoramos tanto de nuestro ombligo que creímos que nuestro Tibidabo erá más impresionante que los riscos de Cantabria, o que nuestra estaciones de esquí eran mucho más blancas que las de la Sierra Nevada de Granada. Ni siquiera nuestros cavas son mejores que los extremeños, valencianos, riojanos, aragoneses, navarros o castellano leoneses, que presión tenemos hasta en los calçots aunque les protejamos con la denominación de origen de otros cultivos similares en otras tierras de esta España que odiamos.

Cuestión de codicia.



Ya escribí en clave general sobre el ombligo como ente dinamizador de todas nuestras miserias y deseos. Somos pura codicia, no queremos compartir a menos que recibamos más que damos. Este axioma del que la mayoría de los humanos no podemos escapar ni eludir, se ve claramente en la deriva secesionista de los catalanes, estos auto inflamados de seny, qué coño es eso del seny que diría un ofuscado y mal hablado lider robaperas del que no quiero hablar ni malditas las ganas tengo de nombrar. Hoy día 24 de octubre de 2017, en que Cataluña sigue siendo parte de España muy a pesar de los tarados sinverguenzas que allí gobiernan con la aquiescencia de todos los españoles, he visto una breve entrevista a los padres de la señorísima esposa del Carlas Puigdemont, charnego venido a más casado con una rumana venida de allá, esa pareja de padres decían o afirmaban que los catalanes, según palabras de su yerno, querían separase de España porque ellos eran mucho más ricos que los del resto del país.

Está claro, yo ya hacía demasiado que lo sabía, Cataluña aún lo desconoce, pero la riqueza de esa zona de España se debe en exclusiva al esfuerzo de los españoles, nunca de los catalanes. Ellos se creen muy laboriosos pero para nada, es todo fábula, en realidad para trabajadores los andaluces, que a pesar de estar sometidos durante siglos al yugo de los señoritos y los inútiles políticos que les han gobernado y gobiernan, a pesar de carecer casi de cualquier servicio público bien pagado como los catalanes, a pesar de todo los pesares tienen los pueblos más blancos de España, las calles más límpias y las casas más hermosas. Mientras las ciudades cosmopólitas de la Cataluña rebelde, plagada de millones en servicios públicos apestan y manchan hasta la vista. Sus calles y carreteras poloucionadas y copadas de gentuza que roba y viola. Millones de turistas que escandalizan y defecan en las esquinas. Mientras que allí nadie coge una escoba porque se les caen los anillos. Son las empresas portadoras de robots y maquinaria puntera la que hace la riqueza nunca los gandules segaors que se emborrachan al sol de la campiña abandonada al saqueo de las bandas del este de Europa y de la escoria y la chusma del resto que montan orgías y fiestas con drogas y crímenes en idílicos pantanos.

A Cataluña la primaron desde los primeros tiempos del Condado en prejuício de Castilla y de Aragón. Quitaron las mayordomías a Sevilla para darlas a Barcelona, llevaron hasta esas tierras sin nada a la incipiente industria del textil en detrimento de las feraces tierras y costas de Valencia, y poco les falto para arrasar con minas y altos hornos sino fuera porque era del todo imposible llevar las profundicades de la tierra hasta el Condado de la Codicia. Con el rey Felipe al que tanto odian la cosa siguió hasta ser caricaturesca, y los prohombres más gañanes que catalanes empezaron a preparar su velada traición. Franco fue otro campeón en llenar de flujos económicos e industriales las ponzoñosas tierras del descontento y de la engañina. Hasta allí emigraron miles de jornaleros en modo de nuevos esclavos donde llenaron los bolsillos de la fétida oligarquía catalana a la que ahora defienden con uñas sus nietos abducidos por los cantos de sirena de la monserga separatista.

Ahora los que han gobernado con mano de hierro, lloran a Europa clamando que son atacados por la porra franquista sin mencionar las barbaridades cometidas por sus bien pagados mossos de las cuadras y la pretoriana guardia urbana de las Colau de turno. Se acusa a los guardias civiles y a los policías nacionales de atropellos sin fin cuando fueron ellos, la incívica población separatista quienes acosaron, insultaron y atacaron a los hombres de la ley que actuaban por orden de la justicia, mientras que las hordas de criminales sublevados actuaban al compas de la música que proporcionaban los adláteres de la CUP, la ANC, de OC y del PdeCat provenientes de sus líderes en la sombra, los Puyol, los Más y las mesas nacionales de los partidos subversivos en los que mandan la basura antisitema que sueña con la pobreza repartida en la tómbola de los payasos.

La realidad es que los catalanes solo buscan quedarse con las ganancias que España les ha proporcionado durante siglos en la crencia de que podían abandonar con la boquita pequeña como lo hace el Oriol que se postula cristiano y buena persona cuando no deja de ser un traidor, un ladrón y un sinverguenza sin parangón. O el desgraciado rufián del mismo nombre, del que abominan sus antiguos paisanos de Jaén, y al que debería lavar su madre su sucia boca con el jabón de alguna buena marca española.

Yo espero que los catalanes no se vayan, yo espero que les enseñemos respeto, acordemos con los buenos catalanes una nueva relación de hermanos, dividamos tanto exceso de riqueza entre zonas deprimidas de España, detengamos a los causantes del daño que se cifrará en miles de millones a la industria, a la confianza y a las gentes, que paguen con cárcel porque no podrían hacerlo con patrimonio, que jamás puedan volver a representar al pueblo. Devolvamos la justicia y el orden a las calles que tan cívicas se han considerado a pesar de no serlo ni parecerlo.

Algunos de los míos.



Y aunque había jurado y perjurado no volver a escribir sobre los hechos de Cataluña he de romper mi palabra y dedicar unas líneas en la defensa de los míos.

Y los míos son los policías nacionales y guardías civiles que cumpliendo con su obligación están siendo insultados por irresponsables. Este escrito lo ha provocado, no solo las lamentables falsedades que pululan por la RED y cuya propiedad es de la gente común, de ciudadanos más o menos del montón, de personas como tú que me lees y como yo que escribo; pero el mayor provocador ha sido el rufián venido a diputado y de nombre, también Rufián, cuando ha señalado con fotos de dos personas con caras ensangrentadas a los agentes de la ley llamándolos salvajes, pero supongo que en la acepción más fuerte que es la de crueles o inhumanos. Este demérito y vomitivo político de tres al cuarto, hijo y nieto de andaluces que reniega de su patria, un cobarde de tantos osa acusar de policía política a la Policía Nacional y a la Guardia Civil cuyos agentes tienen callos de detener a cargos políticos del partido en el gobierno de España, justo lo que suele venir haciendo habitualmente una policía política.

El bastardo diputado olvida o pretende olvidar las cargas brutales que desde su creación han protagonizado de forma habitual la policía autonómica bajo el mando de los políticos con los que ahora se alía. Sobre las policías locales, conocidas como guardias urbanas, se suceden las querellas y denuncias vecinales por su brutalidad y aparente impunidad a la hora de actuar con violencia y gatillo fácil ante cualquier acto más o menos delictivo o cualquier protesta civil o vecinal. Pero es que esos perros armados y mosos de las cuadras son sus perros de presa, son de los suyos. Pues yo quiero decirle al rufián mal hablado que retire sus sucias y apestosas palabras de mi cuerpo y del cuerpo hermano o voy a desearle que su madre, la andaluza, le lave la boca con jabón, tal y como seguramente le habrá hecho en más de una ocasión, aunque sin resultados aparentes.

En cuanto a los twits, postes y escritos que día a día pueblan la Red he de decir que dan asco, que son totalmente injustos y que carecen, sus autores, de legitimidad y de hombría o mujería para hacerlos, vamos que son poco hombres y mujeres sus autores. A menudo he puesto un ejemplo para explicar el ser policial diciendo que el policía es como la palmera, cuando estás perdido en el desierto y ves una palmera te sientes a salvo, allí habrá un oasis con sombra para protegerte del implacable sol, habrá agua que beber y dátiles que comer; pero si te encuentras circulando en moto por la avenida de Alfonso el Sabio de Alicante y te cae una palmera a causa del fuerte viento matándote en el acto, cosa que ocurrió hace años así y allí, la sensación en este caso es brutalmente diferente. Con la policía pasa lo mismo según la situación en que te encuentres, si te los ves venir durante un atraco que protagonizas como atracador pues la cosa es bien diferente a si tu colaboración en el susodicho acto delictivo es la de mero atracado, en un caso deploras la aparición de los guardias y en el otro cantas el aleluya.

Aquí, en todo este tema, en el que como no podría ser de otra forma se cuelan algunos agentes que tienen la mano ligera y pueden llegar a protagonizar actos delictivos amparándose en el uniforme, que de todo hay en la viña del señor, así como hay médicos pendejos, arquitectos espabilados, albañiles malísimos, vendedores estafadores, y un largo etcétera igual a la nomenclatura de oficios y profesiones. Pero la mayoría de la gente que opina está generalizando de forma asquerosa, poniendo a todos los policías y guardias en el mismo cesto, el de las manzanas podridas, siendo además de injusto falso. Espero que no tengamos algún día un Estado sin policías, veríais la de criminales sin escrúpulos que saldría hasta debajo de las piedras. Y ahora mismo los hay, muchos de los que criticáis la acción plicial de seguro que cometéis, cometeréis o habéis cometido algún delito, más o menos fuerte pero miraos bien y a solas deciros la verdad.

Conviene recordar algunos puntos sobre qué ha ocurrido allí arriba y porqué han debido ir la policía a poner orden. Primero algunos políticos que estaban al mando de los gobiernos y los cuerpos legislativos por derecho legítimo y en base a las leyes vigentes, deciden de pronto incumplir sus juramentos y sin abandonar sus cargos legales se valen de éstos para imponer sus intenciones secesionistas ilegales. La justicia catalana y española les advierte de la ilegalidad, aún así siguen erre que erre arrogándose unos derechos internacionales que solo anidan en sus calenturientas y delictivas mentes. Dan un nuevo paso y arengan a la población a tomar la calle y a hacer caso omiso a la ley establecida. El pueblo enardecido es avisado por el gobierno leítimo de España y se les advierte que acudir a las urnas y prestar apoyo a tales actos son delitos en sí, aún así el pueblo sale y se enfrenta a la ley. Toman calles y colegios, hacen listas negras de insumisos y de unionistas, acosan a menores en colegios, fuerzan el cierre de empresas, colapsan las calles, cortan las carreteras y realizan acosamientos a sedes policiales y a agentes en el uso de sus obligaciones judiciales.

Y cuando llegan los agentes, después de que la policía autonómica por orden de sus mandos políticos ningunee las órdenes judiciales y permita actos delictivos a sabiendas, la policía nacional y la guardia civil se encuentra ante una oposición pacífica en unos casos y no tanto en otros, pero que trata de impedir por diferentes medios a los agentes cumplir sus órdenes. Cuando se producen enfrentamientos, lógicos y esperables pero en ningún caso de la gravedad como los pintan los delincuentes políticos que llamaron a la rebelión y los delincuentes civiles que se rebelaron, resulta que los malos son los agentes de la ley. Pues nada seguid así y enseñad a los menores que las leyes están para cumplirlas cuando uno quiera, que uno puede hoy decir blanco y mañana negro, que la palabra tiene el valor que cada cual quiera darle, que esa solo sirve para engañar y que aquí nadie es de fiar.

Lo peor de todo es cuando se acusa a los españoles de fascistas por defender la democracia y la Constitución y se les tilda de casi seres inferiores, cuando de todos es sabido que por esta piel de toro han corrido desde suevos a árabes, de fenicios a romanos, llegaron a Sevilla hasta japoneses y por supuestos negros, los franceses violaron muchas catalanas y a lo mejor por eso se acercan tanto a ellos los catalanes como dice el tarado del vicepresident, por cierto oriundo de mi Extremadura. Por aquí llevan siglos viniendo anglosajones, sajones y yankis al calor de la fiesta española jodiendo y dejando descendencia. También estuvieron vikingos y a sus descendientes se les puede ver por Palma o Alicante. Razas y más razas que a los Mengueles de la butifarra y la cosa nostra le suenan a divagaciones y mentiras. Pero que alguien me explique de donde proceden los de la CUP porque son de la misma miserable raza de ratas que los de Batasuna, con sus pintas de descamisados que no saben controlar sus excesos y pretenden crear, construir y conformar un Estado nuevo, unos niñatos creídos junto a unos perdedorers sanguinarios más próximos a los terroristas de Terra Lliure que a la democracia más demodé.

Cataluña era la tierra española más avanzada en la mayoría de los aspectos, la gente disfrutaba de grandes oportunidades, a menudo ninguneadas por la corrupta clase política liderada por la familia mafiosa de los Puyol y sus adláteres como el delincuente Artur Más que ya pagará y penará por sus crímenes. Los catalanes con tanto seny y una mierda para ellos, con el coco comido con la falsedad del España nos roba, no supieron ver que apostaban una cantidad desorbitada en la ruleta de los tramposos de la Esquerra sin República que valga y de los Juntos por el Sí pero todo para mí. Aquí se les acabó la esperanza a un pueblo abducido por los cantos de sirena de una clase política catalana que al igual que en el resto del reíno bien que se podrían ir a tomar por el culo. Pero entre tanto que nos ponemos de acuerdo y votamos todos a la vez a políticos decentes que esa es la forma democrática que tienen los pueblos avanzados de poner en el paro a sus depredadores, deberíamos convenir que una guerra civil y de independencia es solo una soberana estupidez en un mundo cada día más interdependiente. A los catalanes los cabrones que los gobiernan les vendieron la idea de que la independencia, inexistente e irreal, les abriría las puertas de la Arcadia feliz, pero la realidad es que España su principal cliente dejaría de serlo, Europa ante el temor francés, aleman, belga, italiano y de otros de que la experiencia española con Cataluña pudiera ser imitada en sus países les bloquearían, la financiación internacional condicionada por esos mismos gobiernos bloqueadores haría imposible la financiación, Cataluña quedaría despojada en poco tiempo de todas y cada una de sus empresas exportadoras, sin posibilidad de acceder a los mercados internacionales ante la falta de crédito no dispondría de petróleo, gas, alimentos salvo los propios, pero carecería de licencias para la industria farmaceútica, los abonos agrícolas y un larguísimo etcétera que poblaría los cementerios de nuevos inquilinos vaciando las ciudades.

Cataluña, pobre Cataluña.