sábado, 28 de septiembre de 2024

Sangre, horror y odio


El sanguinario Netanyahu sigue arrasando el medio oriente sin que nadie le pare los piés encharcados en la sangre de decenas de miles de inocentes. Ayer, viernes 27 de septiembre de 2024, habló ante la Asamblea de la ONU, pese a las protestas de miles de ciudadanos en las calles de la ciudad de Nueva York y ante la repulsa de muchos asistentes, con las sucias palabras de los asesinos sedientos de la sangre ajena y las mentiras con las que el Estado de Israel se está conformado como el espejo del nazismo que ya aterrorizó al mundo en el siglo pasado con la sangre de otros inocentes y de los valientes que se enfrentaron a la enajenación de los alemanes que se creían un pueblo superior, ahora es la enfermiza posesión de la creencia de ser el pueblo elegido por su inexistente deidad, lo que les acerca al abismo al que sin duda serán arrojados por su sanguinaria arrogancia, sus estúpidas creencias y sus actos criminales. Su líder, el que les ha arrastrado su insoportable impudicia, que clama venganza en el mundo entero, a las fauces de la guerra total y sin compasión con lactantes, inocentes y ancianos, será juzgado en un nuevo tribunal del holocausto y su miserable existencia será sentenciada a la más vil de las condenas, a la horca como el miserable que es.


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