Filosofando a la fuerza.

La filosofía (del griego antiguo φιλοσοφία: φιλεῖν «amor», σοφία sofía «sabiduría», amigo de la sabiduría, trad. al latín philosophĭa) es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje. Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo, el esoterismo, la mitología y la religión por su énfasis en los argumentos racionales sobre los argumentos de autoridad, y de la ciencia porque generalmente realiza sus investigaciones de una manera no empírica, sea mediante el análisis conceptual, los experimentos mentales, la especulación u otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de los datos empíricos.
(Fuente La Wikipedia en https://es.m.wikipedia.org/wiki/Filosof%C3%ADa)

Hoy en día como durante toda la existencia de la Humanidad hay muchas cuestiones sobre las que filosofar, y no de una forma pedante sino con la intención de forzar la situación a las que nos lleva de forma irremediable esta estúpida civilización para nada civilizada. Ahora mismo estamos asistiendo, al menos aquí en España, a una sofocante ola de calor cuya procedencia es el cambio climático. Este fenómeno es la consecuencia de los actos conscientes de los habitantes de la Tierra que a fuerza de vivir en la utopía de moda, envueltos por los sonidos decadentes de las bandas y de los ídolos musicales, aprisionados en el consumismo más degenerado y suicida, abocados al trabajo que les esclaviza sin opción a una vida monótona y previsible, engañados y engatusados por los políticos que adoran el glamour del poder y la prensa sodomita que mientras acusa a unos emboba a todos, creen vivir la vida cuando en realidad alientan la saña del verdugo.

Describir la sociedad de la hecatombe no es difícil, lo complicado es comprender lo agónico de la situación y lo peor de lo peor es hallar la puerta de escape. Estamos abocados a la autodestrucción por nuestros pecados y nuestras miserias. Los tenemos y las tenemos de todos los tipos, la primera yo diría que es la ignorancia, a este pecado se le adhieren infinidad de miserias como la creerse hijos de algún dios y no habernos puesto de acuerdo en cuál es el verdadero, como si alguno lo fuese. Así mismo la ignorancia atrae la creencia en creernos mejores que los demás cuando en realidad solo somos un conjunto de células y órganos que se tienen aprecio y procuran sobrevivir, justo igual que el resto de seres celulares. Pero hay más cosas que se les adhieren a la ignorancia y es la indestructibilidad de nuestro planeta y la creencia de que somos sus dueños y podemos coger de él lo que nos venga en gana. Las consecuencias de esta torticera forma de tratar nuestro delicadísimo ecosistema, nos trae la devastación y la extinción. Ya no hay marcha atrás, la puerta de escape hace años que fue sellada, el motor de la involución arrancó y ya está lanzado. Vamos a ser erradicados, follad y divertíos, bebed y devorad a las últimas criaturas antes de que empecemos a estar nosotros mismos en el plato principal del menú del banquete final.

Lo más gracioso de todo, es que cuando cada uno de nosotros sea pasto de la corruptela biológica, no volverá a vida alguna, la única vida a la que tuvimos opción fue usada en vano, desperdiciada entre la codicia de unos, la estupidez de casi todos y la barbarie de tantos. Solo aquellos que supieron amar, aquellos que alzaron sus miradas al Universo tan bello, aquellos que acariciaron a un animal y que lloraron su sacrificio, aquellos que regaron una planta que no le iba a dar de comer, aquellos que derramaron sus propias lágrimas al ver la maldad y sacrificaron su tiempo en ayudar a los demás, aquellos que gritaron no nos moverán, o asaltaron los palacios de los poderosos que mancillaron la casa de todos, aquellos que ayudaron a atravesar el río de la adversidad sin esperar nada a cambio, aquellos que eran humanos de verdad, solo aquellos habrán gastado bien su tiempo, un tiempo que para cada célula de sus cuerpos ya yertos fue y será eterno. No me preguntéis cómo, ésto es solo filosofía.