Zaplana, Zaplana, hay Zaplana, Zaplana. El expresidente del PP y predecesor de Majón actual presidente de la Generalitat de Valencia y también del PP, Zaplana, Zaplana quien pasó nueve meses en la cárcel en 2022/2023, aunque parte de ese tiempo permaneció ingesado en el Hospital La Fe de València. "Pedí muchas veces mi libertad por motivos de salud y cuestiones jurídicas". Aunque sólo fue liberado cuando su presunto testaferro entregó seis millones de euros al Juzgado de Instrucción 8 que lo investiga desde 2015. Zaplana, Zaplana que en febrero de 2019 y según el auto que acuerda la libertad provisional de Zaplana y de los otros dos detenidos, al que ha tenido acceso Efe, el juzgado, que le investigó en esas fechas por el caso Erial, dió la orden de bloquear el dinero de dos cuentas bancarias en Suiza con 6.330.000 euros aproximadamente y "presunta e indiciariamente", el 90% de esa cantidad era del acusado. Zaplana, Zaplana a quien los del partido podrido, osea los del PP, dicen que es agua pasada en plena ofensiva popular sin pruebas reales contra el gobierno del PSOE al que acusan de nido de la corrupción, olvidando que son quienes son. Zaplana, Zaplana al que acaba de condenar (15/102024) la Audiencia Provincial de Valencia, que fue ministro con el Gobierno del PP de José María Aznar, y expresidente de la Generalitat Valenciana, a diez años y cinco meses de prisión al considerarlo culpable de los delitos de cohecho, blanqueo de capitales, malversación y prevaricación en el denominado caso Erial sobre fraudes en la concesión de las ITV y las adjudicaciones del Plan Eólico de la Comunidad Valenciana, según el Tribunal Superior de Justicia valenciano.
Al más puro estilo de la ‘Cosa Nostra’ el govern presidido por esta banda de corruptos recaudaba comisiones ilegales a los empresarios a los que adjudicaba concesiones multimillonarias y explotaciones de por vida.
El daño hecho al tejido empresarial honesto, que ‘haberlo haylo’ jamás se podrá evaluar pero que de serlo sería hipermillonario.
Una región trabajadora de siempre lleva soportando la corrupción endémica de los del partido podrido décadas, que ha elevado a una generación de empresarios corruptores a la cúspide del poder empresarial y económico de esta autonomía llena de proyectos faraónicos fracasados y una enorme deúda pública que a 30 de junio del 2024 ascendía a 59.569 millones de euros.
Por cierto, con esa deúda se podrían haber construido más de medio millón de viviendas que podrían haber sido destinadas a un necesitado parque público de viviendas para el alquiler a precios razonables y que habrían servido para mejorar la vida de medio millón de familias valencianas. Sin embargo esa deuda brutal ha servido para enriquecer a los promotores de la corrupción y engordar las cuentas personales de políticos corruptos del PP. Al respecto hay que recordar que en abril de 20222 en Madrid, la Audiencia Nacional declaró que el gobernante Partido Popular (PP) se benefició con la mayor trama de sobornos en cuatro décadas de régimen democrático.
El fallo supone un duro revés para el Partido Popular, que —como persona jurídica— debía pagar una multa de 245.000 euros (287.000 dólares) por beneficiarse de la trama ilegal, conocida como Gürtel, según la decisión judicial. Es la primera vez que se aplica semejante sanción a un partido español.
Pero los del partido podrido PP, obviando toda su historia reciente, la enormidad de condenas por corrupción y las decenas o centenas de juicios pendientes por corrupción y destrucción de lo público, más las cientos de acusaciones de las que se han librado por su control de jueces y magistrados que se declaran abiertamente de derechas y apoyo real de las políticas del partido podrido, pues a pesar de todo esto, los ciudadanos debemos soportar a un Feijóo cabreado, a una Ayuso manchada con la sangre de los ancianos, unos presidentes autonómicos que saquean a diario los derechos y un impresentable Tellado que destila odio y suelta mentiras una tras otra, siempre cubierto por Cuca la que apuñaló a Casado y Borja yo no fuí.